sábado, 12 de septiembre de 2009

IV ENCUENTRO DE PEQUEÑAS COMUNIDADES (SINE)



El día 12 de septiembre de 2009, bajo convocatoria de Monseñor Rafael Cotrino B., Vicario Episcopal de la Zona Pastoral de Cristo Sacerdote, se realizó el IV Encuentro de Pequeñas Comunidades Evangelizadas y Evangelizadoras, del Sistema Integral de Nueva Evangelización (SINE), en las instalaciones del Colegio Liceo Hermano Miguel, entre la 1:30 p.m. y las 6:00 p.m.

A esta importante reunión asistimos cerca de 15 parroquias de Bogotá, entre ellas San Cipriano, que estuvieron representadas por cerca de 300 laicos delegados de las mismas. El tema a trabajar fue la Edificación Comunitaria.

El contenido del programa se inició con una entusiasta alabanza al Señor, la que fue seguida de una celebración Eucarística, presidida por Monseñor Cotrino.



Posteriormente, el Sacerdote Ricardo Pulido, predicador central del Encuentro, nos hizo la predicación titulada “CONSTRUIR COMUNIDAD A TRAVES DEL CUIDADO” bajo una perspectiva pedagógica.

En desarrollo de este tema y en la primera parte, la predicación abordó los siguientes temas específicos:
· La actitud que construye comunidad: el cuidado
· Modelo -. Diálogo – Práctica y Confirmación
· Una comunidad con una visión compartida
· Una comunidad que cuida al otro
· Una comunidad moral con un fuerte sentido de responsabilidad
· Una comunidad inclusiva
· Una comunidad orientada por un liderazgo compartido y que sirve a los otros
· Una comunidad donde sus miembros aprenden.

Después de un descanso, la predicación continuó tratando la siguiente temática:
· Construyendo una comunidad de cuidado según San Pablo
· Una experiencia fundante que transforma
· Una experiencia que nos hace discípulos
· Una experiencia que nos hace comunidad
· Una experiencia que nos hace reconstruir la fe.



Algunos de las ideas centrales que llamaron la atención de los participantes se resumen en las siguientes afirmaciones del predicador:

“Se construye comunidad cuidando al otro y aceptándolo en la diferencia. Aprendiendo a caminar con el otro”
“El cuidado no implica que no tengamos roces”
“Ser solidarios es mantener una actitud de cuidado con el otro”
“En la comunidad construimos una identidad plural. Un nosotros. En la comunidad debemos poder ser uno. Es decir lo que uno es.”
“La comunidad es un sitio inclusivo. Allí todos tienen un espacio y somos iguales. Los títulos allí no cuentan”.


En la experiencia comunitaria de San Pablo, el predicador destacó 4 claves así:
· Tener una experiencia profunda de Dios y comunicarla al otro
· Ser discípulo. Seguir al Señor.
· Hacer comunidad en torno a su Palabra
· Tener intimidad. En la Pequeña Comunidad vamos a la casa de los integrantes y compartimos nuestro espacio más íntimo –como es el hogar- con quienes caminan con nosotros. Esa intimidad une y podemos vivir mejor el cuidado del otro.

En la parte final del Encuentro vivimos una hermosa alabanza y unas palabras de cierre del Padre Jorge Alberto Ayala de la Parroquia de San Luis Beltrán.

La logística del Encuentro estuvo a cargo de Luz Marina Moreno, quien trabaja con la Diócesis de Cristo Sacerdote y nos brindó una excelente y cálida atención. Se nos distribuyó material de lectura muy bien editado sobre el tema de la predicación. Los refrigerios y la excelente disposición del Auditorio del Colegio Hermano Miguel, contribuyeron al éxito de este Encuentro de Pequeñas Comunidades de Bogotá.

Muy bien por Monseñor Cotrino que se ha mantenido involucrado y comprometido con las Pequeñas Comunidades de Bogotá. Él responde acertadamente al llamado de Aparecida, que identifica en las Pequeñas Comunidades el verdadero y necesario tejido eclesial de la Iglesia.
Dios continúe bendiciendo su labor pastoral.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Biografia de San Cipriano



