martes, 1 de diciembre de 2015
Francisco: No se puede hablar de educación católica sin hablar de humanidad
Educar en la fe no es solo dar catequesis...
martes, 24 de noviembre de 2015
1. La crisis de fe en la Iglesia Católica - Monseñor Wilfredo Peña
Aunque esta predicación de Monseñor Wilfredo Peña fue pronunciada en el año 2013, tiene plena vigencia y actualidad respecto de los problemas de fe que viven muchos católicos evidentemente desorientados.
El tiempo que dediques a escuchar de manera íntegra este video será de mucho provecho para clarificar los tiempos actuales de nuestra fe. En un lenguaje claro y sencillo Monseñor Peña nos describe aquí cuales son las razones de pérdida de la fe de algunas personas.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Buzón de Correo

El Papa Francisco así lo ha reafirmado en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.
REFORMADORES o DEFORMADORES
Históricamente, es necesario reconocer el valor de los
grandes reformadores.
Hombres y mujeres santos e iluminados, que viendo a la
Iglesia torcer la barca de Pedro hacia el relajamiento, intervienen para
fortalecer su timón hacia puerto seguro.
Pero para realizar esta tarea, la santidad definitivamente
ha sido un pre-requisito. Es decir, no es tarea para cualquier criticón.
Incluso algunos de estos grandes reformadores, se
convirtieron en patrones de santidad y ejemplo sin siquiera proponérselo, es el
caso de un San Francisco de Asís, quien llevó a la Iglesia entera a una mayor
coherencia de vida, con su ejemplar modo de vivir, su caridad y su pobreza.
La Iglesia necesita testimonios vivientes, también de
prédicas o escritos teológicos, pero lo más urgente siempre será el ejemplo.
En nuestros días, un numeroso grupo de fieles, heridos con
los anti testimonios de algunos laicos o consagrados, se sienten en la
obligación de quejarse o denunciar el error, para ponerle un muro a la
injusticia o la incoherencia de vida de algunos miembros de la Iglesia.
Y estas quejas van desde el abuso y autoritarismo de algunos
líderes o servidores, como por ejemplo la señora que se cree dueña de la
parroquia y niega el acceso de los feligreses a la iglesia o el líder de una
comunidad que se siente más pastor que oveja y opaca la iniciativa de sus hermanos.
Pero aquí también va incluido el obispo que persigue
cualquier iniciativa de parte de los movimientos laicos y la oposición a los
nuevos carismas o también, el escándalo de una jerarquía eclesiásticas
despreocupada de los fieles y afanosa de poder, cosa que viene combatiendo el
papa Francisco desde los inicios de su pontificado.
Existió otro tipo de reformadores, Lutero por ejemplo.
Estaba errado Lutero, al querer que no se comerciara con las
indulgencias? Tristemente si, más no en el fondo, sino en la forma, pues se
equivocó de estrategia al abandonar la Iglesia.
Lutero se oponía a algo que de por sí era un abuso de poder,
pero lo quiso combatir, creando una Iglesia paralela. Pésima estrategia! Si
queremos torear, hay que meternos de frente contra el toro y no podemos salir
corriendo de la plaza, y esa definitivamente es una estrategia que no reforma,
sino deforma.
El plan del maligno, siempre será el de dividir para reinar.
Les pongo un ejemplo: una pelea entre esposos. Como debemos
enfrentar el problema, dialogando o huyendo de la casa y abandonando el hogar. No se reforma lo que está mal, abandonando a la Iglesia,
ella seguirá en pie, pero quien la abandona, se colgará de una rama sin árbol.
viernes, 30 de octubre de 2015
Conclusiones del Sínodo de la Familia en 7 puntos
Conclusiones finales del Sínodo presentadas a consideración del Papa Francisco.
sábado, 24 de octubre de 2015
Los retos actuales de la Evangelización
En una plena identificación con el llamado misionero del PLAN E de la Arquidiócesis de Bogotá, que pide a todos los que formamos y hacemos Iglesia, el pasar de una pastoral de conservación a una Iglesia en permanente salida misionera, Mons. Jose Vicente Córdoba, Obispo de Fontibón, hace un breve análisis de los retos de evangelización en nuestra ciudad. Quizá esta reflexión aplique no solo al caso de Bogotá sino a muchas ciudades en el mundo latinoamericano.
En común identidad con el PLAN E que nos dice: "De ahí la necesidad de un cambio, de una diversificación de nuestras acciones evangelizadoras, de nuevos lenguajes, para que los instrumentos dados por el Señor para llevar a cabo la evangelización sean significativos en los nuevos tiempos que vivimos"
miércoles, 21 de octubre de 2015
EL KERIGMA (Entrevista)
En una de las revistas ALO, en la
entrevista a una artista de televisión, el entrevistador le dijo: Vienes de una
familia tradicional y una religión muy católica. ¿Qué tan creyente eres?
“Sí (contestó) es muy
tradicional, estudié en el Eucarístico que es un colegio católico, siento que
sí estuve influenciada por la religión, pero ya no soy como antes cuando era
pequeña, una católica tan fanática de ir a misa todos los domingos. Mi relación
con Dios es ahora diferente, creo en Él, si trato de tenerlo muy presente en
mis reflexiones diarias y hablo con Él e intento tener una sensación de
espiritualidad y de ser consecuente en todos mis actos, con lo que hago y con
lo que digo”.
Al leer esto, al punto me ocurrió
preguntar: Pero, ¿dónde está JESÜS EL CRISTO? ¿Qué pasó? No cuenta en el relato
de su infancia ni en el nuevo proyecto religioso de su vida madura. ¿Qué pasó?
