sábado, 15 de octubre de 2011

TALLER No.2 DEL PLAN E



El sábado 15 octubre, realizamos en la Parroquia de San Cipriano el Segundo Taller dentro del propósito de construir juntos un nuevo Plan de Evangelización, al cual está convocando el Arzobispo de Bogotá, Monseñor Rubén Salazar Gómez. A este acto, que duró tres horas, asistimos 40 laicos comprometidos de las Parroquias Divino Niño Jesús de Praga y de San Cipriano.





El equipo de evangelización integrado por los Padres John Henry Buitrago y Pompilio Moreno, y los laicos Ricardo González, Martha Penagos, Alexandra Lemus, Oscar Hernández, Pilar Cadavid y Héctor León, trabajaron en la planeación y coordinación del Taller que iba dirigido a identificar las características de la Bogotá que queremos tener en un futuro y las condiciones que deben darse para alcanzar dichas características.

La planeación de estos talleres fue preparada por la Vicaría de Evangelización de la Arquidiócesis de Bogotá, bajo una mirada de planeación prospectiva. Las preguntas que trabajamos nos invitan a soñar, desprendiéndonos del presente y a pensarnos en un futuro novedoso, que no sea necesariamente proyección de lo que estamos viviendo en el presente, sino que refleje una transformación verdadera con imaginación creativa y fidelidad al Evangelio.

Las 8 perspectivas desde las cuales se abordó este Taller fueron las siguientes:
1. La manera de ser de la persona que habita la ciudad-región
2. La manera de relacionarse de la persona con los demás
3. Lo socioeconómico
4. Lo sociopolítico
5. Lo socioreligioso
6. Lo socioecológico
7. Lo sociotecnológico y comunicativo
8. Lo socioeducativo.


En la parte final se hizo una socialización del trabajo, en la que los participantes evaluaron su participación en el Taller, respondiendo dos preguntas: ¿Qué aprendí de esta experiencia? ¿A qué me siento llamado/a en mi vida cristiana o en mi compromiso apostólico.


La tabulación de estos datos y su aprovechamiento en la construcción del nuevo Plan de Evangelización se hará en la Parroquia, con información al Arciprestazgo, la Comisión Zonal y el Comité Técnico Central de la Vicaría de Evangelización, en la Arquidiócesis de Bogotá.


Un aspecto destacado de todo este ejercicio lo constituye el proceso amplio de participación de los fieles laicos, que por primera vez en la historia de la Iglesia en Bogotá, tenemos la oportunidad de que se nos pregunte lo que esperamos tener en el futuro, para nuestra Iglesia y para Bogotá, así como dar ideas y ser escuchados formalmente en nuestra visión de futuro.


Más adelante desarrollaremos otros talleres para complementar esta preparación del nuevo Plan de Evangelización. Si Ud. amigo(a) lector de esta información desea participar en este proceso solo tiene que comunicarse con el Padre John Henry Buitrago en San Cipriano, o el Padre Mario Herrera en la Parroquia Divino Niño Jesús de Praga.

domingo, 2 de octubre de 2011

El valor del Compromiso


Comprometerse va más allá de cumplir con una obligación, es poner en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado. Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.

Todos tenemos compromisos de diversa índole y según el estado de la persona (como padres de familia, hijos, trabajadores, estudiantes, etc.) Aún así, hay personas que esperan exista un contrato, una promesa o una ineludible consecuencia para saberse con un compromiso, como la celebración del matrimonio, la firma en el contrato de trabajo, el inscribirse en la escuela o el nuevo hijo que nacerá próximamente.

