jueves, 16 de julio de 2020

Iglesias culminan protocolos para reabrir sus templos





La Iglesia Católica Colombiana pendiente de la autorización para la reapertura de los templos.

La Iglesia Católica en Bogotá, su historia y llegada de su nuevo Arzobis...






La Voz de Dios y la del Maligno, Cómo Distinguirlas - Papa Francisco





Su Santidad, el Papa Francisco, nos enseña como distinguir entre la voz de Dios y la del maligno. La voz de Dios nos corrige, nos ama y tiene un horizonte. La voz del maligno quiere que nos concentremos en los temores del futuro. Dios nos ubica en el presente, nos anima y acompaña.

Tres malentendidos sobre el misterio de María


Cristo es el centro y María ocupa un papel importante.

Por: Ismael González, LC | Fuente: Catholic.net



Hace unos cinco años, en Caracas, conversaba sobre la Virgen María con una señora catequista. Ella se lamentaba de que María fuera un gran obstáculo para el diálogo entre los católicos y los protestantes. Cierto, yo no podía negar esta dificultad. Cuántas acusaciones de este estilo: los católicos son unos idólatras de la Virgen, se olvidan de la centralidad de Jesucristo, han inventado cosas que no están en la Biblia… Y lo peor es que a veces algunos católicos se acomplejan y en aras de un falso diálogo minusvaloran la devoción a nuestra Madre santísima.
La dificultad existe y por eso vamos a reflexionar para despejar algunos posibles malentendidos sobre el misterio de María en el conjunto de nuestra fe.
Siempre me han parecido contundentes las siguientes palabras del Papa san Pablo VI: «Si queremos ser cristianos, debemos ser marianos, es decir, debemos reconocer la relación esencial, vital y providencial que une a la Virgen con Jesús y que nos abre la vía que conduce a Él» (Homilía del 24 de abril de 1970 en la Misa en el Santuario de Bonaria, Cagliari).
El mismo Papa Pablo VI escribió en 1974 la exhortación apostólica Marialis cultus, sobre la recta ordenación y desarrollo del culto a la Santísima Virgen María. En ella aclaraba diversos aspectos sin dejar de afirmar con claridad que «la piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano» (Maralis cultus, n. 56).
Estas afirmaciones en absoluto menoscaban la centralidad de Cristo. Sí, Cristo es el centro de nuestra fe y junto a Él su Madre ocupa un papel muy importante. De manera que una auténtica piedad cristiana no puede ignorar ni menospreciar el culto mariano. Expliquemos algo más esta cuestión afrontando tres de las objeciones más comunes.

1. Veneramos a María, no la adoramos
Los católicos adoramos única y exclusivamente a Dios. Profesamos esta verdad fundamental desde las primeras palabras del Credo («Creo en un solo Dios») y la asumimos como el primero de los mandamientos en el que todos se resumen («Amarás a Dios sobre todas las cosas»).
A María la veneramos, es decir, la honramos de manera especial. Venerar es «respetar en sumo grado a alguien por su santidad, dignidad o grandes virtudes, o a algo por lo que representa o recuerda» (RAEDiccionario de la lengua española). Esto es lo que hacemos cuando en el ámbito familiar o civil recordamos con estima a algunos de nuestros antepasados o personajes de la patria.
Solo a Dios tributamos un culto de adoración. En cambio, a los ángeles y santos les tributamos un culto de veneración, pues su ejemplo nos estimula y su intercesión nos ayuda para amar más a Dios y adorarlo mejor; muy por encima de todos ellos sobresale el ejemplo de María –ella no es santa, es santísima– y por eso la veneramos todavía más. En la teología estos tipos de culto reciben el nombre respectivo de culto de latría, culto de dulía y culto de hiperdulía.

