miércoles, 11 de noviembre de 2009
El Papa exhorta a amar a la Iglesia, a pesar de sus manchas
Al visitar la parroquia en que fue bautizado Pablo VI
CONCESIO (BRESCIA), domingo, 8 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI exhortó a amar a la Iglesia a pesar de sus sombras y manchas, como parte del compromiso asumido en el bautismo, al concluir este domingo una visita a la cuna de Pablo VI.
El pontífice quiso concluir este viaje de un día, visitando la parroquia de Concesio, pequeño pueblo situado cerca de Brescia, en la que fue bautizado Giovanni Battista Montini el 30 de septiembre de 1897.
En su homilía leída en el pequeño templo, el pontífice reconoció: "no es fácil ser cristianos".
"Se necesita valor y tenacidad para no conformarse con la mentalidad del mundo --añadió--, para no dejarse seducir de la potente llamada del hedonismo y el consumismo, para afrontar, si es necesario también, las incomprensiones e incluso persecuciones".
"Vivir el bautismo implica permanecer sólidamente unidos a la Iglesia, incluso cuando vemos en su rostro sombras y manchas".
"Ella nos ha regenerado a la vida divina y nos acompaña en todo nuestro camino: ¡amémosla, amémosla como a nuestra auténtica madre!", exhortó el obispo de Roma.
"Amémosla y sirvámosla con un amor fiel, que se traduzca en gestos concretos dentro de nuestras comunidades, sin ceder a la tentación del individualismo y del prejuicio y superando toda rivalidad y división", afirmó.
"Así seremos auténticos discípulos de Cristo", concluyó, recogiendo las enseñanzas y experiencias del Pablo VI sobre el bautismo, sacramento a través del cual tiene lugar "la transfusión del misterio de la muerte y resurrección de Cristo en sus seguidores".
El Papa concluía así una visita de casi doce horas a Brescia, dedicada a su predecesor, en la que inauguró la nueva sede del Instituto Pablo VI.
Por Roberta Sciamplicotti
sábado, 31 de octubre de 2009
¡Feliz Primer Aniversario!

Las Pequeñas Comunidades de la Parroquia de San Cipriano en Bogotá, queremos expresarle al Padre Ramón Alveiro Zambrano, Director del Canal de T.V. CRISTOVISION, y a todo su personal directivo, administrativo y operativo, nuestras sinceras felicitaciones por la labor de evangelización que vienen desarrollando, en beneficio de todo el Pueblo de Dios en Colombia.
La acertada programación del Canal se ha abierto un espacio en la teleaudiencia nacional de televisión por cable, que viene en permanente mejoramiento y se ha convertido en una fuente de sintonía para “ver el mundo con los ojos de Jesús”. La Iglesia Católica Colombiana tiene en CRISTOVISION uno de sus mejores de medios de evangelización masiva.
El Señor continúe bendiciendo la labor pastoral que CRISTOVISION realiza y el Espíritu Santo los ilumine con todos sus Dones y Carismas, para el bien de todos los que los seguimos a través del televisor.
Feliz Aniversario!
¡Haz que veamos...!
domingo, 11 de octubre de 2009
V CONGRESO DE LA ZONA PASTORAL DE SAN PEDRO

La conferencia central del Congreso la realizó Monseñor Juan Vicente Córdoba Villota S.J., Secretario General de la Conferencia Episcopal Colombiana, sobre el tema “El Sacerdocio Ministerial”, en el marco de una reunión en la que se recordaba el 150 aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, Juan María Vianney, así como la declaración de la Iglesia Católica para que en el año 2009 sea el “Año Sacerdotal”.
La exposición de Monseñor Córdoba que tomó cerca de dos horas, fue seguida con gran interés por todos los asistentes, debido a su lenguaje sencillo, grato y directo con el cual presentó en dos etapas el importante tema que le fue confiado. Haciendo uso de un fino humor matizó los diferentes puntos tratados, con apuntes y observaciones que le agregaron a su conferencia un alto interés por parte de todo su auditorio.
En la etapa inicial de su intervención, Monseñor Córdoba precisó el significado y alcance de la palabra evangelizar, que en griego significa “buena noticia”. Es decir, anunciar a Cristo muerto y resucitado. Planteó que existen cuatro maneras de seguir a Jesús, que a su vez representan 4 vocaciones en la Iglesia, así:
El Bautismo, que implica recibir la filiación de Dios, nos hace entrar a ser parte de la Iglesia y recibir al Espíritu Santo. Al respecto Monseñor indicaba que: “Ser bautizado es el mayor orgullo de todo miembro de la Iglesia. Somos hijos del Rey. Nuestro Padre es Rey”. Aquí se refirió a cuatro vocaciones particulares específicas del cristiano católico:
· El Laicado, cuya misión es evangelizar en el mundo, en las cosas temporales de dos maneras:
· En el matrimonio, para formar iglesia doméstica y que anuncie con su ejemplo el amor de Dios.