Obispo y mártir. +258
Fiesta: 16 de septiembre

Nacido en el año 200 en Cartago (Africa), Cipriano era un convertido. Criado en el ambiente pagano de una rica familia burguesa, buscó en su juventud la gloria y el placer, amó el mundo, estudió la elocuencia y el derecho y la enseñó a la juventud de Cartago. Él mismo dice que sus veinte primeros años fueron poco castos y que llegó a defender la idolatría en sus discursos. Pronto vio que el paganismo jamás podría satisfacer su inteligencia recta y su corazón leal, y esto le movió a estudiar la doctrina de los cristianos. Se dedicó en su juventud a la retórica. El disgusto que sentía ante la inmoralidad de los ambientes paganos, contrastado con la pureza de costumbres de los cristianos, le indujo a abrazar el cristianismo cuando era mayor de 35 años. Su mayor inspiración fue un sacerdote llamado Cecilio. Una vez bautizado descubrió la fuerza del Espíritu Santo capacitándolo para ser un hombre nuevo. Se consagró al celibato.
Tuvo un gran amor al estudio de las Sagradas Escrituras por lo que renunció a libros mundanos que antes le eran de gran agrado. Cipriano pasó a la posteridad como el dechado del cristiano. Se admiraba su vida fecunda, su elocuencia dominadora, su amor ardiente a la Iglesia, y, sobre todo esto, aquella muerte heroica que vino a coronar tan admirables virtudes. Hasta que aparezcan San Ambrosio y San Agustín, no se levantará en la Iglesia de Occidente otro hombre como él. Era africano, como Tertuliano, y cartaginés. Tertuliano fue su maestro por medio de sus libros, y sin duda le conoció en su juventud. «Dame al maestro», solía decir cuando pedía una obra suya. La huella del terrible polemista será profunda en su obra literaria y en su vida; pero jamás podrá llenar el abismo que existía entre los dos caracteres, entre Tertuliano, asceta intemperante y astuto sofista, de un lado, y de otro, Cipriano, alma noble y leal. Lo que más nos atrae en San Cipriano, la caridad, la prudencia, el gusto del orden, de la armonía y de la paz, es lo que más falta en su belicoso antecesor.

Es famoso su comentario del Padrenuestro.Fue ordenado obispo por aclamación popular, el año 248, al morir el obispo de Cartago. Quiso resistir pero reconoció que Dios le llamaba. "Me parece que Dios ha expresado su voluntad por medio del clamor del pueblo y de la aclamación de los sacerdotes". Fue gran maestro y predicador. En el año 251, el emperador Decio decreta una persecución contra los cristianos, sobre todo contra los obispos y libros sagrados. Muchos cristianos, para evitar la muerte, ofrecen incienso a los dioses, lo cual representa caer en apostasía. Cipriano se esconde pero no deja de gobernar, enviando frecuentes cartas a los creyentes, exhortándoles a no apostatar.
Cuando cesó la persecución y volvió a la ciudad se opuso a que permitieran regresar a la Iglesia a los que habían apostatado sin exigirles penitencia. Todo apóstata debía hacer un tiempo de penitencia antes de volver a los sacramentos. Esta práctica no era para el bien del penitente que de esta forma profundizaba su arrepentimiento y fortalecía su propósito de mantenerse fiel en futuras pruebas. Esto ayudó mucho a fortalecer la fe y prepararse ya que pronto comenzaron de nuevo las persecuciones.

El año 252, Cartago sufre la peste de tifo y mueren centenares de cristianos. El obispo Cipriano organiza la ayuda a los sobrevivientes. Vende sus posesiones y predica con gran unción la importancia de la limosna.

En todo era un gran maestro. Pero lo que más nos admira en él no es el doctor ni el polemista, siempre en la brecha, ni el espíritu atento a todos los movimientos de la opinión y dispuesto a intervenir en la lucha: bajo este aspecto se pudo engañar, y todos saben que, a pesar de su buena fe, por nadie puesta en duda, se engañó al llevar demasiado lejos su concepto favorito de la unidad de la Iglesia, poniéndose frente a Roma en la cuestión del bautismo de los herejes. Pero tratándose del gobierno de su iglesia, de la dirección de las almas en medio de las crisis más delicadas y más violentas, San Cipriano es incomparable. Dueño siempre de sí mismo y de los demás, con un sentido muy fino del matiz que debe poner en la voz o en la palabra, levanta los ánimos, abate las resistencias, despierta los heroísmos, exhorta a los mártires, pacifica al clero, somete a los confesores rebelados, se esfuerza por reunir en un haz a todos los combatientes de Cristo y logra reducir a muchos de aquellos que temporalmente habían estado fuera de la milicia divina. «El día de la prueba se acerca—clamaba a los suyos—; lo que va a venir será más terrible que cuanto hemos sufrido hasta ahora; a esta guerra nueva deben prepararse los soldados de Cristo, recordando que beben todos los días el cáliz de la sangre del Señor, a fin de derramar la suya por Él. Lo hombres se ejercitan en el combate del siglo y consideran como una gran honra ser coronados a la vista del pueblo y en presencia del emperador. He aquí el combate sublime que tendrá por testigo a Dios, y en que la corona será entregada por el mismo Cristo. Que los soldados de Dios se pongan en marcha; que cojan sus armas los que han conservado intacta la fe; que los que cayeron se armen también para conquistar lo perdido. Que el honor excite a los unos al combate, que el arrepentimiento aliente a los otros.»