2. A Jesús por María
Este adagio es también conocido por su formulación en latín: Ad Iesum per Mariam. Se ha difundido gracias a san Luis María Grignon de Monfort (1673-1716), un sacerdote francés que a inicios del siglo XVIII escribió el Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen. En este tratado san Luis María propone la consagración a Jesús por medio de María y llega a decir que esta devoción es «el camino más fácil, corto, seguro y perfecto para llegar a Jesucristo».
Todo esto está en sintonía con la tradición de la Iglesia y deriva de la honda compenetración entre Jesús y María. La auténtica espiritualidad cristiana nunca ha visto a María como un fin en sí misma. El fin es Cristo y María es un medio privilegiado. Las dudas al respecto son legítimas y el mismo san Juan Pablo II las albergó en su juventud:
«A mí personalmente, en los años de mi juventud, me ayudó mucho la lectura de este libro, en el que “encontré la respuesta a mis dudas”, debidas al temor de que el culto a María, “si se hace excesivo, acaba por comprometer la supremacía del culto debido a Cristo” (Don y misterio, BAC 1996, p. 43). Bajo la guía sabia de san Luis María comprendí que, si se vive el misterio de María en Cristo, ese peligro no existe» (Carta de Juan Pablo II a la familia monfortiana, 8 de diciembre de 2003).
De hecho, el Catecismo de la Iglesia Católica expresa muy bien que «lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree acerca de Cristo, pero lo que enseña sobre María ilumina a su vez la fe en Cristo» (n. 487) Todo el misterio de la Virgen María dimana de Cristo y hacia Él tiende. Y también es verdad que quien encuentra a Jesucristo tal como es, Dios encarnado, «nacido de mujer» (cf. Carta a los Gálatas 4, 4), no puede dejar de considerar a esa mujer predilecta y escogida por Dios.

3. Presencia de María en la Biblia
En la Sagrada Escritura sí hay unas cuantas referencias a María, pocas pero sustanciales. El Magisterio de la Iglesia reconoce con claridad el sentido mariológico de los siguientes dos pasajes del Antiguo Testamento:
«El Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón”» (Génesis 3, 14-15).
«Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel» (Isaías 7, 14).
Estos pasajes son dos profecías muy importantes de la historia de la salvación. En ambos hoy se reconoce tanto el sentido mesiánico como el mariológico. Ya en la preparación remota de nuestra redención se atisba el ligamen profundo entre Cristo y María.
En el Nuevo Testamento son diversos los pasajes donde se habla de la Virgen María. Son muy significativas, entre otras, las narraciones del nacimiento e infancia de Jesús (cf. Mateo 1-2, Lucas 1-2), la presencia de María al pie de la cruz (cf. Juan 19, 25-27) o su apoyo orante a la primera comunidad de la Iglesia (cf. Hechos de los Apóstoles 1, 14).
Resalta de modo singular el episodio de la anunciación del arcángel Gabriel y la encarnación del Verbo en el seno de María (cf. Lucas 1, 26-38). Aquí se basan nuestras oraciones marianas tan arraigadas (avemaríaángelus y rosario), devociones que por supuesto sí son bíblicas.

Conclusión
Es mucho más lo que se podría decir de la Santísima Virgen María. Con razón decía san Bernardo (1090-1153) que «de María nunca se hablará suficiente» (de Maria nunquam satis). Dejo estas pistas con la finalidad de ayudar a apreciar un poco mejor uno de los misterios más dulces y consoladores de nuestra fe católica.

martes, 12 de mayo de 2020

A JESÚS POR MARÍA


Nos encontramos celebrando el mes dedicado a la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Un período en el cual podemos acercarnos más a ella con nuestra oración diaria del Rosario. Los cristianos católicos reconocemos en ella su poder intercesor ante su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Según el Padre Luis María Grignion de Montfort, María aparece como la mujer completamente consagrada al servicio de Jesús y de su obra salvífica, puesta en marcha con la venida de Cristo y que se sigue realizando en el correr de cada día, hasta el final de los tiempos. La personalidad y misión de María debe colocarse en la historia de la salvación y en referencia a Jesucristo, razón de su existencia. María no es un personaje autónomo. Es totalmente relativa a Dios. Y yo me atrevo a llamarla la relación de Dios, pues existe en relación con Él, o el eco de Dios, ya que no dice sino Dios. Si tú dices María, ella dice Dios (VD 225).


El proceder de la Santísima Trinidad, es que recibamos a Cristo por María: el Padre no dio ni da a su Hijo, sino por medio de María. Dios Hijo se hizo hombre para todos solamente por medio de María. El Espíritu Santo no formó a Jesucristo sino por María (VD 140). Quien desee tener el fruto de vida -que es Jesús- debe tener el árbol de vida -que es María-, si deseas tener a Jesús, debes tener a María! (ASE 204). Si examinamos de cerca el resto de la vida de Jesucristo, vemos que ha querido inaugurar sus milagros por medio de María.

Mediante las palabras de María santificó a San Juan en el seno de Santa Isabel su madre: habló María y Juan quedó Santificado. Este fue su primero y mayor milagro en el orden de la gracia. Ante la humilde plegaria de María, convirtió el agua en vino en las bodas de Caná. Era su primer milagro en el orden de la naturaleza.

