miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Qué es la renovación en el Espíritu Santo?



El día de Pentecostés, se cumplió la promesa de Jesús; fue derramado el Espíritu Santo sobre los discípulos que en compañía de María, la madre de Jesús estaban reunidos en oración.Desde el comienzo de la Iglesia, es el Espíritu la fuerza que la mueve y que le da poder de hacer las cosas que Jesús hizo en su Nombre y es quien la capacita para realizar su misión.A lo largo de toda la historia de la Iglesia el Espíritu Santo ha dirigido su desarrollo y su caminar, renovándola y reavivando en distintos momentos el espíritu de aquella primera Iglesia nacida el día de Pentecostés.

En este momento de la historia, Dios está derramando el Espíritu Santo de una manera nueva. Estamos experimentando una actualización del fuego de Pentecostés. "Para un mundo así, cada vez más secularizado, no hay nada más necesario que el testimonio de esta renovación espiritual que el Espíritu suscita hoy visiblemente en las regiones y ambientes más diversos". (Pablo VI, 19 de mayo de 1975)."El vigor y la fecundidad de la Renovación atestiguan ciertamente la poderosa presencia del Espíritu Santo que actúa en la Iglesia... la Renovación Carismática es una elocuente manifestación de esta vitalidad hoy". (Juan Pablo II, mayo de 1987).La Renovación en el Espíritu Santo -podemos afirmar- es una acción del Espíritu Santo hoy renovando a toda la Iglesia.

¿QUÉ ESTÁ HACIENDO HOY EL ESPÍRITU SANTO?

Está llevando a las personas a un encuentro y a una relación personal profunda con Cristo Vivo Señor y Salvador.Jesús sigue enriqueciendo a su Iglesia con sus dones y carismas. El primero y mayor de todos los dones es el mismo Espíritu Santo. La Iglesia es enriquecida con estos dones y carismas para transformar la faz de la tierra.

NACIMIENTO Y EXPANSIÓN DE LA RENOVACIÓN

El 29 de enero de 1959 el Papa Juan XXIII hacía una declaración sorprendente. El Espíritu Santo le había inspirado convocar un concilio, el Segundo Concilio Vaticano. En Pentecostés de ese mismo año terminaba su alocución con esta oración:"Oh Espíritu Santo! tu presencia conduce infaliblemente a la Iglesia. Derrama, te lo pedimos, la plenitud de tus dones sobre este Concilio Ecuménico. Renueva tus maravillas en nuestros días como en un nuevo Pentecostés".El 8 de diciembre de 1965 terminó el Concilio.

Los acontecimientos que sobrevinieron después se han valorado diversamente. El programa de renovación propuesto por el Concilio comenzó a ponerse en práctica no sin serias dificultades que llevaron la duda y la angustia a muchos.En 1966, varios hombres católicos de la Universidad de Duquesne del Espíritu Santo, en Pittsburgh, se reunían frecuentemente para conversar acerca de la vitalidad de su vida de fe y para orar en común. Aquellos profesores se habían dedicado durante muchos años al servicio de Cristo, entregándose a varias actividades apostólicas... A pesar de todo eso, iban sintiendo que algo faltaba en su vida cristiana personal.Aunque no podían especificar el porqué, cada uno reconocía que había un cierto vacío, una falta de dinamismo, una debilidad espiritual en sus oraciones y actividades. Era como si su vida cristiana dependiera demasiado de sus propios esfuerzos, como si avanzaran bajo su propio poder y motivados por su propia voluntad...

Decidieron hacer un compromiso: cada día orarían unos por otros con la Secuencia de la Misa dePentecostés:"Ven Espíritu Divino..."Corría el mes de febrero de 1967 cuando vieron sus deseos realizados al recibir una nueva efusión del Espíritu Santo. La Renovación Carismática o Renovación en el Espíritu Santo había nacido. Todo comenzó con una chispa en Pittsburgh, a partir de agosto de 1966. Gracias a la fuerza incontenible del Espíritu, esa chispa se ha propagado como incendio sobre paja y ha invadido los cinco continentes. En 1992, Veinticinco años después, se calcula que más de 10 millones de católicos se reúnen semanalmente en grupos de oración alrededor de todo el mundo. El Espíritu ha suscitado esta renov-ación para fortalecer y servir a la misión de la misma Iglesia: "evangelizar con el poder del Espíritu Santo", equipándola con los carismas que le son necesarios. "...dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad" (Hch.2,17).

Autor: Diácono Luis Entrialgo. – Tomado de: http://www.encuentra.com/.


(Este sábado 30 de mayo de 2009, a partir de las 7:00 p.m. haremos una Vigilia de Pentecostés en el templo de la Parroquia de San Cipriano. Están todos invitados!)

domingo, 24 de mayo de 2009

Avanza preparación para la Misión Continental





El pasado sábado 23 de mayo se realizó una reunión de todas las comunidades de laicos que integran los grupos pastorales de la Parroquia de San Cipriano, convocados por su Párroco el Padre Frey Martin Mancera M.S.A., en el salón comunal de Vista Bella, en la cual se hizo eco de la reunión de laicos que convocó el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz el 9 de mayo pasado, de la cual se publica una nota informativa en este mismo blog.