El hecho de aceptar formalmente un compromiso, hace suponer que se conocen todos los aspectos, alcances y obligaciones que conlleva. La realidad es que creemos cumplir a conciencia por ajustarnos a un horario, obtener un sueldo, asistir a la escuela y estar un rato en casa. Casi siempre, la falta de compromiso se debe a descuidos un tanto voluntarios, pero principalmente a la pereza, la comodidad y al egoísmo. No basta con cumplir con lo previsto, lo estipulado, lo obvio... todo compromiso tiene muchas implicaciones, pensemos un instante en aquellos que son los más importantes que tenemos:

Como padres de familia: No basta proporcionar los medios materiales, los hijos necesitan que los padres les dediquen parte de su tiempo para jugar, conversar y enseñar. ¿Cuántas veces hemos cancelado un compromiso personal para estar con la familia? Normalmente sucede lo contrario. Parte del compromiso de ser padres, implica buscar la amistad de los hijos.

Como esposos: Partiendo de la fidelidad como indispensable, hace falta avivar el amor y la comprensión: cuidar el aspecto personal como antes de casarse; hacer pequeños obsequios: la flor, el dulce, el CD con la música que más le gusta a la pareja; salir juntos al cine o a cenar; terminar una pequeña riña con un beso y un abrazo... Y tantos y tantos detalles que parecen olvidarse con el paso del tiempo

Como hijos: Además de la sinceridad, la obediencia, la ayuda en el hogar y el esfuerzo en los estudios, ¿qué otra cosa haces? Los padres también necesitan cuidados, detalles de cariño y pequeños servicios, los cuales no piden y sin embargo, estarían muy agradecidos de recibirlos. Cabe hacer un paréntesis en el ámbito escolar: estudiar todas las materias a conciencia y con profundidad, entregando todo los trabajos solicitados, independientemente del gusto y preferencia que se tenga

Como trabajadores: Es muy significativo la forma en la que se vive el horario (los extremos de rigurosa entrada y salida para cumplir, o en su caso: los retrasos) ¿Das un poco más de tu tiempo si hace falta? No olvidar procurar un ambiente amable y las buenas relaciones. Parte de nuestro compromiso laboral es la actualización de conocimientos para el perfeccionamiento profesional.

Como amigos: ¿Nuestras amistades son “utilitarias”?, es decir, si sólo recordamos a los amigos cuando algo se nos ofrece. La amistad se cultiva, es necesario llamar, buscar, enviar correo electrónico y visitar a las personas con las que tenemos un mutuo afecto, estar pendientes de su bienestar personal y familiar.

Como ciudadanos: Evitar la indiferencia, no podemos quejarnos de la situación actual del país sin hacer algo para cambiarlo, se de be participar en las elecciones, apoyar campañas que beneficien a todos: en el área de salud, laboral, legislativa... lo peor que nos sucede es creer que poco podemos hacer como si viviéramos aislados. Promover la seguridad, la limpieza, la creación de lugares de sano entretenimiento y los servicios básicos para el lugar donde vivimos, es una manera de comprometernos con nuestra sociedad y nuestra nación.

En todos los casos existe la obligación grave de cuidar el buen nombre de personas, instituciones y empresas con las que tenemos relación. Es un tanto triste ver como un estudiante repudia su escuela, como las personas prefieren y exaltan los beneficios que se dan en otro país, como se quejan de su cónyuge con personas ajenas, anhelar por inconformidad el trabajo en otra empresa o tener un jefe “a modo”...

¡Cuántos son los compromisos y cuántas cosas implican! Si parece mucho, hemos vivido con los ojos cerrados a la responsabilidad y pensando sólo en recibir beneficios, con el temor a dar más de nosotros mismos. Seamos honestos, en esto no existe temor sino egoísmo. La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Vigilia por Bogotá


Con motivo de la Vigilia de Oración por la Evangelización, que se efectuó en nuestra parroquia promovida por la Arquidiócesis de Bogotá, apoyados en diversas maneras de hacerlo: cantos, oraciones, reflexiones, lectura y discernimiento de la Palabra, con la ayuda de una presentación en diapositivas, constituyeron una linda oportunidad de orar por nuestra ciudad y el nuevo Plan E de Evangelización.

