sábado, 7 de junio de 2014

Catholic.net - Evolución histórica del celibato sacerdotal (Primera de 2 partes)

Fuente: es.catholic.net

Se actualizó 2 de jun. de 2014
Evolución histórica del celibato sacerdotal
Uno de los asuntos de los cuales más se habla en algunos ambientes eclesiásticos (y no eclesiásticos), y hacia el cual más de una denominación cristiana orienta sus críticas, es la disciplina actual de la Iglesia Católica según la cual quien se acerca a las Sagradas Ordenes (sacerdocio) debe profesar votos de castidad perpetua (celibato).

Digamos desde un primer momento que se trata de una disciplina eclesiástica sujeta a cambio, que de hecho cambió y puede, teóricamente, seguir cambiando. No se trata de un dogma de fe. La hermana Iglesia Ortodoxa, que ordena sacerdotes "válidamente" según el juicio de la Iglesia Católica, admite hombre casados al sacerdocio. Es más, la misma Iglesia Católica en los países donde predomina el rito Bizantino (por ejemplo en Ucrania, por mencionar uno) ordena sacerdotes a hombres casados, los cuales continúan viviendo vida matrimonial después de la ordenación.

Pero al mismo tiempo la Iglesia cree que el celibato sacerdotal es un don de Dios, y que hoy por hoy sería un error cambiar la legislación actual. Y la bimilenaria Iglesia tiene sus buenos motivos.

Expongo aquí sucintamente algunos pensamientos sobre el tema. No se trata de un tratado exhaustivo, sino apenas un resumen, algo que el laico sencillo pueda entender sin mayores estudios teológicos y sin necesidad de recurrir a gruesos tratados de historia de la Iglesia.

Dejamos de lado las muchas razones de orden teológico y pastoral que evidencian la oportunidad de esta disciplina (y que son en verdad cuantiosas y de no poca monta), y vemos solamente el proceso histórico de esta decisión. Es decir, el presente escrito no responde a todas la preguntas sobre el tema ni es una defensa acabada del celibato, sino que trata de responder a la pregunta: ¿de dónde proviene esta práctica en la Iglesia Católica? ¿Cómo fue evolucionando el asunto? ¿Fue siempre así como lo conocemos hoy? Quien quiera profundizar sobre los motivos de orden teológico que han llevado a la Iglesia por el camino del celibato sacerdotal, puede leer con provecho la magistral encíclica de Pablo VI "Sacerdotalis Caelibatus", entre otros muchos esclarecedores documentos de la Iglesia.

En el Nuevo Testamento 

Para entender el motivo último de esta práctica eclesiástica y valorar los alcances profundos de la misma hay que leer y meditar Mateo 19:10-12 y, sobretodo, el capítulo 7 de la primera carta de San Pablo a los Corintios. Estos textos dan "el espíritu" que late tras la legislación del celibato sacerdotal. Leyendo estos pasajes, el fiel entiende que se trata de una vocación de Dios, en vistas al Reino de Dios, y que sólo sin razonar puede alguien rápidamente afirmar que "es un invento de los curas"; en efecto, más allá de la disciplina eclesiástica, que puede cambiar y de hecho fue cambiando con el paso del tiempo, sin embargo quedarán siempre en pié aquellas claras palabras del apóstol: "el célibe se ocupa de los asuntos del Señor…, mientras que el casado de los asuntos del mundo… y está dividido" (1 Cor 7). Si perdemos de vista estos textos bíblicos, perdemos de vista el centro de la cuestión.

En la evolución histórica de la legislación celibataria pueden distinguirse (y somos conscientes de simplificar demasiado las cosas) tres momentos principales:

a) de los comienzos al siglo IV;
b) del siglo IV al XII;
c) del siglo XII a nuestros días.

