domingo, 31 de julio de 2011

BAZAR EN NUESTRA PARROQUIA

Una vista panorámica de nuestro templo a las10:00 a.m. Un dia muy soleado!


Un aspecto de la Eucaristía presidida por el Padre Miguel Angel Aragón.

El Padre John Henry Buitrago visita el toldo de la venta de postres ofrecidos por los Ministros Extraordinarios de la Comunión.







Hoy domingo 31 de julio, los integrantes de la Parroquia de San Cipriano celebramos nuestro Bazar para la recolección de fondos, destinados a financiar la obra civil de desvío de los tubos del acueducto, que pasan actualmente por debajo del predio del templo parroquial. Es la primera de varias actividades que se adelantarán para este efecto, ya que los requerimientos de capital para el efecto están sobre los $300.000.000.

El Señor nos regaló un día muy soleado y una importante participación comunitaria. La programación inició con la celebración de una Eucaristía a las 9:00 a.m., presidida por el Párroco John Henry Buitrago M.S.A. concelebrada por los Padres Humberto Zapata y Frey Martín Macera, primer párroco y último párroco de San Cipriano respectivamente.

Los miembros de la comunidad y visitantes tuvieron la oportunidad de degustar diferentes muestras de la comida típica colombiana, tales como carne asada con guacamole, mazorca, ají, papa y ensalada, fríjoles antioqueños, sopa de mondongo, tamales, arepa de huevo, empanadas, pasteles y una amplia variedad de postres y bebidas. No se consumieron bebidas alcohólicas.



La animación musical fue estupenda y hubo la presentación de un grupo de música norteña, que hizo las delicias de los amantes de este género musical. Tampoco faltaron los juegos de mini-tejo, rana y concursos de baile. El acto estuvo acompañado por varios miembros de la policía nacional.



Con ocasión de la misa de 12:00 m. presidida por el Padre Miguel Ángel Aragón, penúltimo párroco de San Cipriano y concelebrada por el Padre Frey Martín Mancera, la comunidad hizo una presencia tan amplia que, dos horas después de la celebración en el bazar los diferentes platos se habían agotado en un 90%. La respuesta de los fieles fue muy buena y parte del aprendizaje que dejó, es que una próxima celebración de un acto de este tipo, deberá contar con una provisión mayor en toda su parte gastronómica.



Observamos también la visita de varios sacerdotes de los Misioneros de los Santos Apóstoles quienes ayudaron en diferentes actividades. El reencuentro de los antiguos párrocos con la comunidad fue muy gratificante y fueron muy calurosamente recibidos. Publicamos varias fotos de este reencuentro.



La colaboración de los Diáconos Jaime Montealegre en la Tesorería y Diego en los actos litúrgicos fue muy valiosa. Todos los grupos pastorales de la Parroquia, sus pequeñas comunidades y los Ministros de la Eucaristía y Ministros Lectores contribuyeron donando los diferentes alimentos que allí se ofrecieron. Incluso varios de los enfermitos que reciben la Comunión en sus hogares, se desplazaron ayudados por sus familiares, para hacerse presentes en el Bazar, confirmando así el lema de la Parroquia: “Comunidad de Comunidades”.

miércoles, 27 de julio de 2011

Enfrentando la muerte acompañado y con esperanza



Las circunstancias en torno a la muerte son importantes no sólo para la persona que fallece, sino también para los que se quedan
Autor: Tadeusz Pacholczyk Fuente: Catholic.net


Cuando doy alguna plática sobre las decisiones de fin vida, a veces al concluir se me acerca alguien del auditorio con algún comentario más o menos así: “Sabe, Padre, mi mamá murió hace seis años, y viéndolo ahora en retrospectiva, no estoy seguro si las decisiones que tomamos mis hermanos y yo en cuanto a su cuidado fueron las correctas”. Comentarios como éste nos recuerdan que las circunstancias en torno a la muerte son importantes no sólo para la persona que fallece, sino también para los que se quedan.

El “bien morir” generalmente implica la confluencia de muchos elementos: morir rodeado de nuestros seres queridos, preferentemente en el hogar o en un ambiente de casa hogar para cuidados terminales; recibir el tratamiento adecuado para controlar el dolor; tener los tratamientos médicos razonables (evitando aquellos injustificadamente pesados); estar en paz con la familia y amigos; estar en paz con Dios (y recibir los últimos sacramentos); y unirnos con Cristo en su momento de sufrimiento.