Estas frases parecían presagiar los terrores de la persecución de Valeriano, inaugurada en 257 con un decreto contra los jefes de las iglesias.

El año 257 el emperador Valeriano decreta otra persecución aun más intensa. Todo creyente que asistiera a la Santa Misa corre peligro de destierro. Los obispos y sacerdotes tienen pena de muerte celebrar una ceremonia religiosa. El año 157 decretan el destierro de Cipriano pero él sigue celebrando la misa, por lo que en el año 258 lo condenan a muerte.

Acta del juicio:
Juez: "El emperador Valeriano ha dado órdenes de que no se permite celebrar ningún otro culto, sino el de nuestros dioses. ¿Ud. Qué responde?"Cipriano: "Yo soy cristiano y soy obispo. No reconozco a ningún otro Dios, sino al único y verdadero Dios que hizo el cielo y la tierra. A El rezamos cada día los cristianos".El 14 de septiembre una gran multitud de cristianos se reunió frente a la casa del juez. Este le preguntó a Cipriano: "¿Es usted el responsable de toda esta gente?"Cipriano: "Si, lo soy".El juez: "El emperador le ordena que ofrezca sacrificios a los dioses".Cipriano: "No lo haré nunca".El juez: "Píenselo bien".Cipriano: "Lo que le han ordenado hacer, hágalo pronto. Que en estas cosas tan importantes mi decisión es irrevocable, y no va a cambiar".El juez Valerio consultó a sus consejeros y luego de mala gana dictó esta sentencia: "Ya que se niega a obedecer las órdenes del emperador Valeriano y no quiere adorar a nuestros dioses, y es responsable de que todo este gentío siga sus creencias religiosas, Cipriano: queda condenado a muerte. Le cortarán la cabeza con una espada".Al oír la sentencia, Cipriano exclamó: "¡Gracias sean dadas a Dios!"Toda la inmensa multitud gritaba: "Que nos maten también a nosotros, junto con él", y lo siguieron en gran tumulto hacia el sitio del martirio.Al llegar al lugar donde lo iban a matar Cipriano mandó regalarle 25 monedas de oro al verdugo que le iba a cortar la cabeza. Los fieles colocaron sábanas blancas en el suelo para recoger su sangre y llevarla como reliquias.El santo obispo se vendó él mismo los ojos y se arrodilló. El verdugo le cortó la cabeza con un golpe de espada. Esa noche los fieles llevaron en solemne procesión, con antorchas y cantos, el cuerpo del glorioso mártir para darle honrosa sepultura.A los pocos días murió de repente el juez Valerio. Pocas semanas después, el emperador Valeriano fue hecho prisionero por sus enemigos en una guerra en Persia y esclavo prisionero estuvo hasta su muerte.

domingo, 6 de septiembre de 2009

DIA DEL ADULTO MAYOR

El próximo 26 de septiembre de 2009, la Pastoral de la Salud celebrará el Día del Adulto Mayor, con una Eucaristía, Unción de los Enfermos, actividades de recreación e integración, así como entrega de prácticos regalos a los adultos mayores que asistan al Salón Comunal de Vista Bella a partir de las 10:00 a.m.

Se agradece a todos los fieles de la parroquia que estén interesados en vincularse a este acto y que tengan vehículo propio, coordinarse con Luz Vive Garzón para ayudar en el transporte de los enfermos y ancianos desde sus casas al lugar de reunión y al final del acto, para el regreso a sus domicilios.

Ese día todos los grupos pastorales, ministerios y comunidades estarán participando en el evento y dando su colaboración personal en la realización del mismo. Nuestros adultos mayores merecen todo nuestro cariño y respeto. Ellos ya cumplieron una misión y es el momento de atenderlos con gratitud y amor.



SEMANA DE SAN CIPRIANO

En la semana comprendida entre los días 7 a 12 de septiembre, estamos celebrando nuestra Fiesta Patronal: la Semana de San Cipriano. El programa es el siguiente:

Lúnes 7 - Reflexión: El Sacerdocio y la familia - Responsables: D.Jaime Montealegre y Sra.
Martes 8 - Reflexión: El Sacerdocio y la comunidad - Responsable: Héctor León
Miércoles 9 - Reflexión: Sacerdocio y vocación - Responsable: Marina Lombana de L.
Jueves 10 - Reflexión: El Sacerdocio y el mundo - Responsable: C. Profesionales
Viernes 11 - Reflexión: El Sacerdocio e Iglesia - Responsable: Maruja de Herrera
Sábado 12 - Reflexión: Sacerdocio y Palabra de Dios - Responsable: C. de Oración.

Las reflexiones se expondrán a los asistentes de la Eucaristía de las 6:00 p.m. una vez concluída ésta. Es decir a las 7:00 p.m. en el Templo. Los esperamos a todos!