La celebración fué presidida por el Padre John Henry Buitrago M.S.A., Párroco de San Cipriano y el Diácono Jairo Hernández.

Las reflexiones escritas y preparadas directamente por la Arquidiócesis fueron realmente interesantes y mostraron las luces y sombras de nuestra ciudad desde diferentes perspectivas de su situación social, política. económica y espiritual. Aunque la asistencia no fué masiva, quizá por la hora (8:30 a 10:00 p.m.), quienes participamos, realmente logramos dedicar un espacio de calidad en materia de súplica e intercesión por Bogotá.

Transcribimos a continuación una de las breves reflexiones que integraron esta vigilia:

Sombras: Males administrativos y corrupción

"Se sufre también el mal manejo de los recursos públicos y el aprovechamiento particular de los bienes de todos. La corrupción administrativa, el mal desempeño de las funiones públicas, la mala atención de los entes distritales y del Estado aumentan el sentido de vulnerabilidad y de indefensión de la población.

La inadecuada y obsoleta infraestructura vial, los deficientes servicios de salud, vivienda y educación que no cobija a todos y hacen más penosa la vida de los menos favorecidos, la indiferencia de los organismos públicos, contribuyen a hacer más dolorosa la vida de muchos ciudadanos y se convierten todos estos males en gritos de sufrimiento que claman al cielo.

Aunque políticamente somos invitados al ejercicio de una ciudadanía responsable, no ejercemos nuestra tarea de control. La política caracterizada por intereses mezquinos y la compra y venta de votos. No nos informamos sobre los planes de desarrollo que impactan la vida y el contexto urbano.

Consecuencia y reflejo de esto es la corrupción, la falta de programas claros de gobierno y el desorden urbano. Todo ello pide de nuestra parte repensar el modo como vivimos y nos formamos como ciudadanos, habitantes de nuestra ciudad y promotores de su desarrollo.

Meditemos en estas realidades, pidamos perdón al Señor y sintámonos llamados a un mayor compromiso en la tarea de hacer más humana y fraterna nuestra ciudad."

viernes, 23 de septiembre de 2011

Felicidad del justo

Dichoso quien teme al Señor

y ama de corazón sus mandatos.

Su linaje será poderoso en la tierra,

la descendencia del justo será bendita.

En su casa habrá riquezas y abundancia,

Su caridad es constante, sin falta.

En las tinieblas brilla como una luz

el que es justo, clemente y compasivo.

Dichoso el que se apiada y presta,

Y administra rectamente sus asuntos.

El justo jamás vacilará,

su recuerdo será perpetuo.

No temerá las malas noticias,

su corazón está firme en el Señor.

Su corazón está seguro, sin temor,

hasta que vea derrotados a sus enemigos.

Reparte limosna a los pobres;

su caridad es constante, sin falta,

y alzará la frente con dignidad.

El malvado, al verlo, se irritará,

rechinará los dientes hasta consumirse.

La ambición del malvado fracasará.

(Salmo 111)

martes, 13 de septiembre de 2011

Acompañamiento a koinonías



Con ocasión de la Eucaristía mensual de comunidades, celebrada el martes 13 de septiembre, el Padre John Henry Buitrago M.S.A. Párroco de San Cipriano, anunció a todos los participantes allí presentes, las siguientes actividades:

1. El Padre Pompilio Moreno M.S.A., Vicario de nuestra Parroquia estará haciendo visitas de acompañamiento a cada una de las Pequeñas Comunidades, de acuerdo a una agenda que se está coordinando en la presente semana. El próximo martes 20 de septiembre, el Padre Pompilio asistirá a la reunión de la Koinonía “Jesús mi Pastor”, cuya coordinación está a cargo de la Sra. Martha Penagos.