Cuidar de aquellos que padecen y sufren nos enfrenta a un doble reto: tomar decisiones éticas por ellos en cuanto a sus tratamientos, y asegurarles un ambiente que los apoye y enriquezca humanamente mientras se acercan a sus últimos días y horas.

Al brindarle a la persona próxima a morir un entorno de dedicación y esmero le ayudamos enormemente a superar sus sentimientos de aislamiento. La Hermana Diana Bader, O.P., nos describe muy bien el reto de hoy en la atención médica:

“En épocas pasadas, el morir era algo que se enfrentaba en comunidad. Los más allegados al paciente hacían ministerio de diversas maneras: lo cuidaban y oraban con él; lo escuchaban, conversaban, reían y lloraban con él. En solidaridad, la comunidad siempre cercana y siempre unida, se hacía cargo de la dolorosa experiencia. Hoy en día, debido a la excesiva dependencia de la tecnología médica, la muerte ha pasado a ser considerada cada día vez más como un fracaso de la ciencia médica. Los pacientes terminales institucionalizados se sienten alejados del calor humano y de la compasión, privados de la presencia humana por la tecnología que domina en el ambiente institucional, que es donde se viven casi todos los momentos particulares del proceso”.

Proporcionar un ambiente humanamente enriquecedor a quienes están enfrentando la muerte significa explícitamente poner atención a la presencia y contacto humanos, aun en medio de la abundante tecnología que pudiera estar alrededor del paciente.

Por ejemplo, gracias al impresionante desarrollo de las sondas alimenticias, el nutrir e hidratar al paciente que tiene dificultad para ingerir su alimento oralmente, se ha convertido ya en cosa relativamente simple. Estas sondas, particularmente cuando se insertan de manera directa en el estómago, son un medio altamente efectivo para asegurar la nutrición e hidratación de los pacientes en diversos tipos de instituciones. Sin embargo, la facilidad de inyectar al estómago el alimento y los líquidos con esta sonda significa que después de cada inyección el personal médico puede pasar rápida y eficientemente al siguiente paciente, descuidando tal vez la necesidad humana misma de acompañamiento. El personal tal vez prefiera la eficiencia de estas sondas, pero el contacto humano quizá se reduce con este proceso.

Si el paciente puede todavía ingerir oralmente pequeñas cantidades de alimento, sería preferible alimentarlo manualmente en lugar de recurrir a la sonda. Al dedicar tiempo, esfuerzo y amor alimentando con la mano a otra persona estamos propiciando un contacto humano muy valioso, mismo que no debiera sacrificarse en un afán de mecanizar la atención médica o de ahorro económico. Con esta atención dedicada de nuestra parte por ser verdadera presencia hacia quienes enfrentan la muerte estamos manifestando solidaridad humana, reafirmamos su dignidad de personas, expresamos benevolencia y mantenemos el lazo de comunicación humana con ellos. Esto también los ayuda enormemente a superar su sentimiento de soledad y el temor de ser abandonados.

Tener compasión hacia los que sufren es mucho más que sentir lástima sin apego. Más bien, es una verdadera voluntad de entrar en su situación. La palabra compasión (de las raíces latina y francesa com “con” y pati “sufrir”) significa “sufrir con”, sufrir junto con, participar en el sufrimiento. El Papa Benedicto XVI dejó muy en claro en 2007 la importancia de la compasión, al escribir:

“Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana. ... En efecto, aceptar al otro que sufre significa asumir de alguna manera su sufrimiento, de modo que éste llegue a ser también mío. ... La palabra latina consolatio, consolación, lo expresa de manera muy bella, sugiriendo un « ser-con » en la soledad, que entonces ya no es soledad”.

Sufrimos junto con nuestros seres queridos, conscientes de que interiormente parte de nosotros también sufre y muere cuando alguien a quien amamos sufre y muere. Nuestra comunión con ellos en cuanto humanos y nuestra solidaridad en sus sufrimientos nos conducen invariablemente, tanto a nosotros mismos como a los que se nos adelantan, a participar del misterio y la gracia del bien morir.