En desarrollo de la reunión, el Padre Martín presentó un Video sobre la V Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe, celebrada en mayo de 2007, en la ciudad de Aparecida, Brasil. Recordó los fundamentos de la espiritualidad del Buen Pastor Samaritano, que orientó desde el Sínodo Arquidiocesano la elaboración del Plan Global de Pastoral Arquidiocesano de Bogotá, previsto inicialmente para el período 1999 - 2008.
Igualmente, el Sr. Héctor León Coordinador de Pequeñas Comunidades, conjuntamnte con la Sra. Marina Lombana, presentaron una visión global del contenido de la reunión de mayo 9 de 2009 convocada por Mons. Pedro Rubiano Sáenz. Así mismo se presentó una síntesis de la interrelación entre el Plan Global de Pastoral Arquidiocesano y el Documento Conclusivo de Aparecida. Se comunicaron a todos los asistentes las 9 preguntas básicas de reflexión y evaluación planteadas desde la Arquidiócesis, para ser respondidas y analizadas en una nueva reunión.
Finalmente, el Diácono Jaime Montealegre presentó brevemente una visión de la espiritualidad que se busca proyectar dentro de la Misión Continental para la cual nos estamos preparando.
Se anunció para la próxima reunión de los grupos pastorales de la Parroquia una presentación más detenida y amplia de este último tema.

domingo, 17 de mayo de 2009

La participación de todos, una clave del buen desarrollo de una Pequeña Comunidad



Cuando nos integramos a una Pequeña Comunidad hay una serie de condiciones nuevas que representan retos para alcanzar no solo una buena convivencia, sino además un progresivo crecimiento personal y maduración de la fe. Entre los principales retos encontramos:

  • Lograr una rápida integración humana al grupo de personas que conforman la comunidad, en la que regularmente hay una amplia diversidad de características en sus integrantes, tales como la edad, la estructura familiar de la cual procede (algunos son casados, otros viudos y otros solteros), las experiencias previas de vida, tanto en lo espiritual como en lo ocupacional. Es una muestra en pequeño de lo que se encuentra en grande en la sociedad en general. Todo ello plantea el desarrollo de habilidades para construir relaciones interpersonales positivas y de apoyo mutuo.

  • Tomar una decisión personal para hacer parte de un grupo de personas que comparten una misma esperanza, una misma fe, una misma Iglesia y una fuente principal de inspiración: La Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia Católica.

  • Poner al servicio de la Comunidad habilidades personales de la buena escucha de los otros, del respeto por sus ideas, por su manera de ser y entender el disenso no como una ocasión de disgustos, sino como una oportunidad de la búsqueda conjunta de la verdad a la luz de la Palabra de Dios.

  • Promover la participación de todos los miembros de la Pequeña Comunidad en los temas que integran cada reunión semanal: oración, alabanza, lectura y discernimiento de la Palabra, formación catequética, edificación espiritual y solidaridad. No es preciso que absolutamente todos los miembros hablen en todos los temas de la reunión. Pero si debe promoverse que quienes quieran expresar algo... lo puedan hacer y la comunidad los escuche. Las intervenciones deben ser en lo posible cortas y precisas, para que la hora y media de reunión no se consuma en la participación de unos pocos. Quien no se siente escuchado y tomado en cuenta puede llegar a abandonar su comunidad. Los responsables de cada una de ellas deben ser muy cuidadosos de esto.

  • Aun cuando al inicio parezca un objetivo difícil, es necesario abrirnos mental y espiritualmente a la acción de Dios en nosotros, para aprender a ver en el otro la presencia de Jesús e ir descubriendo una nueva relación bajo la orientación de la fe, la esperanza y la caridad, lo que en un plazo relativamente corto nos conduce al amor fraterno. Con la ayuda del Espíritu Santo esto es realmente posible. Recordemos 1 Cor. 13, 4-7 "tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia ni ser presumido ni orgulloso, ni grosero ni egoista; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo".

  • Abrir nuestra sensibilidad para aprender a percibir y degustar lo invisible a nuestros ojos, para no vivir esclavos del mundo material que nos rodea y que frecuentemente nos aleja de nuestra relación con Dios. Educar esta sensibilidad nos permite aprender a "ver" con los ojos de la fe, descubrir los pasos de Jesús a nuestro alrededor y su amorosa compañía en todos los momentos de nuestra vida, lo cual finalmente produce claros efectos en el mundo visible. Todos nuestros hermanos de Comunidad están para ayudarnos a edificar esa fe y mostrarnos el rostro de Jesús en ellos!. ¡Bendito Dios que nos regala una Comunidad para hacer parte de ella y como instrumento de salvación!.

