Como es ya tradicional en nuestra
parroquia, el segundo martes de cada mes, celebramos una Eucaristía a la cual
son invitados todos los miembros de las pequeñas comunidades, los grupos
pastorales y los ministerios. En esta ocasión, la celebración estuvo acompañada
de diversos signos con los cuales se realzaron algunos aspectos específicos que
en otras celebraciones pasan un poco desapercibidos. La sola explicación de los
signos presentes generó la oportunidad de una catequesis que fue ilustrativa
para todos los participantes.
Entre otros, algunos de los
aspectos que allí vivimos fueron los siguientes:
Las sillas del templo fueron
dispuestas de tal manera que los integrantes de cada comunidad se sentaron
frente a frente. En el centro de cada comunidad se dispusieron algunos elementos
litúrgicos, cuyo uso fueron detalladamente explicados por el Padre Moreno.
Inicialmente se presentaron los diferentes colores litúrgicos y su uso en las
Eucaristías. Posteriormente se presentaron uno a uno los elementos del
vestuario litúrgico de los sacerdotes, conjuntamente con su significado: el
alba, el cíngulo, la casulla, la dalmática (en el Diácono), y la estola.
El altar fue dispuesto en el
centro del templo, parte delantera, así como un pequeño ambón para la
proclamación de la Palabra. El altar fue decorado por plantas de uva y sus
correspondientes racimos, sobre lo cual en la homilía el Padre Moreno resaltó
el significado e importancia de la unión con Cristo y la unión entre los
miembros de cada comunidad.
El acto penitencial fue encabezado
por una oración especial que el Presidente de la Asamblea pronunció, con el
acompañamiento espiritual de todos los participantes.
La Comunión se ofreció en las dos
especies del cuerpo y la sangre del Señor. Quienes no comulgaron comieron uvas
de los racimos dispuestos en el altar, en un signo de unión con toda la
Asamblea. Cada comunidad pudo a través de uno de sus miembros, expresar una
intención para incorporar en las intenciones de la Eucaristía.
Los cantos litúrgicos fueron
animados por Juan Carlos y Edelmira, su señora madre. Cantos que fueron
acompañados por todos los participantes. La conclusión de la celebración se
hizo con un canto a la Virgen Santísima. Luego de la bendición final, fuimos
todos invitados a un ágape en el salón parroquial. Para la próxima celebración
dicho ágape será costeado por los miembros de las pequeñas comunidades de
Pescadores y Filadelfia.
Queremos destacar y agradecer en esta nota, la cuidadosa planeación de la Eucaristía por parte del Padre Moreno, que conjuntamente con el Diácono Jaime Montealegre, dejaron notar una gran piedad y amor al Señor en esta memorable celebración. Incluimos fotos de algunos aspectos de la ocasión.
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