martes, 7 de septiembre de 2010
lunes, 6 de septiembre de 2010
Mensajes recibidos:

domingo, 5 de septiembre de 2010
VIDA NUEVA!
En esta segunda sesión de cinco horas, de un total de 10 horas, el Seminario estuvo dirigido al conocimiento del Santo Espíritu de Dios. Y para este propósito nada mejor que estudiar las Sagradas Escrituras. Previamente nos habíamos ocupado de discernir el Amor de Dios y luego los procesos de conversión, para concluir al final de la reunión anterior en la Nueva Vida anunciada en Ezequiel 36.
Un itinerario resumido del estudio del Espíritu Santo, realizado por los participantes, esta condensado en las siguientes citas bíblicas (Palabra de Dios):
· Juan 14. 15-20 – Jesús promete enviar el Espíritu Santo. Este hermoso texto bíblico es una nueva demostración de amor del Señor por todos nosotros. Particularmente alegra nuestro corazón el versículo 18, en el que Jesús nos dice “no los voy a dejar abandonados, volveré para estar con ustedes” (Con Él nuestra vida tiene sentido, sin Él… a dónde iremos?)
· 1 Cor 3. 16-17 – Aquí el Señor nos recuerda que el Espíritu Santo esta en nosotros. Algo grandioso de lo cual parece que muchas personas no se han dado cuenta. Su Palabra nos dice: “¿Acaso no saben ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y ese templo son ustedes mismos”. Este es un anuncio extraordinario! Que el Espíritu de Dios vive en ti, en mí y en todos los que le amamos! ¿Cómo ser insensibles o indiferentes a semejante regalo? ¿Qué hacemos para merecerlo
· Hechos de los Apóstoles 1. 8 – En esta Palabra Jesús nos indica que debemos dar testimonio de vida en el Espíritu a todos y en todas partes. “pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra”. ¿A quién se dirige Jesús en esta Palabra? Sólo a sus discípulos o a ti y a mí? Es decir, hay un mandato de llevar el anuncio de la Buena Nueva (y esto lo es!) a todos los que podamos!. ¿Porqué callar ante los demás la acción del Espíritu Santo en nosotros?