María impera en el cielo sobre los Ángeles y bienaventurados. En recompensa a su profunda humildad, Dios le ha dado el poder y la misión de llenar de santos los tronos vacíos, de donde por orgullo cayeron los ángeles apóstatas. Tal es la voluntad del Altísimo, que exalta siempre a los humildes: que el cielo, la tierra y el abismo se sometan de grado, o por fuerza, a las órdenes de la humilde María, a quien ha constituido Soberana del cielo y de la tierra, generala de sus ejércitos, tesorera de sus riquezas, dispensadora del género humano, mediadora de los hombres, exterminadora de los enemigos de Dios y fiel compañera de su grandeza y sus triunfos. (VD28).
El Ave María bien dicha, o sea con atención, devoción y modestia es, según los Santos, el enemigo del diablo al que hace huir y el martillo que lo aplasta. Es la santificación del alma, la alegría de los ángeles, la melodía de los predestinados, el cántico del Nuevo Testamento, el gozo de la Santísima Virgen y la gloria de la Augusta Trinidad. (VD 253).

La familia que reza unida el Rosario, reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret: Jesús está en el centro. Se comparten con Él, alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos, se obtiene de Él la esperanza y la fuerza para el camino. El Rosario es a la vez meditación y súplica. La plegaria insistente a la Madre de Dios, se apoya en la confianza de que su materna intercesión lo puede todo ante el corazón del Hijo. No dejes pasar ningún día de este mes sin rezar el Rosario a María. Ella te escucha y ella le habla a su Hijo de ti.

Abreviaturas usadas en este texto:
VD: Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, de San Luis María de Montfort
ASE: Amor de la Sabiduría Eterna. Obra fundamental para el estudio y comprensión de la espiritualidad montfortiana.

martes, 28 de abril de 2020

Nuevo Arzobispo para Bogotá




Monseñor Luis José  Rueda Aparicio es el nuevo arzobispo de Bogotá. Su Santidad el Papa Francisco nombró al nuevo arzobispo metropolitano de Bogotá y Primado de Colombia el 25 de abril.
En la misma fecha el Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis Metropolitana de Bogotá, Colombia, presentada por el Cardenal Rubén Salazar Gómez y ha nombrado arzobispo metropolitano de Bogotá a Monseñor Luis José Rueda Aparicio, hasta ahora arzobispo metropolitano de Popayán.

Biografía

Como informa el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Rueda nació en San Gil el 3 de marzo de 1962. En su pueblo natal realizó los estudios básicos tanto de primaria como de secundaria. Su proceso de formación para el sacerdocio lo adelantó, en un primer momento, en el Seminario Conciliar San Carlos de la Diócesis de Socorro y San Gil, donde frecuentó los cursos de filosofía; luego realizó sus estudios teológicos en el Seminario Arquidiocesano de Bucaramanga. Fue ordenado sacerdote el 23 de noviembre de 1989, incardinándose a la Diócesis de Socorro y San Gil.
Después de su ordenación tuvo la oportunidad de adelantar estudios de especialización en teología moral, obteniendo la licenciatura en la Academia Alfonsiana de Roma.

Algunos cargos desempeñados

Como sacerdote, ha sido párroco en diversas parroquias, entre ellas en Curití y profesor del Seminario Mayor (1992), subdirector del Secretariado Diocesano de Pastoral Social –SEPAS- y rector del Instituto Técnico para el Desarrollo Rural –IDEAR- (2010), entre otros. La CIII Asamblea Plenaria de Obispos en julio de 2017 lo eligió Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Caritativa.
El 2 de febrero de 2012, Su Santidad Benedicto XVI lo nombró obispo de la Diócesis de Montelíbano y recibió la ordenación episcopal el 14 de abril de 2012. El 19 de mayo 2018 fue nombrado arzobispo metropolitano de Popayán, su nombramiento más reciente.