a) La comunidad apostólica y los tres primeros siglos de la Iglesia

Hay algunos textos ya en los escritos del Nuevo Testamento que nos ilustran sobre la situación de la Iglesia primitiva en esta materia. San Pablo pide que los obispos y diáconos sean "casados una sola vez", o "maridos de una sola mujer" (I Tim 3:2.12; Tito 1:6). Esto, en un primer momento, como se apresuran a hacérnoslo saber algunos hermanos evangélicos, parecería excluir la idea de un sacerdote u obispo "célibe". Ahora bien, no debemos olvidar que el mismo Pablo nos hablaba de la conveniencia de "no estar divididos" (es decir, no estar casados), y agregaba que él quisiera que "todos fuesen como él" (1Cor 7:7-8), dejando claro que él mismo no tenía mujer, y que prefería - ciertamente no imponía - que el servidor de Dios tampoco la tuviese (incluye también la virginidad femenina, como camino ideal de quien quiera servir a Dios con corazón indiviso). Es decir, lo que San Pablo pedía con "que sean de una sola mujer" no era que necesariamente se casaran y tuvieran al menos una mujer - como lo interpretan algunos cristianos, lo cual sería exactamente lo contrario de todo lo que el mismo Pablo escribió en 1Cor 7 - sino que no sean personas que lleven una vida disoluta, con varias mujeres, o que se hayan casado más de una vez. Se trata de una orden que señala un límite (no más de una mujer), y no una obligación (al menos una mujer).

Es por otro lado obvio que en el comienzo de la predicación cristiana, cuando el celibato no era un estado admitido en la sociedad, los Apóstoles no esperasen encontrar hombres célibes en número suficiente para regir las numerosas comunidades cristianas que iban surgiendo, pues simplemente no los había, y no se podía pensar que el deseo de Pablo de que el servidor sea célibe fuese inmediatamente aceptado y practicado en toda la Iglesia. No había entonces seminarios: había que fundar las comunidades cristianas con la predicación, y para ello se escogía a los hombres más capacitados en ese momento. Por ello Pablo exige al menos lo indispensable, a saber, que no sean libertinos, o que no hayan tenido ya varias mujeres. Incluso es de admirarse que, en ese ambiente naturalmente contrario a la abstención sexual, Pablo haya tenido la claridad y el valor de predicar que "es mejor no casarse". Sus palabras son sin duda de un gran calibre profético.

Lo mismo cabe decir de los textos donde Pablo señala que "si el obispo no es capaz de ordenar su propia casa, cómo será capaz de ordenar la iglesia". No está diciendo que los candidatos deben ser necesariamente casados, y que un célibe no puede ejercer ese cargo, sino que el candidato, que debía ser una persona de cierta edad y experiencia, y por lo tanto bien casado, debía dar muestras de buen gobierno de su propia familia antes de querer gobernar a la Iglesia de Dios.

Esta fue la práctica de la Iglesia durante los primeros siglos, a saber, admitía los candidatos casados a las ordenes sagradas, siempre y cuando diesen testimonio de un matrimonio vivido de manera irreprensible; al mismo tiempo, y siguiendo las enseñanzas de Jesús y de Pablo de las que hemos hablado más arriba, siempre fue estimado por todas las iglesias el don del celibato por el Reino de los Cielos, y es lógico pensar que muchos comenzaba ya a vivir ese estado de vida tan particular. En otras palabras, había ministros casados y ministros célibes, aunque no podemos determinar la cantidad y la proporción con respecto a los casados, o los oficios que se reservaban a unos u a otros, etc. Además, las costumbres de las distintas iglesias locales eran diversas en este sentido, aunque los principios que enunciamos eran respetados en todos lados.

Recordemos que a la hora de acudir a los documentos escritos, no es mucho lo que de aquella lejana historia podemos asegurar con ciencia cierta en el campo que vamos tratando. Algunos estudiosos, por ejemplo, se inclinan a pensar que, si bien no era obligatorio, la mayoría de las iglesias locales, tal vez celosas de las palabras del Apóstol, guardaban la costumbre de admitir a las órdenes sagradas preferiblemente a los célibes.

Antes de seguir adelante señalo aquí una observación que hay que tener muy en cuenta a la hora de "datar" las enseñanzas o las prácticas de la Iglesia: cuando un concilio o un Papa legislan o definen una determinada doctrina, no quiere decir que esa doctrina haya sido "introducida" en la Iglesia en ese tiempo, sino más bien que se trata de algo que ya existía, y sobre lo que sólo ahora parece necesario legislar. Demos un ejemplo más reciente: si un historiador del siglo veintiséis leyese en los libros de historia que fue recién Juan Pablo II en el siglo veinte quién definió solemnemente sobre la imposibilidad de la ordenación sacerdotal de mujeres, ¿podría él concluir legítimamente que la doctrina católica de la no-validez de la ordenación de mujeres fue "introducida en la Iglesia" sólo en el siglo veinte? Se equivocaría si así pensase nuestro imaginario historiador, pues la decisión de Juan Pablo II no es una "innovación", sino una "explicitación" de una doctrina mantenida desde siempre, pero sobre la cual no había necesidad de legislar con anterioridad, pues era mantenida por la totalidad de los fieles. Algo similar sucede con la "legislación" sobre el celibato sacerdotal: que se haya legislado recién en los siglos III o IV no quiere decir que el tema era desconocido antes. Este principio se aplica a muchas definiciones dogmáticas que algunos se apresuran a ver como "innovaciones" de la Iglesia, cuando en realidad no son sino un explicitar lo que ya se venía creyendo con anterioridad (así el dogma del primado del Obispo de Roma, la Asunción de la Virgen, y tantas otras doctrinas). 

