San Cipriano desempeñó un papel importante en la historia de la Iglesia
y en el desarrollo del pensamiento cristiano en África. Convertido al cristianismo
en edad adulta, el santo dedicó todos sus esfuerzos a mantener viva la fe de la
Iglesia tras ser decretada un violenta persecución contra los cristianos.
Fue desterrado a Curubis por varios años, hasta que el pro-cónsul Máximo ordenó
su regreso para que compareciera ante él. Trató de obligarlo a desistir de su
fe, pero el Obispo se mantuvo firme, por lo que fue decapitado en Cartago el 14
de septiembre del año 258. Cuando se le avisó que había sido condenado a
muerte, respondió: "¡Alabado sea Dios!" y dio 25 monedas de oro al
verdugo que debía cortarle la cabeza.
MEDITACIÓN SOBRE
TRES PENSAMIENTOS DE SAN CIPRIANO
I. ¿No es acaso gran locura, dice este gran santo, amar esta vida en la
que tanto se sufre, y huir de la muerte que debe libramos de todos nuestros
males? Cristiano, tú crees en el paraíso; ¿Por qué, pues, te adhieres a esta
vida que te mantiene alejado de él? ¿Por qué temes la muerte que pone fin a tus
penas y da comienzo a tu felicidad? ¿Si tuvieses fe viva, tendrías acaso estos
sentimientos? ¡Qué locura es amar las aflicciones, las penas y las lágrimas del
mundo, y no tender hacia una felicidad que no puede sernos arrebatada! (San
Cipriano).
II. ¿Por qué amas el mundo con sus placeres y honores? Si tú no escuchas sus
máximas, si no sigues sus ejemplos, él te desprecia y maltrata; si haces su
voluntad, se convierte en tu amigo, te halaga, te acaricia, pero no lo hace
sino para perderte con más seguridad. ¿Por qué, pues, amar a tu enemigo? ¿Por
qué amarlo, cuando sabes que tu complacencia jamás lo satisfará, y sus placeres
jamás te harán feliz?
III. ¿Por qué no amas a Jesucristo? Él te amó cuando aún eras su enemigo; murió
por ti en una cruz; te promete el cielo en recompensa de tu amor. y sin
embargo, en vez de amarlo, lo ofendes todos los días; te pones de parte del
demonio su adversario. ¿Qué te ha hecho Jesucristo para que lo trates tan
cruelmente? Puesto que el mundo te detesta, ¿por qué amas al que te odia? ¿Por
qué más bien no amas a quien te redimió? (San Cipriano).
El desprecio del
mundo
Orad por los que están en pecado mortal.
ORACIÓN
Haced, os lo rogamos, Señor, que la solemnidad de los bienaventurados mártires
y pontífices santos Cornelio y Cipriano nos haga experimentar los efectos de su
protección, y que su gloriosa intercesión nos haga agradables ante vuestra
divina Majestad. Por J. C. N. S. Amén.
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Tomado de: http://devocioncatolica.blogspot.com/2012/09/santoral-catolico-16-de-septiembre.html