Los miembros de las Pequeñas Comunidades sustituirán su reunión de esta semana por la asistencia el día martes a la Eucaristía y reflexión correspondiente.

CELEBRACION

Durante el presente mes de septiembre, las Pequeñas Comunidades de la Parroquia de San Cipriano estamos celebrando nuestros primeros 10 años de vida, en los cuales bajo la orientación del Espíritu Santo y con el apoyo de quienes han sido nuestros Párrocos, los Presbíteros Humberto Zapata, Miguel Angel Aragón y en los últimos años Frey Martin Mancera Lombana M.S.A. actual Párroco.

Actualmente estamos integrados en siete (7) Pequeñas Comunidades así:

  • Antioquía - Responsable: Stella de Roldán
  • Emaús - Responsable: Maruja de Herrera
  • Agua Viva - Responsable: D.P. Jairo Hernández
  • Filadelfia - Responsable: Stella de Velasco
  • Jesús mi Pastor - Responsable: Martha Penagos
  • Pescadores - Responsable: Marcela Avila
  • Piedra Viva - Responsable: Héctor Enrique León.

Estas comunidades integran un total de 69 personas, todos ellos laicos comprometidos, incluyendo un Diácono.

Cada Pequeña Comunidad se reúne una vez a la semana, en una de las viviendas de sus miembros en forma rotatoria, durante los cuales se hace oración, alabanza, lectura y discernimiento de la Palabra, catequésis, edificación espiritual y practica de solidaridad.

Una vez cada mes celebramos una Eucaristía especial para las Pequeñas Comunidades aunque con invitación abierta a la comunidad parroquial en general.

El próximo 27 de septeimbre a las 12:00 m. vamos a celebrar una Eucaristía para conmemorar con todos los fieles de la parroquia y los grupos pastorales estos 10 anos de caminar, así como en acción de gracias al Espíritu Santo.

sábado, 29 de agosto de 2009

Cumpleaños e Institución de Ministro Extraordinario de la Comunión



El pasado sábado 29 de agosto de 2009, se realizó una reunión de todos los Ministros Extraordinarios de la Comunión y nuestro Párroco el Padre Frey Martin Mancera Lombana M.S.A., en el Salón Parroquial de San Cipriano, en el cual se celebraron los cumpleaños de todos los Ministros que los habían cumplido durante el primer semestre del presente año. Igualmente se celebró una Eucaristía en la cual fué instituída como nueva Ministro Extraordinaria de la Comunión, la Sra. Lucila de Gómez.

En este acto se contó con la participación del Grupo Celebrativo, que no solo acompañó la Eucaristía, sino que además interpretó varias canciones de musica colombiana que animaron muy gratamente la reunión. Se sirvió una cena con la cual agasajó a todos los asistentes la Coordinadora de ese Ministerio Sra. Maruja Herrera.

jueves, 27 de agosto de 2009

Elementos a vivir en la Pequeña Comunidad

La comunidad es una forma de vida, no solo una reunión. Las reuniones son expresiones de su vida, y significan momentos de fomento y construcción de la comunidad. La vida de la comunidad se manifiesta y realiza más allá de los momentos de reunión, por un frecuente contacto, comunicación, estar pendiente del otro, atento a servirlo, acompañarse y ayudarse en necesidades y problemas.


La Pequeña Comunidad tiene una reunión semanal formal y otras informales. A la reunión semanal básica deben siempre asistir puntualmente todos, y participar positiva y constructivamente.

Además de ésta se tienen otras reuniones informales para oración, retiro, integración, a las que hay que ir invitando a toda la familia de cada miembro de la comunidad, para ir haciendo comunidades de familias, con reuniones no tan frecuentes y sin un formato rígido, buscando la integración y el apoyo mutuo de todos.

Tanto en la vida como en las reuniones formales se deben vivir y compartir varios elementos importantes y esenciales en las tres dimensiones: profética, sacerdotal y regia, y ésta subdividida en comunional y social, lo cual nos da 5 elementos básicos de la vida y de la misión:


ORACIÓN + PALABRA + EDIFICACIÓN + FORMACIÓN Y SOLIDARIDAD, celebrando juntos la Eucaristía una vez al mes.

A las Pequeñas Comunidades se les conoce también como Koinonía, palabra del Nuevo Testamento que significa comunión, participación, solidaridad, comunidad que se vive y se expresa por la edificación y la solidaridad.
Todo esto es expontáneo y participativo por
todos, interviniendo libremente uno después del
otro. Amor, gozo, paz debe ser el ambiente y el fruto de una verdadera comunidad cristiana centrada en el Señor y animada por el Espíritu Santo.



Texto tomado de "Diócesis en Misión y Pastoral Integral" del Padre Alfonso Navarro Castellanos. MSpSC, ex-Director General del SINE.