El Padre Tadeusz Pacholczyk hizo su doctorado en neurociencias en la Universidad de Yale y su trabajo post-doctoral en la Universidad de Harvard. Es Sacerdote para la Diócesis de Fall River, Massachusetts, y se desempeña como Director de Educación en el Centro Nacional Católico de Bioética en Philadelphia. The National Catholic Bioethics Center: www.ncbcenter.org Traducción: María Elena Rodríguez.

lunes, 25 de julio de 2011

Cuando yo ya no pueda



Hoy, un día para ponernos en contacto personal con ellos y llevarles nuestra escucha, nuestra paciencia, nuestro amor y nuestro agradecimiento. Ellos lo agradecerán!

26 de julio: Día de los Abuelos



Fuente: AICA. El obispo de Gualeguaychú, Entre Ríos (Argentina), Monseñor Jorge Eduardo Lozano, consideró que en el trato con abuelos hay dos cosas a prestar atención porque, advirtió, “pueden hacerlos sufrir mucho. Una tiene que ver con la familia y otra con la sociedad en general”. “La familia es lo primero. Y así como es fuente de gran alegría, también lo es de sufrimiento. ¡Cómo sufren ellos por las peleas de los hijos o los nietos! O por las separaciones de la unión matrimonial. Son momentos en que el dolor los puede cargar de angustia y amargura. No es que a ellos solos les preocupa y no a los de otras edades. Es que ellos no se ‘distraen’ de los asuntos familiares y se quedan horas (o todo el día) masticando angustia”, describió en su columna semanal en el diario Crónica, a la que tituló “Viejos son los trapos”.



El prelado destacó que “suelen tener también una sensibilidad particular a algunos gestos de desatención, y que a veces pueden tomar como desprecio, aunque no sea ese el sentimiento en la familia.



Tienen ‘frágil el corazón’ por la cantidad de años vividos con intensidad. Me lo imagino como a esa camisa gastada en los codos de tanto uso y que se puede romper si no se le trata con delicadeza”. “Lo otro que también los hace sufrir es el olvido de la sociedad –alertó-. Un olvido manifestado en la magra jubilación para quien trabajó y aportó toda la vida y ahora no le alcanza para remedios. O una sociedad que privilegia el consumo desmedido, y ellos no están entre los grandes gastadores de plata. O una sociedad que banaliza el lugar de la mujer y el varón, mostrándoles en actividades de burla el amor o la fidelidad”.



Monseñor Lozano recordó que “un sacerdote muy sabio nos enseñó hace muchos años a unos sacerdotes jóvenes: ‘Los abuelos necesitan poco, pero lo poco que necesitan, lo necesitan mucho’, y nos ponía como ejemplo la visita a los hogares de abuelos. ‘Si a uno de ellos le decís que vas a ir el martes a las 17 hs., seguro que el lunes a la tarde ya está esperando ese momento. Y si llegás 10 o 15 minutos tarde, se queda con la preocupación de si te habrás olvidado de ir’”, memoró. “Sé que la situación de algunos abuelos no es fácil, y que es distinto según estén en una casa grande con su familia, o en un pequeño departamento, en un barrio o en una ciudad grande o pequeña. Pero abuelos y abuelas necesitan en cualquier parte de nuestro cariño, ternura y gratitud.



El Papa Juan Pablo II escribió en una Carta a los Ancianos: ‘Honrar a los ancianos supone un triple deber hacia ellos: acogerlos, asistirlos y valorar sus cualidades’”, señaló. Monseñor Lozano dirigió, además, una palabra especial para los sacerdotes mayores. “Ellos han sostenido en su cariño y oración a nuestras comunidades. Nos dan ejemplo de perseverancia en la fe y en el servicio a los hermanos. Tengamos también hacia ellos un afecto cercano y agradecido”.



“El próximo martes 26 de julio se celebra la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, los papás de la Virgen María, y los abuelos de Jesús. Por ese motivo se lo ha tomado como Día de los Abuelos. A ellos vaya nuestro cariño y reconocimiento sencillo en estas líneas”, concluyó.

domingo, 24 de julio de 2011

Benedicto XVI subraya la importancia de la “conciencia recta”



CASTEL GANDOLFO, domingo 24 de julio de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI introdujo hoy el rezo del Ángelus con los peregrinos presentes en el patio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, con una reflexión sobre la importancia de la “recta conciencia” en la vida del hombre.