· En la soltería para el Reino de los Cielos, en castidad.
· En la vida religiosa para hombres y mujeres inspirados en un creador de una comunidad religiosa, que siguió a Jesús. Citó como ejemplo a San Ignacio de Loyola y a San Juan Bosco. El objetivo de la vida religiosa es ser signos con su vida del Reino de Dios. En el cielo poseemos nada menos que el amor de Dios. Se hacen votos de obediencia y de castidad, amando en plenitud a todos y no de manera exclusiva a unos pocos. Los religiosos también son laicos comprometidos.
Pasó a explicar posteriormente el término “sacerdote” a partir de la palabra presbítero que en griego significa anciano, sacherdos en latín, que significa el que es puente entre Dios y los hombres. Es el ministro que hace las veces de Dios en la tierra.

· EL Episcopado, que significa el que cuida el rebaño. Es la plenitud del sacerdocio. Gobierna, santifica y enseña en la Iglesia.
· El Presbiterado o Sacerdocio, que ayuda al Obispo a gobernar en su parroquia, enseñando y santificando a través de su labor pastoral. En celibato para amar a todos los hijos de Dios en plenitud.
· El Diaconado que se inspiró en la ayuda a los Apóstoles de Jesús. Se encargan de administrar la Parroquia y servir en todas las formas que le es posible. Se encarga de “administrar y repartir lo de los pobres y no quedarse con nada”.
Al respecto comentó que actualmente en la Iglesia Católica existen en el mundo, en cifras redondeadas, 800.000 sacerdotes, 4500 obispos y cerca de 80.000 Diáconos.
Igualmente aclaró que hay Diáconos con vocación de matrimonio y otros con vocación de celibato.
Desarrollando el tema central de su conferencia, Monseñor Córdoba se refirió al sacerdocio en los siguientes términos, cuyas ideas centrales presentamos así:
· Es un carisma, un regalo y un Don de Dios, a través del Espíritu Santo.
· Es un peregrino de la casa del Padre y que guía a otros para seguir ese camino.
· El sacerdote es fuente santidad
· Es un regalo de Dios, gratuito, para llevarle todo el rebaño, lo que determina la vocación de pastor. Ser voz de Dios. Es el encargado de interpretar los acontecimientos a la voz de Dios.
· Es Pastor de ovejas, pero… si tiene ovejas.
· Es luz para iluminar a todos después del bautismo.
· Es luz para iluminar la luz del bautismo.
· Es quien da el Pan Vivo bajado del cielo, con la acción del Espíritu Santo, dispensador de los misterios de Dios.
· Es el micrófono de Dios. Puente entre Dios y los hombres. Administra el perdón y consagra las especies Eucarísticas, no por sus méritos sino porque hace las veces de Cristo. Es las manos de Cristo en manos pecadoras que gobiernan la Iglesia. “Pido por ellos porque están en el mundo, pero no son del mundo” dijo Jesús.
Posteriormente, una vez concluida la conferencia, los asistentes nos distribuimos en varios salones del colegio anfitrión, para reflexionar aquellos sacerdotes que han marcado nuestra vida como cristianos.
Finalizó el Congreso con la celebración de una Eucaristía presidida por Monseñor José Roberto Ospina y la participación de un numeroso grupo de Diáconos de la Zona Pastoral de San Pedro. Una experiencia inolvidable de Iglesia y de reflexión en el año sacerdotal. Nuestra Parroquia estuvo representada por 20 laicos comprometidos, en representación de los diferentes equipos pastorales y liderados por el Padre Frey Martín Mancera M.S.A. y el Diácono Jaime Montealegre.
domingo, 27 de septiembre de 2009
ASI CELEBRAMOS NUESTROS PRIMEROS 10 AÑOS
Durante la celebración las Pequeñas Comunidades lucieron su nuevo logo, el cual estuvo impreso en unas banderitas que presentaron como ofrenda en el altar conjuntamente con el pan y las uvas. Así mismo cada uno de sus miembros lucieron un vistoso botón que contenía el nuevo logo, el nombre de la comunidad y el nombre del participante o miembro. De otra parte, los fieles asistentes a esta Eucaristía recibieron una “Hojita Dominical” íntegramente preparada por las Pequeñas Comunidades, en la que además se divulgaban la historia de algunas de ellas.
