Este vídeo recoge un momento muy especial de nuestra Iglesia de hoy. Con ocasión del III Retiro mundial de sacerdotes celebrado recientemente en Roma, S.S. Francisco se reunió con obispos y sacerdotes procedentes de todos los continentes del mundo.
En su exposición de ideas, el Papa en un lenguaje llano pero cariñoso, se refiere a los diferentes aspectos de la vida sacerdotal y muy
especialmente a la relación con los fieles en las comunidades parroquiales. La reflexión de fondo es el infinito y misericordioso amor del Padre y pide a los sacerdotes que se dejen transformar por dicho amor. Reiteró que el llamado al sacerdocio ministerial es un llamado al amor.
especialmente a la relación con los fieles en las comunidades parroquiales. La reflexión de fondo es el infinito y misericordioso amor del Padre y pide a los sacerdotes que se dejen transformar por dicho amor. Reiteró que el llamado al sacerdocio ministerial es un llamado al amor.
Aunque este video tiene una duración de 1 hora y 50 minutos, sugerimos buscar un espacio de tiempo en el cual poderlo ver totalmente. O en
otra forma, verlo por partes –en momentos diferentes- tomando en cuenta el contador de tiempo de vídeo que aparece abajo al costado izquierdo de la imagen, para retomar la visión del mismo a partir del minuto en que lo
suspendió en su observación anterior. La visión profundamente humana del sacerdocio que aquí expone el Papa, permite a sacerdotes y laicos que vean este video, conocer y/o comprender el valor, el significado y las dificultades que entraña dicho ministerio.
otra forma, verlo por partes –en momentos diferentes- tomando en cuenta el contador de tiempo de vídeo que aparece abajo al costado izquierdo de la imagen, para retomar la visión del mismo a partir del minuto en que lo
suspendió en su observación anterior. La visión profundamente humana del sacerdocio que aquí expone el Papa, permite a sacerdotes y laicos que vean este video, conocer y/o comprender el valor, el significado y las dificultades que entraña dicho ministerio.
El Papa hace una referencia sobre cómo evangelizar o según sus propias palabras “cómo kerigmatizar” al pueblo de Dios. Expresa su preocupación por las homilías que frecuentemente se hacen en muchos templos. Dice que 8 minutos –en promedio- son un tiempo suficiente para hacer una buena homilía. Destaca como guía que, una idea, una imagen y un sentimiento debidamente expresados en la homilía son suficientes para “poner lo mejor de mí para que el Espíritu Santo hable” y el mensaje llegue razonable y emotivamente a los fieles.
Indudablemente, este video es un documento que debe ser conocido por todo católico.