El Papa quiso reflexionar sobre la primera lectura de la liturgia de hoy, en la que un jovencísimo e inexperto rey Salomón pide, y obtiene, de Dios la sabiduría necesaria para gobernar al Pueblo de Israel.



Cada hombre “tiene una conciencia para ser en un cierto sentido 'rey', es decir, para ejercitar la gran dignidad humana de actuar según la recta conciencia, obrando el bien y evitando el mal”, explicó el Papa.



Cuando Salomón pide “un corazón dócil”, prosiguió el Pontífice, se refería, según la Biblia, no a un órgano concreto, sino “al centro de la persona, la sede se sus intenciones y de sus juicios. Podríamos decir: la conciencia”.



“Corazón dócil” significa “una conciencia que sabe escuchar, que es sensible a la voz de la verdad, y por esto es capaz de discernir el bien del mal”.



El ejemplo de Salomón, subrayó el Papa, “vale para cada hombre”, en el que debe formarse “una conciencia siempre abierta a la verdad y sensible a la justicia”.



“La conciencia moral presupone la capacidad de escuchar la voz de la verdad, de ser dóciles a sus indicaciones”, añadió.



Este discernimiento lo necesitan especialmente “las personas llamadas a tareas de gobierno tienen, naturalmente, una responsabilidad ulterior”, y que “por tanto – como enseña Salomón – tienen aún más necesidad de la ayuda de Dios”.



“Una mentalidad equivocada nos sugiere pedir a Dios cosas o condiciones favorables; en realidad, la verdadera calidad de nuestra vida y de la vida social depende de la recta conciencia de cada uno, de la capacidad de cada uno y de todos de reconocer el bien, separándolo del mal, y de buscar llevarlo a cabo con paciencia”, añadió.



Por último, propuso como modelo a la Virgen María, cuyo “corazón” fue “perfectamente dócil a la voluntad del Señor”.



“Aun siendo una persona humilde y sencilla, María es una reina a los ojos de Dios, y como tal la veneramos nosotros”, concluyó.

sábado, 23 de julio de 2011

Los enfermos nos evangelizan




El jueves 21 de julio pasado, se realizó una conferencia para Ministros Extraordinarios de la Comunión de San Cipriano, en el Salón Parroquial, entre las 7:30 p.m. y las 9:00 p.m. El expositor del tema fué el Sr. José Antonio Alaba, Coordinador de la Pastoral de la Salud, en la Parroquia San Juan de Ávila.

Algunas de las ideas centrales de la conferencia, las resumimos en los siguientes puntos:



  • Cuando el Ministro lleva la comunión a los enfermos, realmente es Él quien nos lleva a nosotros. Lo acompañamos.

  • Nos enseñan a ser persona, por encima del tener y del poder.


  • Nos recuerda la realidad de la vida humana.


  • Nos invitan a re-descubir valores que hoy están en crísis: paciencia para afrontar el dolor y la dificultad,el aprecio y respeto por la salud, así como por el Don inestimable de la vida, la solidaridad frente al que sufre.


  • Nos invitan a perseverar en la lucha.




A nivel de nuestra fe, nos ofrecen:





  • La trascendencia de la vida humana


  • Afrontar la realidad de la muerte en esta vida temporal


  • Testimoniar que la cruz, el dolor y el sufrimiento hacen parte de la vida


  • Suscitan en nosotros sentimientos de esperanza cristiana, de seguridad en la resurección y la vida eterna.

Con San Camilo de Lelis, Patrono de los agentes de Pastoral Social, nos permiten ver a Cristo en los enfermos, y al mismo tiempo, ser Cristo para los enfermos. Los enfermos nos evangelizan con su testimonio y la manera como muchos de ellos, asistidos por el Espíritu Santo, afrontan su propia pascua.


Esta conferencia hace parte del proceso de formación para los Ministros Extraordinarios de la Comunión, que ha previsto la Parroquia a través de la Coordinadora del Ministerio Sra. Maruja Herrera.

jueves, 21 de julio de 2011

Reunión fraternal de la Koinonía Pescadores



El pasado miércoles 20 de julio, los miembros de la Pequeña Comunidad "Pescadores" realizó una fraternal reunión de integración en el sector de La Calera, a la cual asistieron 25 personas, entre miembros, sus familiares y el Coordinador de Pequeñas Comunidades Sr. Héctor León.