2. El proceso de catequesis para las Pequeñas Comunidades se reinicia a partir del próximo lunes 19 de septiembre, en el salón parroquial, a partir de las 7:30 p.m., bajo la responsabilidad compartida del Padre John Henry y el Diácono Jaime Montealegre. En cada catequesis se entregarán materiales de apoyo para replicar la formación en las siguientes dos reuniones de cada comunidad. Las Koinonías enviarán a la reunión de formación catequética en la parroquia a uno de sus miembros, que asumirá la responsabilidad para hacer la catequesis en su propia comunidad. El Padre John recalcó la importancia de una puntual asistencia a esta formación. Es importante anotar que el Diácono Jaime Montealegre fue años atrás, coordinador responsable de la Koinonía “Ruah” y conoce la orientación del sistema integral de nueva evangelización.


3. Los días 20 y 21 de noviembre próximo, se proyecta realizar la Asamblea anual de los miembros de todas las Pequeñas Comunidades, presidida por nuestro Párroco, en la que el primer día tendrá la orientación de un retiro espiritual y el segundo día una revisión del caminar de las comunidades, haciendo una consulta abierta entre sus miembros, para hacer las renovaciones que surjan como necesarias en los responsables de cada una de ellas, siempre con la mira de mejorar la integración comunitaria, los procesos de formación y la gestión evangelizadora que nos es solicitada por Jesús a todos los integrantes de su cuerpo místico: la Iglesia.

Confiamos en que la Divina Providencia iluminará estas acciones pastorales y nos acompañará en esta nueva etapa de nuestras koinonías, que transitan por sus doce años de experiencia de vida comunitaria y de testimonio corporativo de una nueva forma de vida en la Iglesia.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Sangre de mártires, semilla de cristianos



En la Parroquia de San Cipriano estamos celebrando en el presente mes, el día 19, nuestra Fiesta Patronal, la San Cipriano Obispo. El pasado domingo 11 iniciamos la Novena denominada “Nueve Encuentros con San Cipriano”. Recogemos parte de las palabras del Padre Miguel Ángel Aragón incluidas en la edición de esta Novena hace 11 años, así:

“Nos preparamos para la fiesta comunitaria en honor de San Cipriano. Estos nueve días nos servirán para conocer mejor a Jesucristo y a su Iglesia por quienes nuestro santo patrono entregó su vida, como cristiano, obispo y mártir.

Cuando celebramos en la Iglesia la memoria de los santos, celebramos a Jesucristo en la vida de estas personas elegidas por Dios para construir el Reino. La Iglesia ha llamado mártires, es decir “testigos” a quienes por amor a Dios y a la Iglesia han perdido su vida temporal y han ganado la eterna. El testimonio de estos hombres y mujeres es de una gran riqueza para todos, porque nos hace ver que amar al Señor, servirlo en los más necesitados, vivir y morir por Él y para Él, vale la pena.

Por eso los honramos con el recuerdo de su vida y la veneración de su nombre, sabiendo que la adoración es únicamente para Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Al reunirnos comunitariamente para recordar la vida de San Cipriano, reconocemos que después de Dios, a él debemos, en parte, la unidad de la fe católica que profesamos. ÉL sembró la Palabra de Dios, abonó los surcos de la fe con la oración, la entrega al Señor y a la comunidad como obispo, dando testimonio de vida hasta llegar al martirio.

Los escritos de nuestro santo patrono san Cipriano, nos ayudarán a conocer mejor a Jesucristo y a nuestra santa Iglesia. Iniciemos estos nueve encuentros con Cipriano sabiendo que damos gloria a Dios, reconociendo a nuestros santos que nos precedieron en la fe, la esperanza y en el amor”.

Véase la biografía de San Cipriano, publicada en este Blog el 11 de septiembre de 2009.

Oración para todos los días:

Señor Jesús, tú que en el Santo Cipriano diste a tu pueblo un pastor lleno de celo y un mártir victorioso, concédenos por su valiosa intercesión, ser firmes e invencibles en la fe y trabajar con verdadero empeño para lograr la unidad de tu Iglesia. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Renovación de votos matrimoniales



En un mundo como el actual, cada vez más marcado por el relativismo y la práctica de una vida más relajada y ausente de compromisos en el ámbito familiar, resulta muy estimulante y providencial, las actividades adelantadas por la Parroquia de San Cipriano y su Pastoral de la Familia, en la construcción de valores y la evangelización en los principios que rigen la vida de la familia.