PANDEMIA Y VIDA INTERIOR


Como efecto de la pandemia mundial por la que transitamos, muchas cosas están cambiando en nuestra existencia cotidiana, que nos hacen pensar, el que una vez que se supere este virus -lo cual aún no es claro- la vida tendrá unas nuevas condiciones a las que tendremos que adaptarnos. El mensaje que ha acompañado al Covid19 ha sido muy fuerte: la naturaleza esta teniendo un respiro, una pausa en su destrucción a manos del hombre, que tiene a todos los animales y seres vivos que la habitan en un período de bienestar y recuperación maravilloso. Circulan por las redes sociales abundantes ejemplos en videos y fotografías, que muestran la libertad de conservación en que se encuentran los animales e incluso su circulación espontánea en algunos sectores urbanos de ciudades y lugares, habitualmente poblados sólo por el hombre. Pero no es sólo la fauna. Los bosques y las especies vegetales también están recuperándose -algunas de ellas en estado convaleciente- de la feroz destrucción ocasionada por incendios y alteraciones del clima, producto de nuestro mal manejo del medio ambiente.  

De otro lado, los seres humanos hemos sido sorpresivamente llevados al encierro y al confinamiento en nuestras viviendas, por un enemigo generalmente invisible y letal, que nos interrumpió abruptamente nuestra manera de vivir en todas sus manifestaciones sociales.

Este aislamiento de todas las personas, igualmente nos viene mostrando unas realidades nuevas en nuestra vida exterior, que estaban ocultas a nuestra experiencia y que nos generan variadas conclusiones. Algunos ejemplos que pueden citarse:
  •  Mientras no exista una vacuna probada, el dinero no puede comprar salud. La vida no depende directamente del dinero.
  •  Los servicios de salud son insuficientes para afrontar el manejo de una pandemia. Hay un desarrollo lento de su infraestructura hospitalaria y científica.
  • La distribución del ingreso producto de las inequitativas condiciones de la educación y acceso al trabajo, es débil y discriminante. La orientación político-administrativa de los gobiernos, a nivel mundial, ha estado más dirigida al sostenimiento del capital y de los negocios, que al cuidado y el desarrollo del capital humano.
  •  El ser humano en todas las interacciones de su vida exterior, es decir de su relación con los demás, ha ido construyendo un modelo de existencia marcado progresivamente por el consumismo, creándose necesidades cada vez más artificiales o suntuarias, que parecieran rendir culto a señuelos tales como la demostración de poder, riqueza material, soberbia, lujo, gula y muchas otras formas de hedonismo. El hombre de hoy, con muy pocas excepciones, no busca el progreso social sino el individual y personal, especialmente en el sentido de la apariencia.

·         Visto globalmente, aunque con pocas excepciones, las sociedades de nuestro tiempo le han volteado la espalda a Dios. En algunos países incluso se persigue a quienes viven y confiesan su fe en Dios. El cristianismo sigue siendo un ejemplo de ello en parte de Asia, África y en alguna medida en Europa.

Pero, la historia universal nos muestra que el último nivel y el más sagrado para el hombre, en el que los cambios externos nos pueden afectar y transformar, es en la vida interior de cada hombre o mujer. Por una razón. Es el campo de nuestra conciencia, donde habitan nuestros principios y valores, nuestras convicciones y nuestras esperanzas. Allí palpita nuestra necesidad de Dios, de su amor, de su protección y de su misericordia frente a nuestras debilidades y actos miserables. Allí puede habitar Dios si tú lo invitas y lo tomas en cuenta como tu Señor y tu Salvador.

Basta leer el libro Hechos de los Apóstoles, en las sagradas escrituras, para enterarnos que los primeros cristianos vivieron su fe confinados en sus hogares, huyendo o esquivando la persecución de los Sumos Sacerdotes y miembros del Sanedrín, bajo el poder de Roma, que veían en su cristianismo un supuesto temor al ejercicio de su poder. Hechos 2.  42-43 nos describe sobre la primera comunidad cristiana: “Se mantenían constantes en la enseñanza de los Apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. Pero el temor se apoderaba de todos, pues los Apóstoles realizaban muchos prodigios y signos”.

Observemos cómo en medio de esta dificultad de la vida exterior de los Apóstoles, ellos se refugian en su vida interior de oración, en la meditación de las escrituras y en la comunión. Aquí hay una enseñanza clara acerca de cómo los hombres encuentran en su vida interior, una respuesta adecuada para salir adelante.