El paseo a la residencia de la familia Casas en La Calera, ya se ha convertido en un programa tradicional de los últimos años, que sirve de ocasión de integración y sano esparcimiento de sus integrantes. El día estuvo algo frío pero afortunadamente sin lluvia, con la excepción de una llovizna "espanta-flojos" de no más de 15 minutos. Dentro de las actividades de integración no faltó en la ida y el regreso el momento de oración, los cantos, el baile, las "penitencias" para los que perdían la concentración dentro de las dinámicas, y un magnífico "sancocho trifásico" que fué preparado entre todos. La anfitriona, Doña Susana y sus hijas Patricia y Luz Mery nos atendieron maravillosamente y al final de la tarde, degustamos un exquisito arroz en leche que algunos repetimos.



Las fotos que acompañan esta información muestran 2 momentos del dia de integración.

sábado, 16 de julio de 2011

La familia nos salvará

Por considerarlo de valor universal y actual, transcribimos este artículo escrito por Monseñor Felipe Arizmendi Esquivel. Obispo de San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas (México) Tomado de ZENIT.org


VER

No; no me refiero a la organización criminal ligada al narcotráfico denominada “La familia”, que opera principalmente en Michoacán, sino a la constituida en forma estable y armónica por un hombre, una mujer y sus hijos. En ella hemos crecido la mayoría. Es el punto de arranque en la configuración de nuestro modo de ser. Unos la califican en forma despectiva como tradicional, pero es todavía uno de los mayores tesoros en América Latina.


Hay quien presume de los cambios legislativos operados en la capital de nuestro país, que equiparan la familia y el matrimonio a la unión de homosexuales, como si fuera un avance progresista, cuando que es un atentado a la misma sociedad. ¡Y así aspiran a puestos superiores!


Habría que ver qué tanta consistencia tiene su propio hogar y que los electores no se dejen impresionar por la demagogia. Los hogares disfuncionales, los divorcios, las infidelidades conyugales, la ausencia de padre o de madre, la violencia intrafamiliar, de ordinario generan adolescentes y jóvenes violentos, drogados, vagos, alcohólicos, resentidos sociales, pandilleros, presa fácil para ser enrolados en negocios sucios, narcotráfico, secuestro, extorsión, sicariato, etc.








La pobreza y la falta de trabajo no necesariamente generan violencia social, pues muchos procedemos de familias pobres, campesinas, y nuestros padres nos enseñaron a trabajar, a ser honrados, a respetar a los demás. Si hubiera más familias mejor estructuradas, gozaríamos de mayor paz social.



JUZGAR

El Papa Benedicto XVI, al describir en San Marino algunos fundamentos de la sana laicidad, afirma: “La Iglesia, respetuosa de la legítima autonomía de la que debe gozar el poder civil, colabora con él, al servicio del hombre, en la defensa de sus derechos fundamentales, de aquellas instancias éticas que están inscritas en su misma naturaleza. Por eso la Iglesia se compromete para que las legislaciones civiles promuevan y tutelen siempre la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural. Además, pide para la familia el debido reconocimiento y un apoyo efectivo.


De hecho, sabemos bien que en el contexto actual se pone en tela de juicio la institución familiar, casi en un intento de ignorar su irrenunciable valor. Los que sufren las consecuencias son los grupos sociales más débiles, especialmente las generaciones jóvenes, más vulnerables y por eso más fácilmente expuestas a la desorientación, a situaciones de auto-marginación y a la esclavitud de las dependencias. A veces, a las realidades educativas les resulta difícil dar respuestas adecuadas a los jóvenes y, faltando el apoyo familiar, a menudo éstos no pueden insertarse normalmente en el tejido social. También por esto es importante reconocer que la familia, tal como Dios la ha constituido, es el principal sujeto que puede favorecer un crecimiento armonioso y hacer que maduren personas libres y responsables, formadas en los valores profundos y perennes” (19-VI-2011).