El Grupo Celebrativo dirigido por la Sra. Lucila de Céspedes tuvo a su cargo la animación con los cantos litúrgicos y las alabanzas.
Las comunidades a través de su Coordinador General, Sr. Héctor León, ofrecieron al Padre Martin y a los dos Diáconos unos arreglos florales y con frutas, en signo de agradecimiento por su orientación y apoyo.
Durante la homilía el Padre Martín destacó el que las P.C. hubieran alcanzado estos primeros 10 años de vida. Reconoció que como experiencia pastoral provienen del Sistema Integral de Nueva Evangelización (SINE) con origen en Centroamérica, pero destacó igualmente que son una opción de vida cristiana y católica que está muy difundida en varias diócesis y parroquias de Colombia. Puso de relieve el testimonio de vida que representan dentro de la Parroquia y que en parte caracterizan la acción pastoral de San Cipriano como Iglesia particular. Las animó a continuar adelante y a superar las dificultades que son naturales como organización de seres humanos pero centrados en Cristo Jesús.
Ese mismo día, las ventas de alimentos a la entrada del templo estuvieron a cargo de los miembros de la Pequeña Comunidad más reciente, denominada Piedra Viva y del Grupo Vocacional.
sábado, 26 de septiembre de 2009
Edificación Espiritual en la Comunidad
Edificarse significa ayudarse unos a otros a construir, a crecer en y hacia el Señor de donde todo el cuerpo recibe trabazón, cohesión y alimento.
Construir el Cuerpo y crecer en el Señor, hasta la talla adulta en Cristo Jesus, no quedándonos como niños pequeños y volubles, es lo que implica la edificación.
Edificarse mutuamente es tomarse de la mano, ayudándonos en todos los aspectos, sintiéndonos solidariamente responsables unos de otros, con preocupación, interés y cuidado mutuo.
En este sentido, la edificación mutua incluye la solidaridad, las cuales son la tarea central de la comunidad ypor eso deben ser elementos esenciales de sus reuniones, en importancia jerárquica y por el largo tiempo que se dedica a ellos en cada reunión.
El motor y el vínculo es el Espiritu Santo que derrama su amor y produce la unión en la integración de al comunidad.
Muchos grupos se quedan solo en lo devocional o en lo social, dedicando tiempo de su reunión sólo a alabar a Dios y a hacer ortación de unos por otros. Esto es bueno y es parte de la reunión, pero eso sólo no forma la comunidad. La edificación y la solidaridad son lo que constituye verdaderamente la comunidad.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Mensaje de Miguel Angel Aragón H., Pbro.
Apreciado Héctor y querida familia Sanciprianeña,
Cordial saludo. Me alegra mucho recibir esta invitación.
Ustedes saben que les quiero mucho en el amor del Señor. Lamento no poder acompañarles físicamente aunque les aseguro mis plegarias porque esa obra que Dios comenzó en Ustedes hace 10 años se complete de día en día.
Aquí en mi parroquia estamos en la Novena a la Virgen del Cedro, y nuestra fiesta comunitaria es el 04 de octubre… hay muchas cosas pendientes por hacer… Ustedes saben lo que es para una comunidad parroquial la fiesta patronal y la eucaristía mayor en compañía de su pastor…
Sigan adelante en la obra de la evangelización. Ella es la identidad de la Iglesia; su ser y su misión es ser portadora del Evangelio de Cristo. Continúen dando lo mejor de su testimonio en compañía de su párroco, para el bien de todo el pueblo de Dios.
No se dejen desanimar por las dificultades que puedan encontrar en el camino… al contrario, combatan el buen combate de la fe con según las fuerzas del Evangelio. (cf. 1 Timoteo 6, 12)
Dios les siga haciendo cada vez mejores discípulos y misioneros para que sus familias y su comunión de comunidades tenga la vida de Cristo.
Independientemente de los caminos que el Señor tenga para unos y otros, quisiera que por el tiempo que nos quede de vivir juntos la fe, podamos sentirnos con el mismo cariño y la misma fraternidad de cuando empezamos este sueño de hacer vida el mandato misionero al interior de los barrios y conjuntos de esa querida comunidad de san Cipriano.
Que la Virgen María, Estrella de la nueva evangelización, les ayude y les proteja siempre. Renovándoles mis sentimientos de aprecio y de gratitud, les bendigo a Ustedes y a sus familias, deseando que la paz de Dios les acompañe en todos los momentos de sus vidas.
Unidos en el amor del Señor,
Miguel Ángel Aragón Herrera, Pbro.