A LOS OBISPOS, A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS, A LAS PERSONAS
CONSAGRADAS Y A LOS FIELES LAICOS SOBRE EL ANUNCIO DEL EVANGELIO EN EL MUNDO
ACTUAL:
La actividad misionera representa aún hoy día el mayor
desafío para la Iglesia, y la causa misionera debe ser la primera.
En esta línea, los Obispos latinoamericanos afirmaron que “ya
no podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos” y hace
falta pasar “de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente
misionera”.
Además es necesario que reconozcamos que, si parte de
nuestro pueblo bautizado no experimenta su pertenencia a la Iglesia, se debe también
a la existencia de unas estructuras y a un clima poco acogedores, en algunas de
nuestras parroquias y comunidades, o a una actitud burocrática para dar
respuesta a los problemas simples o complejos, de la vida de nuestros pueblos.
En muchas partes hay un predominio de lo administrativo sobre lo pastoral, así
como una sacramentalización sin otras formas de evangelización.
La alegría del
evangelio es esa que nada ni nadie nos podrá quitar (cf Juan 16, 22). Los males
de nuestro mundo –y los de la Iglesia- no deberían ser excusas para reducir
nuestra entrega y nuestro fervor!
(Las anteriores son citas de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco)
No hay comentarios:
Publicar un comentario