ACTUAR


Protejamos la familia. Eduquemos en valores familiares. Impulsemos más la pastoral familiar. Donde hay armonía familiar, trabajo compartido, educación en valores humanos y cristianos, respeto mutuo, disciplina, fe en Dios y amor a los pobres, se construyen personalidades sólidas, estables, justas, fraternas, solidarias, respetuosas de los demás.


Legisladores y gobernantes: Valoren la familia, como cimiento de la paz social. Promuevan leyes que protejan su solidez, y no se dejen apantallar por quienes impulsan modelos de familia contrarios a la misma naturaleza. Sean ustedes mismos modelos de una familia estable, fiel, dialogante, paciente y cariñosa. Generen más fuentes de trabajo y revisen los contenidos educativos en las escuelas, para que haya más formación cívica y social, y los jóvenes tengan otras alternativas de desarrollo, sin ceder a la tentación de la violencia como forma de sentirse grandes en la vida.


Televisoras: Depuren sus telenovelas; no presenten aventuras eróticas e infidelidades conyugales como algo normal, pues ustedes construyen u obstruyen la educación para la familia.

martes, 12 de julio de 2011

Nuestra Eucaristía de julio

Martes 12 de julio de 2011. Son las 7:15 p.m. y el Diácono Jairo Hernández se encuentra concentrado en la preparación de la Eucaristía mensual de Pequeñas Comunidades de San Cipriano. Vamos llegando todos los miembros de las Koinonías y al ingresar al templo, nos encontramos con una disposición física de las sillas, que nos indica claramente que la celebración la haremos frente al Sagrario. El Diácono alista el Evangeliario sobre el ambón. Se dispone una pequeña mesa como altar frente al Tabernáculo y dos cirios con llama fuerte a cada lado.

Afuera llueve pertinazmente y sorprende encontrar que una conocida gotera que cae usualmente frente al Sagrario, esta noche no gotea.. Hay allí un ambiente especial. Estamos más cerca que de costumbre a Jesús Sacramentado. Magalis Blandón quien se ofreció para acompañar con cantos litúrgicos la celebración, rasga las cuerdas de su guitarra y entona algunos cantos de alabanza. Los seis coordinadores de Pequeñas Comunidades se disponen a ayudar en la organización de los últimos detalles previos a la celebración.

A las 7:30 p.m. el Padre Pompilio Moreno, nuestro Vicario Parroquial llega revestido y acompañado del Diácono, para dar inicio a la celebración Eucarística. Nos santiguamos con la señal de la cruz toda la Asamblea y quien preside expresa un saludo a todos poniendo de relieve la ocasión como una celebración comunitaria de las Koinonías. Identifica a dos nuevos miembros de la Comunidad Pescadores que están allí presentes y les expresa una cordial bienvenida. Se escucha la lectura de una monición de entrada que hace énfasis en la conversión y compromiso de fe en la vida comunitaria. Quien preside comunica la intención principal de la celebración: “Por la unidad de nuestra Comunidad de Comunidades en el Sagrado Corazón de Jesús” propuesta por la Koinonía “Pescadores”.

El Padre Pompilio invita a todos los participantes para que nos reconozcamos pecadores y expresemos al Señor nuestro arrepentimiento y petición de perdón. Unos pocos minutos de silencio exterior nos sirven para canalizar el ruido interior de nuestras culpas y debilidades, pidiendo al Señor su perdón y misericordia. Es un momento especial para comunicarle a Dios nuestro dolor y preocupación por nuestros errores.. un momento de verdad para hacernos conscientes que sin su ayuda nuestro caminar se hace muy difícil. Sólo Él es el camino, la verdad y la vida! Las preces expresadas en este instante así lo reflejaban: Tú, que has venido a sanar los corazones afligidos. Señor ten Piedad! Tú, que nos has amado hasta el extremo. Cristo ten Piedad! Tú, que nos has revelado el Amor del Padre. Señor ten Piedad! Nos ayuda a vivir este momento interior los cantos penitenciales de todos los participantes.

Entonamos todos un canto del Gloria, para reconocer a Dios su santidad, el honor, el poder y la gloria.

En la oración colecta, el Padre Pompilio pide a Dios Padre el que ilumine a los miembros de la Asamblea para que cumpliendo sus preceptos, puedan alcanzar la vida eterna.