viernes, 23 de mayo de 2014

Cara a Cara - 2014-5-8 - Norma Treviño de Villareal (+lista de reproduc...





A propósito de la época electoral en que nos encontramos en Colombia, este programa de "Cara a Cara" nos introduce en unas reflexiones muy valiosas sobre la participación de los católicos creyentes en las actividades políticas.

La persona aquí entrevistada por Alejandro Bermúdez, nos plantea los retos a los que somos llamados todos los creyentes en materia de participación ciudadana en el análisis, discusión y posibles líneas de trabajo en política, para contribuir de manera apreciable a mejorar las condiciones de vida del mundo actual, en todos sus ámbitos.

Trabajar por la dignificación del ser humano y la humanización de todos los ambientes en los que nos movemos, es una posibilidad que tenemos para ir más allá de nuestras partiuculares conveninencias personales o familiares.

jueves, 8 de mayo de 2014

MAY FEELINGS 7





No estamos lejos de alguna de estas situaciones.....

Dejemos a un lado nuestro orgullo y pidamos perdón!

jueves, 1 de mayo de 2014

Concluye Taller de Oración y Vida

El Taller de Oración y Vida (TOV) cuya iniciación anunciamos en este blog el pasado 4 de marzo, que contó con 11 participantes y estuvo dirigido por Eugenia Ruiz Sandoval, Guía autorizada de Talleres de Oración y Vida, concluyó en el día de hoy 1 de mayo, mediante una sesión de desierto, realizada en la Casa de Convivencias y Retiros “Santa Luisa Los Pinares” de las Hermanas Vicentinas, ubicada en la calle 195 No.56-66 de Bogotá.

El TOV  creado por el Padre Ignacio Larrañaga proporciona a los fieles un método práctico para enseñar a orar, y orar de una manera ordenada, variada y progresiva, desde los primeros pasos hasta las profundidades de la contemplación. En primer lugar, el Taller toma al tallerista (participante) y, a la luz de la Palabra, lo introduce en un rico entramado de reflexión, oración, mensaje evangélico y análisis de la propia vida. En este contexto el tallerista es motivado casi sin darse cuenta, a una transformación de vida. Y no se trata de una conversión de fin de semana. Es un proceso de 15 semanas, con una reunión semanal de 2 horas, en el que se emplea  una pedagogía especial para meditar y vivir la Palabra. Los TOV son aprobados por la Santa Sede desde octubre 15 de 1997 y hoy se realizan en más de 40 países del mundo.



En este taller participaron 6 miembros de dos pequeñas comunidades: Filadelfia y Jesús mi Pastor, así como 2 ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión, todos ellos de la Parroquia de San Cipriano. Participaron igualmente 5 laicos que a través de este TOV hicieron su primera actividad de formación en esta importante actividad.

Cuando se dedica al Señor un día, al menos unas 5 a 6 horas, en silencio y soledad, a esta experiencia se le llama Desierto y se realiza en el campo o en una casa de retiros, tal como se hizo en este caso. Es un tiempo fuerte dedicado a Dios en silencio, soledad y penitencia. Se trabaja con el apoyo de textos bíblicos, salmos, lecturas meditadas, ejercicios de relajación, oraciones y cantos de alabanza.  Un aporte central de reflexión lo hace el Padre Ignacio Larrañaga, de quien se leen y meditan textos y reflexiones especiales.

Algunas de las zonas verdes de la Casa de R. "Los Pinares"


En el TOV se enseñan y practican 10 modalidades diferentes para hacer oración con una pedagogía para hacer la meditación. Durante el Desierto se practica por ejemplo el orar con la naturaleza. Uno de los ejercicios orantes más hermosos que pueden hacerse es orar con toda la creación. Por ejemplo, haciendo lectura rezada del Salmo 104 el orante expresa con el versículo 1 “Dios mío que grande eres” frente a la observación de la naturaleza. Igualmente con el versículo 24, los talleristas oran diciendo “Cuan inmensas son tus obras Dios mío. Todas las has hecho con sabiduría. La tierra está llena de tus creaturas”. Es una experiencia de contemplación y transformación para quienes participan de esta actividad.