La Eucaristía celebrada hoy sábado 3 de septiembre, a partir de las 7:00 p.m., en la cual oficialmente 56 parejas de esposos hicieron la renovación de sus votos matrimoniales, constituye un claro testimonio de que mientras muchos hombres y mujeres de hoy no quieren asumir el compromiso del matrimonio católico, hay aquí este importante número de esposos, ejes de familias católicas, que expresan libremente su fe en Dios y el seguimiento de su Iglesia, para dar el testimonio indiscutible del tiempo vivido como parejas unidas por Dios y respetuosas de este sacramento, renovando sus votos matrimoniales. Este importante hecho significa, sin lugar a dudas, una defensa de la institución familiar entre nosotros que desvirtúa el argumento ligero de la opción por la unión libre y la inestabilidad de la integración familiar.






Entre las 56 parejas que voluntariamente quisieron renovar sus votos matrimoniales, había parejas desde 1 año de haber contraído matrimonio, hasta 60 años de casados, como es el ejemplo de José Vidal Cardozo y María Leonilde Chaparro de Cardozo (véase fotografía).




La Eucaristía se inició con una entrada en procesión de todas las parejas, conjuntamente con los sacerdotes, diáconos y ministros celebrantes, en medio de alegres festones de colores en forma de arcos, que recordaban el ambiente de fiesta de esta celebración.

Dentro de las lecturas de esta celebración, por constituir misa de precepto dominical, por el horario, se proclamó el Santo Evangelio según San Mateo 18. 15-20, que nos habla de la corrección fraterna, elemento fundamental tanto en la vida de pareja como en comunidad, para recuperar el camino de quien se ha equivocado en su relación interpersonal con los demás. Así mismo este Evangelio destaca la presencia de Jesús en la comunidad eclesial, cuando anuncia que “Además les aseguro que si dos de ustedes, aquí en la tierra, se ponen de acuerdo para pedirle una gracia, mi Padre que está en el cielo se la concederá. Porque donde estén dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos”.

Luego de la homilía realizada por el Padre Pompilio Moreno M.S.A., hubo un instante en el que las parejas, frente a frente, hicieron una renovación pública de sus votos matrimoniales (véase foto).
Animó con cantos litúrgicos esta celebración el Ministerio Ángelus que dirige Nicolás Mejía y Claudia Patricia Lara Lombana, quienes igualmente renovaron sus uniones, conjuntamente con Oscar Hernando Marín y Milena Lara Lombana de la misma agrupación litúrgica. Luego de la bendición final, la Parroquia ofreció a todas las parejas que renovaron votos matrimoniales, un ágape fraterno en el que se degustaron exquisitas tablas de quesos y carnes frías, acompañadas de una suave bebida. Allí se le entregó a cada pareja una certificación escrita de esta renovación.

Es de elemental necesidad y justicia, dar gracias a Dios por animar estas acciones pastorales, en las cuales el acompañamiento y apoyo del Padre Pompilio Moreno, Vicario Parroquial de San Cipriano, y el trabajo pastoral del Diácono Jaime Montealegre y su señora Amparo Santa de Montealegre, contribuyeron significativamente al buen desarrollo de esta actividad. El Ministerio de Acogida, como de costumbre, colaboró acertadamente para la buena organización de la celebración.


Héctor Apache y su Señora Bernarda Carreño de Apache renovando votos








Se está invitando para el próximo 1 de octubre, a un Retiro de Parejas, que es de libre inscripción y que aportará reflexiones prácticas sobre la vida familiar. Están invitados todos los interesados para participar en esta ocasión especial.