Y cómo asumir nuestra vida interior? La fuente de la verdadera felicidad se encuentra en el interior de cada ser humano, donde Dios se hace paz, alegría, gozo, serenidad para quienes viven en amistad con El, y no en las cosas exteriores. Son medios para formar el hábito de la vida interior:
  •     Amar la vida de oración. Que nuestra oración esté amasada   de fe, humildad, agradecimiento, adoración, confianza,         silencio y perseverancia.
  •     Vida sacramental, especialmente la Eucaristía.
  •     Vida de Sagrario. El Espíritu Santo habita en ti.
  •     Docilidad y apertura a las inspiraciones del Espíritu Santo.
  •     Saber aprovechar momentos de silencio y reflexión
  •     Lectura espiritual.
  •    Practicar la caridad con los que sufren o requieren de nosotros
  •   Contemplar e imitar el ejemplo de nuestra Madre, la Santísima Virgen.



viernes, 10 de abril de 2020

Semana Santa en los hogares con ayuda de internet


Debido a la pandemia mundial del coronavirus, esta Semana Santa implicó una celebración completamente inusual e inédita, puesto que al establecerse el aislamiento personal,  por todos los gobiernos del mundo, los católicos tuvimos que regresar a la experiencia de vida de los primeros cristianos (véase Hechos de los Apóstoles), al celebrar dentro de los hogares y con la ayuda de internet, que transmitió las principales celebraciones. 
En medio del confinamiento vivido, esta ha sido una ocasiòn de alguna manera providencial, para vivir màs personal y familiarmente la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
En el caso particular de nuestra Parroquia de San Cipriano, bajo la guía de nuestro Párroco el Padre Carlos Mario, los fieles de la comunidad parroquial tuvimos la oportunidad de seguir las celebraciones igualmente por el mismo medio de comunicación.
A nivel global, las celebraciones de nuestra Arquidiócesis de Bogotá y las del Vaticano, encabezadas por nuestro Papa S.S. Francisco, de las que incluímos unos fotos, fueron transmitidas por el canal RCN televisión.  





domingo, 5 de abril de 2020

Cerca de ti Señor





Prende tu sonido y escucha este canto de alabanza al Señor! Si quieres lo puedes cantar.

miércoles, 18 de marzo de 2020

Reflexiones en torno al coronavirus





Recientemente, el 14 de marzo de 2020, Monseñor José Ignacio Munilla Aguirre, Obispo de San Sebastián, España, grabó este mensaje en video, que permite conocer un análisis desde el punto de vista espiritual, del corona virus que azota actualmente a numerosos países en el mundo. Su contenido invita a una reflexión acerca de cómo vivir este momento.

Monseñor Munilla es un teólogo español. obispo conocido por sus artículos, primero en la prensa vasca, antes de ser nombrado obispo, y posteriormente por sus colaboraciones semanales en el Diario Palentino, y mensuales en El Norte de Castilla, mantiene una intensa actividad en la prensa escrita. Además, tiene un programa semanal en Radio María llamado "Sexto continente" donde explicó durante varios años el Catecismo de la Iglesia Católica,​ y donde ha comentado el Youcat, el catecismo joven de la iglesia católica. 

domingo, 15 de marzo de 2020

SANTA MISA DE HOY CON EL PAPA FRANCISCO - DOMINGO 15 DE MARZO/2020

Informaciòn de contacto con la parroquia de San Cipriano



Casa cural
Dirección:  Cr 54 No. 167 - 90  Teléfono:  6 78 12 88
Templo
Dirección:  Cr 54 No. 167 - 90  E-mail: psancipriano@arquibogota.org.co
Párroco
Padre Carlos Mario Charry Rodríguez
Diácono: Carlos Alberto Ruiz

Horarios de Eucaristías:
Lúnes a sábado: 6:00 p.m.
Domingo: 7:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 m, 5:00 p.m. y 7:00 p.m.

Dìa del Señor de los Milagros:
Si el día 14 del mes cae entre semana, hay las Eucaristías de 12:00 m, 5:00 p.m. y 7:00 p.m.
Si cae en  día domingo, se celebra en las misas descritas para dominicales.





Una guía minuto a minuto para una Hora Santa de Adoración

Oratorio con el Santísimo en la Parroquia de San Cipriano


Todo lo que necesitas es un tabernáculo con la lámpara del santuario encendida, una Biblia y quizás un Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica…
Para rezar una hora santa de Adoración de la Eucaristía, todo lo que necesitas es un tabernáculo con la lámpara del santuario encendida, una Biblia y quizás un Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica (disponible en Internet).

Tres reglas
1. Silencio. No recites mecánicamente las oraciones o revises en silencio el estrés de tu vida. Mantén un silencio y una calma en tu exterior e interior.
2. Atención. No es una mera hora de lectura; leer debería ser un punto de entrada a la oración.
3. Buena disposición. Siéntate, ponte de pie o arrodíllate, pero con respeto. Consejo rápido: si sientes somnolencia, ¡ponte de pie!

