

La renovación y la reforma de la Iglesia, sin embargo, sólo vendrá de dentro de la Iglesia, es decir, de una comunidad de hombres y mujeres que escuchan la palabra de Dios, que se juntan para orar, que celebran la Eucaristía y son llamados a compartir la verdadera vida del mismo Cristo. La Iglesia es comunión, que no es lo mismo que decir que la Iglesia es una comunidad, o una asociación o una institución. La Iglesia está formada por la palabra de Dios y es vivida por hombres y mujeres que permiten que la palabra de Dios les transforme.
La Iglesia es comunión. El tema del próximo Congreso Eucarístico Internacional que tendrá lugar en Dublín en 2012 es: comunión con Cristo y los unos con los otros. Es sin embargo la comunión con Cristo la que determina la clase de comunión que formamos unos con otros. No es una red de interacción social la que determina cómo es nuestra comunión con Jesucristo o en último término quién es Jesús. La Iglesia se forma a través de nuestra comunión con Cristo.
La amistad de Jesús para nosotros significa ponernos a su servicio a través de la comprensión de su palabra. Cada uno de nosotros podemos unirnos a El en su misión viviendo su misión en las grandes y pequeñas tareas de la vida. Nunca podría describirse a Frank Duff como lo que hoy llamaríamos "una celebridad". Él rehuyó la publicidad. Él rehuyó la superficialidad. Pero su trabajo se ha propagado por muchas partes del mundo y ha afectado a muchas vidas por los frutos de los lazos de amistad constantes con el Señor. La renovación de la Iglesia no son estrategias de los medios ni reformas estructurales. En el evangelio que acabamos de oír, Jesús claramente indica en la figura de María que lo que es vital -y que nunca podrá ser substituido por cualquier otro mérito- es la voluntad de conocer a Jesús y entrar en la verdadera amistad con Él. Eso significa permitir que su palabra capture nuestros corazones. Significa tener la misma mentalidad que tenía el mismo Jesús. Significa conocer al Padre a través de encontrarse con Jesús.
La renovación de la Iglesia en Irlanda será una renovación dolorosa. El mensaje de Jesús no es que cualquier cosa vale. Es algo radical sobre el compromiso que Jesús requiere de nosotros. "Dejad que los muertos entierren a los muertos", no es un mensaje para cubrir el expediente.
Hay muchas indicaciones de que la Iglesia en Irlanda ha perdido el rumbo. Permitidme ser muy claro: tristemente muchas personas, de edades diversas, ya no conocen verdaderamente a Jesucristo. Eso no quiere decir que no sean buenas personas, personas que se preocupan por los demás. Que no se diga que la Iglesia es solo para una élite santa, sino que la Iglesia es una Iglesia de pecadores; cada uno de nosotros tiene que arrepentirse día tras día; cada uno de nosotros hacemos un compromiso y cada uno de nosotros decepcionamos y traicionamos a Jesús.
La Iglesia es la Iglesia de Jesucristo. No es una agencia ambigua que moraliza a la sociedad. No está ahí para proporcionar una especie de confort espiritual para los participantes. La Eucaristía y los sacramentos son celebraciones de fe en Jesucristo dentro de una comunidad cristiana. Si permitimos que la vida sacramental de la Iglesia se convierta en ambiguas celebraciones sociales permitiremos que la verdadera identidad de la Iglesia quede distorsionada.
No se puede decir que los miembros activos de la comunidad de la Iglesia hayan sido auténticos seguidores de Jesucristo. La Iglesia ciertamente ha sido traicionada por sus propios miembros activos. A la vista de tal fracaso la Iglesia a veces ha dado la impresión de desear ser quien todo lo abarca y todo lo perdona de una manera simplista.
¿Dónde vamos por el camino de la renovación? ¿Podemos estar encantados de celebrar Primeras Comuniones que meten a la gente en deudas de miles de euros con vacíos gastos externos, mientras que ni los niños ni sus padres han sido guiados hacia una comprensión verdadera de la Eucaristía y la comunidad eucarística, que es la Iglesia? ¿Podemos estar satisfechos cuando la Confirmación es considerada como una graduación en la vida de la Iglesia? No sólo estamos engañándonos a nosotros mismos sino que estamos dañando la integridad del mensaje de Jesús.
La Iglesia no es una élite santa. Está compuesta hoy como siempre por los humildes de corazón. Muchas personas con pocos estudios tienen una compenetración más profunda con el mensaje de Jesucristo que algunos teólogos y obispos muy instruidos. Pero en la sociedad de hoy donde el mensaje de Jesús es cada vez menos accesible la Iglesia debe convertirse en un lugar donde la formación en la Palabra de Dios resuene de una manera como no lo ha hecho en la Iglesia Irlandesa por generaciones.
Me gustaría agradecer a la Legión de María de la archidiócesis de Dublín su generosa participación en nuestro proyecto diocesano de este año de hacer disponible la palabra de Dios en el Evangelio de san Lucas a las familias. Quisiera dar las gracias a escala nacional por su renovada reflexión sobre la palabra de Dios y su aplicación a la vida diaria. Quiero agradecer su compromiso con la oración y la Eucaristía donde Jesús está presente en nuestros corazones.
Estoy muy contento hoy de ver una representación tan grande de sacerdotes en nuestra ceremonia. También doy las gracias a los sacerdotes que actúan como directores espirituales de la Legión de María y que proporcionan formación para la vida espiritual de los miembros, ayudándoles a redescubrir día a día y a comprometerse de nuevo a tope con el carisma del movimiento. La Legión de María es fundamentalmente un movimiento laico pero el lugar del ministerio sacerdotal es esencial dentro de él. Agradezco en particular a todos esos sacerdotes que tienen el tiempo tan ocupado y sin embargo dedican una parte al trabajo con la Legión de María.Frank Duff fundó la Legión de María en 1921 en un momento crítico en la historia irlandesa. Fue un tiempo de incertidumbre política que posteriormente explotaría en una guerra civil. Fue un tiempo en el cual esta ciudad fue marcada por una dura pobreza y también un extenso empobrecimiento de la moral. Frank Duff fue un hombre que haciendo frente a un importante reto social hizo algo. No escribió una "carta al editor". Congregó a hombres y mujeres con una misma ilusión alrededor de él en un movimiento de renovación espiritual, oración y servicio cristiano. No le desalentó ni el tamaño del reto ni la escasez de sus medios. Fue un hombre de Iglesia, incomprendido por muchos en la Iglesia, incluyendo a los arzobispos de Dublín. Como María, su modelo, él nunca se sobresaltó. Frank Duff consideró cuidadosamente la Palabra de Dios día a día y así a través de él el Señor hizo cosas grandes.
Nota del Administrador del Blog: Aunque esta nota hace referencia a la situación actual de la Iglesia en Irlanda, donde se han dado unas condiciones específicas diferentes a la Iglesia Latinoamerica, sus hechos si pueden ser de util reflexión en un entorno como el nuestro, donde hay un avanzado proceso de secularización a nivel general, con unos impactos sobre la fe de algunas personas. ¿Usted que opina, amable lector(a)? Escríbanos sus conceptos.
Una canción inolvidable de Roberto Carlos que ha sido un canto de alabanza al Señor y que también le fue cantada a S.S. Juan Pablo II en su visita a México. Disfrútela!