"Dios mío, qué grande eres!"


La belleza de la naturaleza en la cual está ubicada esta Casa de Retiros, con jardines, árboles y vegetación en general, cuidados amorosamente por las Hermanas Vicentinas (véanse algunas fotos), así como la funcionalidad y adecuada dotación de sus salones de reunión, dormitorios, capilla y comedor, hacen de este sitio, un lugar ideal para ir a un encuentro con el Señor. Allí, la naturaleza entera se expresa en un canto de alabanza a Dios, a través del trino de las aves, de la belleza multicolor del paisaje y de la vida que contiene todos los elementos de la creación. Así lo sentimos, lo vivimos y lo expresamos, agradecidos con Él por la Gracia especial que significa participar en esta experiencia.


Felices los que no te vieron, y creyeron en Ti.
Felices los que no contemplaron tu semblante
y confesaron tu divinidad.
Felices los que, al leer el Evangelio,
reconocieron en Ti a Aquel que esperaban.
Felices los que, en tus Enviados,
divisaron tu divina presencia.


(Tomado de la oración “Los que creen” del P. Ignacio Larrañaga)

sábado, 26 de abril de 2014

Ignacio Larrañaga En Singular 2A




Este es el tercer de tres vídeos grabados por el programa "En singular", que hemos publicado con anterioridad en este blog sobre una entrevista con el fundador de los Talleres de Oración y Vida. 


Biografía del Padre Ignacio Larrañaga:

Sacerdote franciscano, capuchino de origen español. Nació en Loyola el 4 de mayo de 1928.
Fue ordenado sacerdote en Pamplona y desarrolló por algunos años su ministerio sacerdotal en su país de origen. Enviado a Chile, desde muy joven, ha desarrollado una obra pastoral inmensa, como predicador, escritor y organizador de conferencias, cursos, retiros.
En el año 1965 fundó, el Centro de Estudios Franciscanos y Pastorales para América Latina (CEFEPAL), desarrollando a lo largo de una década una intensa actividad animadora en la línea franciscana y en la renovación conciliar en diversos países de América Latina y España.
En 1974 en Brasil, inició un método de evangelización llamado "Encuentro de Experiencia de Dios", de seis días de duración que llevó a cabo durante 23 años, en los que participaron decenas de miles de personas, delegando después esa tarea evangelizadora a matrimonios de distintos países, que hoy día prosigue.
Desde el año 1984 inició la obra, considerada más importante de su vida: los Talleres de Oración y Vida (TOV), a cuya fundación y consolidación dedicó aproximadamente diez años, escribiendo para su eficaz funcionamiento, dos libros fundamentales: el ‘Manual del Guía TOV’ y ‘Estilo y Vida de los Guías’ y grabando siete casetes
con la misma finalidad.


El Padre Larrañaga es así mismo autor de 16 libros que han alcanzado numerosas ediciones y han sido traducidos a 10 idiomas. Entre sus escritos destacan "Muéstrame tu rostro", "El hermano de Asís", "El pobre de Nazaret", "Salmos para la vida", "El silencio de María", "Del sufrimiento a la paz", "El matrimonio feliz". Luego de una larga vida marcada por una vida pastoral profunda como predicador, escritor, director espiritual, organizador de conferencias, cursos y retiros, falleció el 28 de octubre de 2013. Uno de sus apostolados más grandes fue  los Talleres de Oración
y Vida (TOV) del cual fue su creador.

Ignacio Larrañaga en el programa En Singular parte 2





Video de continuación del publicado anteriormente y que aparece en la parte inferior. Su experiencia en el arma del abandono, para combatir momentos de dificultad y/o de oscuridad. Su aclaración sobre la existencia de los códigos genéticos existentes en cada persona y la manera como influyen en su comportamiento.

Ignacio Larrañaga en el programa En Singular parte 1





En este vídeo, primero de tres, correspondientes a entrevistas concedidas por el Padre Ignacio Larrañaga al programa En Singular, el Padre Ignacio cuenta sus primeras experiencias de evangelización en Chile, pasando por "Los encuentros de experiencia de Dios" y después a los Talleres de Oración y Vida, que hoy se realizan en el mundo entero.