Minuto a minuto
No hay una única forma de hacer una hora santa. La siguiente estructura podría ayudarte si te pierdes durante la hora, pero tienes libertad para reconfigurarla como mejor se adapte a tus necesidades.
:00-:05 – Inicio  - Primeros 5 minutos: Pide al Espíritu Santo que te ayude, luego haz actos de fe, esperanza y caridad. Di a Dios cómo crees, confías y sientes amor por Él. Pide más fe, esperanza y amor.  Consejo rápido: Hay estupendas oraciones al Espíritu Santo y Actos de Fe, Esperanza y Amor en el Compendio.
:05-:15 – Adoración - Próximos 10 minutos: Adora a Dios. Él sostiene el universo como una semilla en la palma de su mano. Él es todopoderoso, todo bondad, más hermoso de lo que podemos imaginar y más real que las pequeñas cosas que percibimos tan fácilmente. Imagina a Cristo sentado a tu lado.  Y dile: “Oh Dios mío, adoro tu divina grandeza desde la profundidad de mi pequeñez; eres tan grande y yo tan pequeño”; o reza el Gloria Patri. Repite cuantas veces creas necesario. Consejo rápido: Prueba el Te Deum que está en el Compendio. Otras ayudas de la Escritura para la adoración: Éxodo 33,18-23; Cantar de los cantares 2,8-17; Mateo 2,1-11; Juan 1,1-18; Colosenses 1,15-20; Filipenses 2,6-11.
:15-:25 – Contrición - Próximos 10 minutos: Ofrece reparación. Lo que salva no es tu amor por Dios, sino Su amor por ti. Examina tu conciencia. Ofrece reparación por los pecados del mundo. Reza: “Oh Jesús mío, lo siento mucho. Perdóname”. (Imagina a Jesús en la cruz; besa cada llaga).Consejo rápido: Escrituras para contrición: 1 Corintios 13,4-7; Colosenses 3,5-10; 1 Timoteo 1,12-17; Santiago 3,2-12; 1 Juan 1,5 y 2,6; Salmos penitenciales: 6, 32, 38, 51, 102, 130, 142.
:25-:40 – Meditación - Próximos 15 minutos: Contempla la acción de Dios. Quizás quieras rezar meditativamente las Estaciones de la Cruz o un Rosario. O también:
Meditación de la Escritura. Lee un pasaje breve del Evangelio. Imagina la escena. Fíjate en las reacciones de Cristo. Piensa en tres formas en que ese pasaje se pueda aplicar a tu propia vida. Medita sobre cada línea.
Meditación doctrinal. Lee pasajes de la Escritura o del Catequismo que se apliquen a una doctrina de la Iglesia. Valora el plan de Dios y encuentra formas en que se aplique a ti. (Quizás: domingo, Resurrección; lunes, Encarnación; martes, Misericordia/Confesión; miércoles, Espíritu Santo; jueves, Eucaristía; viernes, Pasión; sábado, María).
Meditación vital. Observa tu propia vida profundizando en tu examen de conciencia. ¿En qué tipo de orgullo sueles caer más? Egoísmo (valorarte a ti por encima de todo), Vanidad (valorar por encima de todo las opiniones de los demás), Sensualidad (valorar primero la comodidad). Reza por las virtudes opuestas: Caridad (servir primero a los demás), Fidelidad (poner primero la opinión de Cristo), Disciplina (aceptar tus cruces).
:40-:50 – Acción de gracias - Próximos 10 minutos: Expresa gratitud por todos los dones de Dios. No te creó solamente a ti, sino que sostiene tu existencia por amor en cada momento.
Agradécele literalmente todo y sé específico: comida, techo, ropa, salud, familia, amigos, maestros, colegas de trabajo y, sobre todo, los dones espirituales: fe, esperanza, amor, este momento de oración, la fe católica, los discípulos que te llegaron. Da gracias a Dios por las respuestas a la oración. Agradécele las cruces. Agradécele haberte creado y preocuparse tanto por ti que murió por ti. Consejo rápido: Escrituras para agradecimiento: Génesis 1; Génesis 8,15-22; Job 1,13-22; Daniel 3,46 ss.; Mateo 6,25-34; Lucas 17,11-19; Salmos: 8, 65, 66, 100, 111.
:50-:55 – Petición a Dios - Próximos 5 minutos: Pide a Dios por tus necesidades y las de otros. Él es el rey del universo. Él lo controla todo, incluso cuando no resulta tan obvio. Reza por la Iglesia, por las intenciones del Papa, por aquellos que sufren, por los sacerdotes y obispos, por los religiosos y religiosas, por las vocaciones, por tu país, por tu familia, por lo que más necesites en tu vida espiritual. Reza por la paz y la protección de la institución de la familia. Reza por quienes te han pedido oraciones.
:55-1:00 - Finales 5 minutos: Haz una resolución de actuar a la luz del Espíritu Santo que has recibido: algo realizable y comprobable. Pide a la Santa Madre que te ayude, quizás con oraciones marianas del Compendio.