¿QUÉ PASA?
Millones de jóvenes de la cultura
occidental cristiana, al llegar a la edad de decidir sobre el sentido de sus
vidas, se acogen al ateísmo o resbalan hacia un teísmo personal donde satisface
sus inquietudes espirituales. Parecería que la religión, en especial la
católica, aburre o espanta.
¿QUÉ HACER?
UNA NUEVA EVANGELIZACIÓN.
Nuestros jóvenes recibieron desde
niños una doctrina (catequesis) y una liturgia. En cierta forma están ya
insensibilizados, vacunados. Además, la catequesis que recibieron sería de tipo
un poco de edad media, fuertemente chocante con la cultura moderna. El
cristianismo esencial no es una ideología, ni una doctrina, ni una liturgia, ni
una ética, ni siquiera es una religión. Es la acogida al ANUNCIO (Kerygma) de
un portentoso acontecimiento histórico:
“Hace unos dos mil años, el Hijo
eterno de Dios encarnó de una mujer, se hizo hombre, vivió como hombre; a causa
de sus enseñanzas fue crucificado y resucitó al tercer día; mediante su vida,
muerte y resurrección nos alcanzó una vida eterna en la gloria de Dios.
¿Cómo una cosa de esta magnitud
puede ser ignorada?
Al oir este anuncio (Kerygma)
pueden suceder tres situaciones: se oye, pero no se escucha, falta la atención.
Se escucha, pero el asunto se ve tan absurdo e inverosímil que es desechado de
inmediato. Se escucha y se lo ve lo suficientemente importante como para
acercarse e iniciar un proceso de investigación. La existencia de Jesús de
Nazaret, los rasgos principales de su vida, de sus actitudes, de su doctrina y
de su muerte, están sólidamente afirmados por la ciencia histórica. Igualmente
es histórico el testimonio de los Apóstoles acerca de su resurrección.
Ciertamente, acoger este anuncio es
difícil, más cunado implica decisiones serias y profundas. Pero también es
difícil arrojarlo a la caneca como si nada hubiera pasado en la historia.
¿CÓMO HACER LA
EVANGELIZACIÓN?
Juan Luis Segundo S.J., en su
libro El Dogma que libera, pág 386, nos ofrece una primera e importante pista: “Un año antes de abrirse el Concilio
Vaticano II, un Consultor de la Congregación “De PropagandaFides”, André
Seumois escribía lo siguiente a propósito del Kerygma(=proclamación) evangélica,
un sinónimo de lo que hoy se llama corrientemente “evangelización”:
“Tendiendo directamente a un “primer
anuncio del cristianismo”. El Kerygma
constituye una predicación de un tipo muy caracterizado. Se limita a proclamar
la sustancia profunda del cristianismo, los
rasgos fundamentales de la religión cristiana, evitando recargamiento, lo accidental,
lo adventicio, lo superfluo. Es esta una
condición absolutamente necesaria para que el mensaje cristiano pueda no solo
ser asimilado por almas nuevas, sino también introducir en ellas su luz enaltecedora. El mensaje evangélico en
su pureza es tan rico y revolucionario que es necesario limitarse
cuidadosamente a su contenido e incluso prever una prudente progresión en su exposición”.
Aquí es oportuno señalar la recomendación del Vaticano II, UR,11: “Al
confrontar las doctrinas no olviden que hay un orden o “jerarquía” de las
verdades en la doctrina católica, por ser diversa su conexión con el fundamento
de la fe cristiana”.
A esta jerarquía en las verdades
de la fe, corresponde, como es natural, un orden en la cantidad de tiempo y “énfasis”
que se debe dar a cada tema en su enseñanza.
Y esto nos introduce en el otro
punto importante de la evangelización:
El anuncio kerygmático no es un
simple enunciado verbal o escrito. El “kerygma” es una proclamación con voz fuerte
y entusiasta, que invite y provoque acogerlo. Y sobre todo que detrás de su
exposición, se adivine al testigo íntimamente
convencido, que siente y vive lo que dice Sin TESTIGOS no hay fe.
Para terminar, encuentro oportuno traer la cita de una
entrevista al Papa Francisco cuando era Arzobispo de Buenos Aires. La cita se
encuentra en el libro EL JESUITA, la historia de Francisco el Papa argentino, págs.
88 y 89.
“La Iglesia predica
aquello que cree que es lo mejor para las personas, que las hace más plenas, más
felices. Pero con frecuencia se produce un reduccionismo degradante: Me
explico: lo importante de la prédica es el anuncio de Jesucristo, que en
teología se llama el kerygma. Y que se sintetiza en que Jesucristo es Dios,
se hizo hombre para salvarnos, vivió como cualquiera de nosotros, padeció,
murió, fue sepultado y resucitó. Esto es el kerygma, el anuncio de Cristo, que provoca estupor, lleva a la
contemplación y a creer. Algunos creen “de primera” como Magdalena. Otros creen
luego de dudar como Tomás. Cada uno tiene su manera de llegar a creer. La fe es
el encuentro con Jesucristo. (…) Después del encuentro con Jesucristo “viene la
reflexión, que sería el trabajo de la catequesis”.
Estupor, admiración,
contemplación, interiorización hasta el corazón, son pasos que llevan al
encuentro con Jesucristo.
Gustavo Salazar G. El
autor de esta nota es teólogo por autoformación y fue catequista de adultos
durante varios años en la Parroquia de San Cipriano. Ha publicado varios breves
escritos sobre Jesucristo y el Plan de Salvación. Animó la creación de una de las primeras Pequeñas Comunidades de San Cipriano, denominada "Antioquía" la cual coordinó por más de 15 años.
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