Aliviados del peso de nuestros pecados por la confesión interior de ellos a Dios y consolados por la Misericordia de Dios, invocada y recibida en el acto penitencial, nos disponemos a celebrar la Liturgia de la Palabra.

La monición de lecturas propuesta por la Koinonía Filadelfia nos recuerda que: Hoy las lecturas nos indican cómo Dios en medio de nuestras dificultades, está dispuesto a proteger nuestra propia identidad, tal como nos lo muestra con Moisés en su tiempo. Así mismo a revisar y aumentar nuestra conversión, para reconocer que las cosas de la fe en el Señor, son fundamentales para nuestro crecimiento como personas y bautizados.

Escuchamos la proclamación de Éxodo 2. 1-15ª; Salmo responsorial 68, 3. 14. 30-31. 33-34. Y El Santo Evangelio según San Mateo 11. 20-24.

En la homilía el Padre Pompilio hace una detenida reflexión sobre cada uno de los textos sagrados. Destaca como Dios perdona a Moisés el pecado de haberle quitado la vida a un egipcio que atacaba a un hebreo y le señala una gran misión frente a la cual Moisés intentó evitar argumentando varias dificultades o carencias, para las cuales el Señor le proporcionó las ayudas necesarias. La imagen de un Dios que sale a nuestro encuentro, a contemplar la realidad de nuestras culpas, a proporcionarnos el perdón y ofrecernos una misión. Con relación al Salmo nos invitó a reflexionar cómo todos los que sufren encuentran en el Señor su escucha, su bondad y fidelidad. Por invitación de quien preside, algunos miembros de la Asamblea expresaron sus propias resonancias a estos textos sagrados. En su discernimiento del Evangelio, el Padre Pompilio nos invitó a revisar nuestra conversión y fe en el Señor. Expresó su preocupación por la manera como el relativismo de la vida contemporánea ha afectado los procesos de fe de algunas personas. Nos volvemos ciegos o indiferentes a la acción de Dios en nuestras vidas. Nos invitó a testimoniar en otros nuestra fe y a cumplir con la misión de llevarles la Buena Nueva a otras personas.

En éste último aspecto, muchos miembros de las Pequeñas Comunidades allí presentes, recordamos que nuestra misión está en la evangelización.

Reunidos allí con Jesús presente en el Sagrario, en un ambiente piadoso y de reflexión, hicimos la Oración de los Fieles, propuesta por la Koinonía Jesús mi Pastor, elevando súplicas a Dios Padre por la Iglesia, por los que sufren, por los cansados y agobiados, y por los enfermos y moribundos.






Pasamos luego a la liturgia Eucarística, momento culmen de nuestra celebración de fe. Iniciamos orando sobre las ofrendas, presentando el pan y el vino que habrán de convertirse minutos después en el cuerpo y la sangre del Señor. El sacerdote pronuncia la oración de gracias y alabanzas al Señor, conocida como Prefacio. Luego, extendiendo sus manos sobre el pan y el vino, invoca al Espíritu Santo, para que por su acción los transforme en el Cuerpo y la Sangre del Señor. ¡Qué misterio tan grande es este, establecido por el mismo Jesús!

Puestos de rodillas, como corresponde frente a la grandeza de Dios, allí presente, nuestros sentidos enervados en todo su poder no alcanzan a explicarse lo que con los ojos de la fe es perfectamente aceptado: Jesús esta allí en el copón y sobre la patena. Son el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo! Qué humildad Dios mío la de Jesús… reduciéndose a un pedacito de pan y un poco de vino, para por efecto de la transustanciación que opera en la consagración, hacerse realmente presente! En consecuencia aclamamos allí el misterio central de nuestra fe. Presentamos allí este sacrificio de Jesús en comunión con toda la Iglesia, por el Papa, los obispos, los difuntos y todos nosotros.

El sacerdote ofrece allí al Señor el Cuerpo y la Sangre de Jesús, pronunciando una oración conocida como Doxología. Es un momento muy especial. Jesús continúa intercediendo por nosotros ante el Padre! Oramos el Padre Nuestro y alegres pasamos a recibir a Jesús Pan de Vida. Una gracia muy grande. En mi interior me digo: ¿Quién soy yo, para que mi Señor venga a hacerse uno conmigo? Allí solo brotan en nuestro pensamiento y nuestro corazón expresiones de gratitud por poder vivir esta experiencia de fe, por la vida que nos da con su alimento y por la comunidad que nos ha regalado para llegar a Él.