sábado, 14 de marzo de 2020

Nuevo Pàrroco en San Cipriano



Desde el mes de julio de 2019, fué designado como Párroco de la Parroquia de San Cipriano, dentro de la Vicaría Episcopal Territorial de San Pedro, el Padre Carlos Mario Charry Rodríguez, quien con anterioridad se había desempeñado como Párroco en la Parroquia de Santa Maria Madre de Jesús.

El Padre Carlos Mario, naciò en Medellín el 20 de octubre de 1973 y cursó sus estudios en el Seminario Mayor de Bogotá. La comunidad parroquial de San Cipriano ha expresado su acogida al nuevo Párroco, quien rápidamente ha entrado en contacto con sus fieles y los grupos pastorales. Desde este blog damos gracias a Dios por su llegada y le acompañamos con nuestras oraciones.


martes, 10 de marzo de 2020

Tratar a Jesucristo

Tomado de la obra "Es Cristo que pasa" de San Jose María Escrivá de Balaguer, destacamos las siguientes líneas, que invitan a una reflexiòn, propia del tiempo litúrgico que vivimos.

No ama a Cristo quien no ama la Santa Misa, quien no se esfuerza en vivirla con serenidad y sosiego, con devoción, con cariño. El amor hace a los enamorados finos, educados; les descubre para que los cuiden, detalles a veces mínimos, pero que son siempre expresión de un corazón apasionado. De este modo hemos de asistir a la Santa Misa. Por eso he sospechado siempre, que los que quieren oír una misa corta y atropellada, demuestran con esa actitud poco elegante también, que no han alcanzado a darse cuenta de lo que significa el Sacrificio del altar.

El amor a Cristo, que se ofrece por nosotros,nos impulsa a saber encontrar, acabada la Misa, unos minutos para una acción de gracias personal, íntima, que prolongue en el silencio del corazón esa otra acción de gracias que es la Eucaristía.¿Cómo dirigirnos a Él?, ¿còmo hablarle?  ¿Cómo comportarse?

No se compone de normas rígidas la vida cristiana, porque el Espíritu Santo no guía a las almas en masa, sino que, en cada una,  infunde aquellos propósitos, inspiraciones y afectos que le ayudarán a percibir y a cumplir la Voluntad del Padre. Pienso, sin embargo, que en muchas ocasiones el nervio de nuestro diálogo con Cristo, de la acciòn de gracias después de la Santa Misa, puede ser la consideraciòn de que el Señor es, para nosotros, Rey, Médico, Maestro, Amigo.


jueves, 20 de febrero de 2020

Tercera Etapa de nuestro Plan E: Nuevo Ritmo

Como es de conocimiento general en nuestra ciudad capital, la Arquidiócesis de Bogotà ha venido impulsando, desde hace màs de 6 años, en el ámbito de la evangelizaciòn el Plan E, mediante el cual los catòlicos nos hemos ido compenetrando con un nuevo enfoque misionero que nos permita atender el mandato del Señor que leemos en Marcos 16,15 "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda creatura".

La implementaciòn del Plan viviò su primera etapa, denominada "el Gran Giro", que implicò transitar un camino de conocimiento, comprensiòn y acogida de un espìritu de renovaciòn , que motivò una revisiòn crìtica de nuestras experiencias evangelizadoras y a asumir un nuevo paradigma misionero. En este sentido,tres propòsitos iniciales animaron el desarrollo de esta etapa: 1. Salir al encuentro de Dios en la regiòn capital, 2. Hacernos compañeros de camino para discernir, anunciar y secundar la obra que el Espìritu esta realizando, transformando la historia de cada uno en una una historia de salvaciòn. 3. Ser fermento de la sociedad desde el Reinado de Dios por la comuniciòn y el servicio. Tres tipos de experiencias fueron vitales en el desarrollo de los propòsitos del Plan E: Se efectuaron recorridos urbanos y rurales, con una actitud contemplativa para reconocer lo que ocurre en la vida de la ciudad y distinguir la voz de Dios en medio en medio de multiformes situaciones. Se realizaron visitas a instituciones de servicio especialmente a los pobres y personas en condiciòn de vulnerabilidad para contemplar la presencia de Dios en medio de las acciones humanas inspiradas en su misericordia. Igualmente se realizaron varios cine-foros que facilitaron la reflexiòn personal de los participantes y valorar el compromiso cristiano que contiene los procesos de conversiòn personal.