· Rom 8. 26-27 – No siempre oramos como el Señor lo desea. Nuestras oraciones y en muchos casos nuestras alabanzas no las hacemos en Espíritu y en verdad. Con frecuencia pesan más en nuestra intención de orar, la necesidad de recibir un favor, que el verdadero reconocimiento del Señorío de Jesús y la fuerza del Espíritu Santo. En este punto la Palabra nos dice: “De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.”
· 1 de Cor. 12. 4 – Otra Palabra del Señor que no ha sido bien interiorizada. Recibimos Dones especiales del Espíritu Santo: “Una persona puede recibir diferentes dones, pero el que los concede es el mismo Espíritu.. ..Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos”. Somos conscientes del don o dones que se nos ha dado? O creemos simplemente que son cualidades nuestras y que no tienen ningún origen fuera de nosotros mismos? A cada uno el Señor nos hizo únicos e irrepetibles y nos dio dones y carismas para crecer en nuestra vida de relación con los demás. Al respecto, nos recordaba Anita de Laguna este pensamiento del cantautor Facundo Cabral: “Dios nos creó en serio y no en serie”.
· 1 de Cor. 13. 1-13 – El Señor nos enseña un camino más corto para hacer la voluntad de nuestro Padre y obtener nuestra salvación: atender el Mandamiento del Amor. “Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me sirve”. Para los que dicen que el amor es difícil de definir y entender, Jesús nos hace claridad al respecto: “Tener amor es saber soportar, es ser bondadoso, es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, soportarlo todo.” Amar nos cuesta vivirlo a plenitud, porque en el fondo hay mucho de egoísmo en los seres humanos. Siempre esperamos recibir más de lo que damos. El mundo ahí afuera nos muestra una escala de valores diferente, en la que competir por sacarle ventaja a otras personas y obtener beneficios a costa de atropellar a otros nos dicen que es normal. Hemos endurecido nuestro corazón y hasta hablar de amor algunos lo critican como debilidad. El Señor en 1 Cor. 13.13 nos recuerda: “Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor”.
La parte final del Seminario se ocupó de reflexionar la vida cristiana, utilizando un diagrama de dos ruedas unidas por un eje, en la que la primera rueda integrada por: los sacramentos, la jerarquía eclesiástica, la Eucaristía y María, articuladas a la segunda rueda integrada por: el estudio, el servicio, la oración y la comunidad, articuladas ambas ruedas por Jesucristo como su eje, nos permite convertirnos en discípulos del Señor, adoradores en Espíritu y en verdad.
Nos recordaba Anita de Laguna: “El Señor no quiere espectadores en su Iglesia, sino gente activa..” En Efesios 4, 12 el Apóstol San Pablo nos lo aclara: “Así preparó a los suyos para un trabajo de servicio, para hacer crecer el cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios. De este modo alcanzaremos la madurez y el desarrollo que corresponden a la estatura perfecta de Cristo.”
Al concluir estas reflexiones, el mismo Apóstol nos conmina a un cambio: “Ustedes deben renovarse en su mente y en su Espíritu, y revestirse de la nueva naturaleza, creada según la voluntad de Dios y que se muestra en una vida recta y pura, basada en la verdad” Efesios 4. 23-24.
martes, 31 de agosto de 2010
Lucas 4, 31-37
(Veintidós Semana del Tiempo Ordinario)
«Bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. Y se quedaban admirados de su doctrina, porque su palabra iba acompañada de potestad. Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio impuro, y gritó con gran voz: Déjanos, ¿qué hay entre nosotros y tú, Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Sé quién eres tú, el Santo de Dios.
Y Jesús le increpó diciendo: Calla y sal de él. Y el demonio, arrojándolo al suelo, allí en medio, salió de él, sin hacerle daño alguno. Quedaron todos atemorizados, y se decían unos a otros: ¿Qué palabra es ésta, que con potestad y fuerza manda a los espíritus impuros y salen? Y se divulgaba su fama por todos los lugares de la región.» (Lucas 4, 31-37)
I. Jesús, hoy realizas el milagro de expulsar de aquel hombre el «espíritu impuro». Esa persona era exteriormente como las demás; incluso iba al templo el sábado, como era costumbre entre los judíos. Pero su espíritu impuro le separaba de Dios: «¿qué hay entre nosotros y tú, Jesús Nazareno?» No quiere tener ningún trato contigo, aun sabiendo que eres el «Santo de Dios.»
Jesús, la impureza es una enfermedad del alma, y por ello no se manifiesta exteriormente de la misma manera que las enfermedades del cuerpo. Cuando una persona tiene un cáncer, su enfermedad es cada vez más visible, y aquella persona intenta poner los medios para vencer la enfermedad antes de que sea demasiado tarde. La impureza es como un cáncer en el alma, y aunque no es tan patente hacia el exterior, si no se cura a tiempo, produce inevitablemente la muerte espiritual.
Jesús, que no me engañe: la impureza me separa de Ti, produciendo peores daños que los que puede causar la peor de las enfermedades físicas. Y aunque nadie lo note exteriormente, destroza mi vida cristiana porque me hace perder la gracia. Por eso he de poner todos los medios para vivir una vida limpia, acudiendo prontamente a la confesión si lo necesito.
«La castidad implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humana. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ellas y se hace desgraciado. «La dignidad del hombre requiere, en efecto, que actúe según una elección consciente y libre, es decir; movido e inducido personalmente desde dentro y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa» (GS 17) (CEC.-2339).

La mortificación de
Madre TeresaII. «Para vencer la sensualidad -porque llevaremos siempre este borriquillo de nuestro cuerpo a cuestas-, has de vivir generosamente, a diario, las pequeñas mortificaciones -y, en ocasiones, las grandes-; y has de mantenerte en la presencia de Dios, que jamás deja de mirarte» (Forja.-90).
Jesús, por más que quiera, llevo este borriquillo a cuestas: es el cuerpo que, al quedar desordenado tras el pecado original, busca desordenadamente lo placentero, lo fácil, lo cómodo. ¿Cómo puedo vencer esta tendencia que, a veces, se me presenta de un modo tan sugestivo que me parece incontrolable? ¿Qué puedo hacer entonces para comportarme como un hijo de Dios en vez de dejarme llevar por mis pasiones? Primero he de poner los medios humanos: huir de las ocasiones de pecado, y enreciar mi voluntad haciendo pequeñas mortificaciones, luchando contra la comodidad en el trabajo o estudio, aprovechando el tiempo, etc...