Llegó la hora de los fieles laicos - Tomado de El Catolicismo del 16 al 29 de mayo de 2009.




La Asamblea de laicos, del pasado 9 de mayo, y la que se realizará el próximo 19 de mayo con todo el clero arquidiocesano, hacen parte de la fase criteriológica, y por lo tanto están organizadas con una pedagogía que ayude al establecimiento de criterios que encaucen los esfuerzos de la Iglesia para la Misión continental.


Es la solicitud de Aparecida para entrar en estado permanente de Misión, ya que "la conversión pastoral de nuestras comunidades exige que se pase de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera"


Se prevé obtener una relectura de la parábola del buen samaritano como fundamento de la misión evangelizadora en la ciudad de Bogotá, la elaboración de criterios de evangelización y la elaboración de orientaciones generales y del objetivo a largo plazo.

Estas últimas fotos fueron tomadas por celular, por lo que se ofrecen disculpas por su calidad. En la primera de ellas aparece Monseñor Pedro Rubiano Sáenz y la Sra. Marina Lombana de la Parroquia de San Cipriano. Las demás fotos son vistas generales del evento.

miércoles, 13 de mayo de 2009

La Misión al interior de la familia



EL SIGNIFICADO DE LA COMUNION PARA EL ENFERMO

La primera condición para que un enfermo reciba la Sagrada Comunión es que la solicite a sus familiares o cuidadores.

El dolor y el sufrimiento que acompaña a las enfermedades, hace que nos acerquemos más a Dios. Entender que el Dueño de la Vida es el Señor y que somos de Él. En tal razón y en virtud de la fe un enfermo puede experimentar la sed de Dios y la necesidad de recibirlo en su lecho de enfermedad.

Sentir que Jesucristo es para él vida, incluso en su cuerpo adolorido y diisminuido por la enfermedad y el gran signo de la salvación para sí mismo y para todo el mundo. Para que el enfermo haga conciencia de esto es necesario que sus familiares más cercanos o cuidadores, no dejen solo al enfermo. Lo acompañen en su habitación de reclusión o convalescencia. Es una excelente ocasión para evangelizarlo y ayudarle a acercarse a Dios. Leerle la Palabra y compartir con él espacios de discernimiento de ella, con la correspondiente edificación espiritual. Debemos escuchar con atención y ayudar a entender la Voluntad del Señor.

martes, 12 de mayo de 2009

Novedades Bibliográficas



Nuestro querido hermano Gustavo Salazar Gutierrez, quien es el responsable principal de la catequésis de adultos para las Pequeñas Comunidades de la Parroquia, de formación teológica y quien ha sido miembro de la Orden de Predicadores Laicos Dominicanos, acaba de publicar la obra cuya carátula aparece aquí.

Se trata de EL AMOR según Santo Tomás de Aquino. Una publicación en la que el autor reune textos referentes al amor, extractados de la Suma Teológica y de la Suma Contra Gentiles, de Santo Tomás de Aquino, que contiene los siguientes temas: Del amor en general, Causas del amor, Clases del amor, Intenciones del amor, Efectos del amor, y el Amor a Dios. Un material valioso para los estudiantes de la filosofía en una edición agradable de leer.

Precio Especial para seguidores de este blog: $30.000 unidad.
Pedidos a los teléfonos: 6727085 o 6706849.

lunes, 11 de mayo de 2009

Aportación Económica Responsable



En la enseñanza bíblica y en la tradición cristiana encontraremos los criterios y principios sobre la forma verdaderamente cristiana de la búsqueda y uso de los bienes materiales, y por tanto los criterios para una aportación económica responsable al centro pastoral al que pertenecemos y somos alimentados.

Jesús es el Señor.Cada uno de nosotros le pertenecemos, ya que nos rescató de la esclavitud al precio de su vida y de su sangre. Todo lo que tenemos es de Él y nosotros somos administradores, sin olvidar que las podemos usar sólo según sus normas, estando disponibles para dedicar alguna cantidad para su Obra y para los necesitados.

Las finanzas de una parroquia o de un centro de evangelización, son el reflejo y el resultado de su pastoral. Una pastoral centrada en el culto, obtiene sus ingresos predominantemente de colectas e intenciones de misas, celebraciones especiales y bazares.

En una parroquia que sea comunidad evangelizadora, los ingresos se obtienen principalmente por aportaciones mensuales voluntarias de los evangelizados, conscientes de ser Iglesia como Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo, donde se tienen co-responsables de toda la obra pastoral, haciéndola suya y motivados por la enseñanza bíblica.

Los evangelizados en cambio, al interior de sus comunidades, dan su aportación generosa cuando reciben su ingreso. Todos queremos tener templos y sitios confortables de congregación para celebrar nuestra fe. Los pobres de la parroquia esperan recibir ayuda en alimentos y medicinas. El funcionamiento de la Iglesia tiene unos costos que deben ser cubiertos con las ofrendas de sus fieles. Hay que dar con alegría y el Señor siempre devuelve al 100 por uno!.