Habièndose realizado el discernimiento evangèlico de la informaciòn recogida en las experiencias antes descritas, se identificò un problema focal y una idea fuerza para trabajar. El problema focal establecìa que la Arquidiòcesis de Bogotà, como pueblo de Dios que peregrina en medio de esta ciudad región, muestra una débil adhesiòn a la persona de Jesucristo y a su proyecto del Reino, que le impide leer e interpretar, en las circunstancias actuales de pluriculturalidad, cambios permanentes e injusticias sociales, los signos de la presencia salvadora de Dios para ponerse a su servicio. Se concluìa que prevalece un modo de ser Iglesia, caracterizado por una pastoral de conservaciòn, sin ìmpetu misionero, de simple gestiòn de pràcticas religiosas, poca participaciòn, activismo individual y asistencialismo.

Surgiò asì una idea fuerza a la luz de la Palabra de Dios que contiene todos nuestros anhelos de la Iglesia y del estilo de evangelizaciòn que queremos llevar a cabo. Surgiò asì mismo un lema de la Arquidiòcesis dentro del Plan E, expresado asì: La Arquidiòcesis de Bogotà en Jesucristo, sal de la tierra y luz del mundo.

Dentro de las renovaciones de Iglesia que suscitò este trabajo anterior, la Arquidiòcesis en desarrollo de la etapa del "Nuevo Rumbo" motivò en las comunidades eclesiales parroquiales algunos cambios en su organizaciòn y funcionamiento que dieron vida a una nueva concepciòn del antìguo Consejo Parroquial, transformàndolo en los EPEM (Equipo Parroquial de Evangelizaciòn Misionera) los cuales buscan, desde entonces, ser un organismo de representaciòn de todos los fieles laicos comprometidos, que en torno al Pàrroco, con una visiòn de conjunto y con un gran espìritu de comuniòn  misiòn, acompañen y lideren el camino del conocimiento de la realidad de la comunidad parroquial, para cumplir la terea evangelizadora en el contexto local.

Surgieron igualmente, los Consejos Parroquiales de Asuntos Econòmicos que contribuyen con su servicio a una administraciòn de los bienes dentro del conjunto del proceso evangelizador que la comunidad estè desarrollando.Es un órgano de carácter estable y consultivo que ayuda al Pàrroco, Representante Legal de la Parroquia.

Se destaca igualmente en esta etapa del Nuevo Rumbo, la formaciòn en la Escuela de Animadores de la Evangelizaciòn, la cual ha venido adelantando una importante labor de preparaciòn de los laicos  miembros de los equipos pastorales y de evangelizaciòn, con el soporte de materiales impresos que ayudan en la labor pedagògica correspondiente.

Ahora, nuestra Arquidiòcesis aborda las tareas de la Tercera Etapa del Plan E, denominada Un nuevo ritmo, prevista para ser desarrollada en el perìodo comprendido entre diciembre de 2019 y diciembre de 2022. La meta de esta etapa està descrita asì: "Los miembros del Pueblo de Dios, integrados en nuevos espacios comunitarios y en los diversos escenarios de la sociedad plural, viven la comuniòn y participación, con una clara conciencia diocesana, y ejercen su compromiso evangelizador de manera inculturada y con espìritu misionero, logrando generar una nueva presencia de la Iglesia en la regiòn capital".

Surge asì, el documento No.8 del Plan E, actualmente en distribuciòn en las parroquias, titulado El Nuevo Ritmo - Juntos para Evangelizar, cuya caràtula publicamos en esta entrada. La dimensiòn social de la  evangelizaciòn serà uno de los acentos fundamentales de esta nueva etapa. Una Iglesia en salida, acompasados por la alegría de la renovaciòn de nuestra adhesiòn al Señor y por el gozo de reconocernos miembros de una misma Iglesia, con una ruta trazada y con la experiencia reconfortante de haberla comenzado a recorrer juntos.