El martirio de Santa Rosa de Lima
Y luego, he de poner los medios sobrenaturales: oración, mortificación, frecuencia de sacramentos, mantenerme en presencia de Dios -que jamás deja de mirarme-, y pedir ayuda a la Virgen ante la tentación.
Hay un medio que tiene efectos a la vez sobrenaturales y humanos: la mortificación, que consiste en hacer un pequeño sacrificio ofreciéndolo a Dios por alguna intención. Por eso me recuerdas: para vencer la sensualidad, has de vivir generosamente, a diario, las pequeñas mortificaciones -y, en ocasiones, las grandes. Jesús, que sea generoso y que sepa unirme a Ti en la cruz, haciendo cada día -al menos- una pequeña mortificación. De esta manera me será más fácil vencer las tentaciones y mantener mi alma limpia, para poder amarte y amar a los demás.
Comentario realizado por Pablo Cardona. Fuente: Una Cita con Dios, Tomo VI, EUNSA
sábado, 28 de agosto de 2010
SEPTIEMBRE: MES DE LA BIBLIA

de San Pedro
El motivo del encuentro fue hacer la presentación y preparación de septiembre próximo, como mes de la Biblia, teniendo como antecedente la LXXXVII Asamblea Plenaria en Bogotá del 6 al 11 de julio de 2009, cuyo tema de reflexión fue LA VIDA. Para este año y en este mes el lema principal es “para que vivan tú y tus descendientes” Dt, 30.19
Para el efecto se preparó la cartilla “ELIGE LA VIDA”, que fue elaborada por los P. Hernán Cardona Ramírez, Profesor de Teología de la U. Pontificia Bolivariana y el P. Francisco Mejia Montoya, Director del Depto. De Catequesis y Animación Bíblica de la Pastoral. En la publicación que fue adquirida por todos los asistentes, se plantean 15 encuentros, que deben realizarse en todas las parroquias, como una oportunidad para celebrar el bicentenario de nuestro país y comprometernos a defender la vida.
En esta propuesta se recomienda hacer la entronización de la Palabra al iniciar el mes de la Biblia, pues expresa el deseo de encontrarnos con Jesucristo, Palabra del Padre, Camino, Verdad y Vida de la Humanidad. Se suministran allí, en esta cartilla, pistas para organizar y realizar la entronización. Sí puede ser integrada a la Celebración Eucarística o, bien, a una Celebración de la Palabra. Anuncia dicha publicación que “entronizar la Palabra de Dios es una confesión de fe por parte de la comunidad de los creyentes. Con este gesto, reconocemos la presencia misma de Dios en su Palabra, y la hacemos centro de nuestra vida. Alrededor de su Palabra, escuchándola y acogiéndola como Palabra de Vida, crecemos en nuestro camino de seguimiento del Señor y en nuestra dedicación a la causa del Reino, como comunidad de creyentes, testigos del amor de Dios”.
Como orientación metodológica, cada uno de los encuentros tiene los momentos de: ambientación, oración, lectura del texto, reflexión, celebración y la preparación del siguiente encuentro.
En desarrollo de esta gran reunión, inicialmente los participantes hicimos cantos de animación, oración, y entronización de la Palabra en el lugar del encuentro.
A continuación realizamos una Lectio Divina del texto contenido en Dt 30, 19.
Monseñor José Roberto Ospina Leongómez, hizo una predicación sobre “LA VIDA Y LA MUERTE” en la que a partir de unas preguntas específicas, hizo una reflexión profunda sobre el valor de la vida a partir de la muerte. Algunas ideas centrales expresadas en su enseñanza fueron las siguientes:
· La muerte nos ha enseñado lo que significa la posibilidad de tener vida
· Sin la muerte la vida sería un suplicio
· La vida interiormente se va renovando
· Reflexión para los deprimidos: “mira a la muerte que esta a tu izquierda, como a un tiro de piedra, y te dirá… aún no te he tocado”
· Nuestra libertad es para SER, es nuestra respuesta a la vida
· El ser humano se construye cada día, gracias al Don de la libertad!
· Estamos llamados a la vida eterna
· Elegir la vida es abrirnos a la amorosa presencia de Dios en nosotros, para poder vivir como lo anunció San Pablo “y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mi” Gal 2.20
A continuación y en las horas de la tarde, se le impartió a todos los asistentes unas instrucciones de carácter general, orientadas a la celebración del Mes de la Biblia en cada una de nuestras parroquias. Se nos invitó a ser creativos para hacer de estas celebraciones verdaderos espacios de reflexión de la Palabra y de centralizar nuestra vida en Cristo.
Al final de la tarde, se celebró una Eucaristía que fue presidida por Monseñor Rubén Salazar Gómez, nuevo Arzobispo de Bogotá, quien previo a esta celebración departió por unos momentos con los participantes en esta reunión. Durante la Eucaristía y en la parte de las Ofrendas, un grupo de niños presentó una danza con música folclórica del interior del país.
Durante el evento se vendieron Biblias en diversas ediciones, con precios unitarios desde $6.000 hacia arriba, así como otras publicaciones para la lectura y comprensión de los textos bíblicos.
Se incluyen fotografías de la carátula de la cartilla “Elige la Vida” y de diversos instantes de esta importante asamblea con representantes de las parroquias de Bogotá.