Recibimos la bendición final del sacerdote y concluimos nuestro encuentro con un ágape fraterno. La Eucaristía, un tesoro muy grande, para el que estas sencillas palabras se quedan cortas en su descripción. Ayúdanos Señor a darte a conocer a otros hermanos, para que te descubran en tu maravillosa presencia y accedan por la fe en ti, a compartir la vida eterna contigo.

lunes, 4 de julio de 2011

El proceso de Nueva Evangelización en Colombia

El proceso de Nueva Evangelización en Colombia a través del Sistema Pastoral del SINE (Sistema Integral de Nueva Evangelización) ha sido asumido por varios obispos de Colombia en 42 jurisdicciones eclesiásticas, quienes han organizado la Red de Nueva Evangelización en los últimos 7 años, ayudando al crecimiento espiritual de los fieles católicos, con el apoyo del Instituto de Formación en Nueva Evangelización.

Su Dirección está conformada por el siguiente equipo:


CONSEJO DIRECTIVO Dirección General y Coordinación:
Excmo. Sr. Darío de Jesús Monsalve M. Arzobispo de Cali
Excmo. Sr. Hernán Giraldo J. Obispo de Buga
Excmo. Sr. Héctor Epalza Q. Obispo de Buenaventura
Excmo. Sr. Édgar de Jesús García Gil Obispo de Palmira
Excmo. Sr. José Alejandro Castaño A. Obispo de Cartago
Pbro. Marco Antonio Guerrero G. Director General
Sr. Henry Arango Coordinador Académico / Gerente Administrativo de la librería
Srta. Martha Isabel Naranjo R. Asistente Red
Sr. Alejandro Bedoya Sánchez Librería Red.


Sus actividades se desarrollan en los siguientes temas:

· Encuentro Teológico Pastoral que revisa la fidelidad de los contenidos de la enseñanza que se dan en el SINE con relación a la doctrina cristiana y el magisterio de la Iglesia
· Asamblea de Obispos
· Retiros de Evangelización para sacerdotes
· Servidores de Evangelización Diocesana
· Capacitar en los diferentes niveles
· Formación a los equipos SED (Servidores de Evangelización Diocesana)
· Congreso de Nueva Evangelización
· Encuentro de Rectores y formadores de Evangelización.


Proceso:


· Kerygma
· Jornada Misionera con Casas de Reunión
· Retiro de Evangelización Fundamental que provoque un Pentecostés en la Comunidad
· Koinonías (construcción de comunidad) discípulos y apóstoles con compromiso misionero.
· La Comunidad: se integra con reunión semanal en la que se hace Oración, catequesis, edificación y solidaridad social, oración de intercesión.
· La misión – Es la salida a buscar a los alejados y llevar el primer anuncio a todo el territorio de misión. Tiene 3 etapas:


. La pre-misión: oración, sectorizar, preparar en equipo
· La realización de la misión: el visiteo y las casas de reunión
· La pos-misión: los tocados en el visiteo reciben el Retiro Kerigmático
· El visiteo permanente y organización de nuevas comunidades y laicos comprometidos en las funciones y ministerios, llegar a los enfermos y a los alejados. Comunidad evangelizada y evangelizadora. Servicio apostólico y social. Ir a todo el territorio parroquial.


El proceso de N.E. permite que las personas tengan un cambio en la manera de asumir su fe, identificar nuevas vocaciones para la vida sacerdotal o el compromiso laical en la misión. Así mismo promover la fraternidad del servicio al pobre. EL SINE es un camino más providencial para sacerdotes y laicos en la Evangelización.

Para obtener mayor información de este sistema, consulte la siguiente dirección en internet:
http://www.rednuevaevangelizacion.com/index.php/ Esta Red imparte un variado programa de cursos para formar agentes de la pastoral de evangelización al que pueden acceder todos los interesados.

viernes, 1 de julio de 2011

Reflexiones 3 de Julio de 2011



Reflexiones del Arzobispo de Bogotá, Mons. Rubén Salazar Gómez sobre nuestra relación con Dios, en el marco de los textos bíblicos del día 3 de julio de 2011.