lunes, 18 de octubre de 2010

NUEVO PARROCO Y VICARIO PARROQUIAL


Tal como lo habiamos anunciado a mediados del mes pasado en este blog, la Arquidiocesis de Bogota asigno a la Comunidad de Los Misioneros de los Santos Apostoles (M.S.A.) la administracion de la Parroquia de San Cipriano. Para el efecto fue nombrado el Padre John Henry Buitrago M.S.A. como nuevo Parroco, y el Padre Pompilio Moreno M,S,A,, como nuevo Vicario Parroquial.


Bajo esta nueva guia, la Parroquia de San Cipriano pasa a ser una obra de los M.S.A.


El Padre John Henry es actualmente Superior de los M.S.A. en Colombia e igualmente es Capellan del Colegio de las Hermanas de Nazareth, que esta ubicado en nuestra zona parroquial.

El carisma de los M.S.A. es promover, formar y acompanar a jovenes y adultos a las vocaciones sacerdotales y a las demas vocaciones existentes dentro de la Iglesia Catolica. En este sentido, el Padre John Henry expreso en reciente Consejo Parroquial que la Parroquia respeta las diferentes espiritualidades desde las que Dios ha hecho su llamado a cada uno de los fieles laicos y laicos comprometidos en nuestra iglesia particular. Aclaro que los M.S.A. haran mas que una direccion espiritual un acompanamiento espiritual.

Los horarios de atencion de nuestros nuevos sacerdotes y pastores sera asi:

Martes, viernes y sabado - Padre John Henry Buitrago M.S.A.

Miercoles, jueves y sabado - Padre Pompilio Moreno.

La atencion de los sabados se rotara entre ambos sacerdotes.

En la misma reunion, se creo el Consejo de Comunicaciones de la Parroquia, el cual sera responsable de elaborar la Hojita del Domingo y las diferentes comunicaciones que el Padre John Henry considere necesarias para mantener bien informados a todos los files de la Parroquia,

Este Consejo se reunira todos los lunes a partir del 25 de octubre proximo, a las 7:00 p.m. en el Salon Parroquial.

Desde este blog, deseamos a los Padres John Henry y Pompilio que su labor pastoral este colmada de bendiciones del nuestro Senor Jesucristo y la`Virgen Maria.

sábado, 18 de septiembre de 2010

S.S. BENEDICTO XVI: LOS ANCIANOS, UNA BENDICIÓN PARA LA SOCIEDAD


LONDRES, sábado 18 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigió hoy a los huéspedes del asilo para ancianos St. Peter’s Residence, dirigida por las Hermanitas de los Pobres, en el barrio londinense de Lambeth.

Mis queridos hermanos y hermanas:

Me alegra mucho estar entre vosotros, los residentes de San Pedro, y agradezco a la Hermana Marie Claire y a la Señora Fasky sus amables palabras de bienvenida de parte vuestra. Me complace saludar también al Arzobispo Smith de Southwark, así como a las Hermanitas de los Pobres y al personal y voluntarios que os atienden.

Puesto que los avances médicos y otros factores permiten una mayor longevidad, es importante reconocer la presencia de un número creciente de ancianos como una bendición para la sociedad. Cada generación puede aprender de la experiencia y la sabiduría de la generación que la precedió. En efecto, la prestación de asistencia a los ancianos se debería considerar no tanto un acto de generosidad, cuanto la satisfacción de una deuda de gratitud.

Por su parte, la Iglesia ha tenido siempre un gran respeto por los ancianos. El cuarto mandamiento: «Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te ha mandado» (Deut 5,16), está unido a la promesa, «que se prolonguen tus días y seas feliz en la tierra que el Señor tu Dios te da» (Ibid). Esta obra de la Iglesia por los ancianos y enfermos no sólo les brinda amor y cuidado, sino que también Dios la recompensa con las bendiciones que promete a la tierra donde se observa este mandamiento. Dios quiere un verdadero respeto por la dignidad y el valor, la salud y el bienestar de las personas mayores y, a través de sus instituciones caritativas en el Reino Unido y otras partes, la Iglesia desea cumplir el mandato del Señor de respetar la vida, independientemente de su edad o circunstancias.

Como dije al inicio de mi pontificado: «Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario» (Homilía en el solemne inicio del Ministerio Petrino del Obispo de Roma, 24 de abril 2005). La vida es un don único, en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, y Dios es el único para darla y exigirla. Puede que se disfrute de buena salud en la vejez; aun así, los cristianos no deben tener miedo de compartir el sufrimiento de Cristo, si Dios quiere que luchemos con la enfermedad. Mi predecesor, el Papa Juan Pablo II, sufrió de forma muy notoria en los últimos años de su vida. Todos teníamos claro que lo hizo en unión con los sufrimientos de nuestro Salvador. Su buen humor y paciencia cuando afrontó sus últimos días fueron un ejemplo extraordinario y conmovedor para todos los que debemos cargar con el peso de la avanzada edad.

En este sentido, estoy entre vosotros no sólo como un padre, sino también como un hermano que conoce bien las alegrías y fatigas que llegan con la edad. Nuestros largos años de vida nos ofrecen la oportunidad de apreciar, tanto la belleza del mayor don que Dios nos ha dado, el don de la vida, como la fragilidad del espíritu humano. A quienes tenemos muchos años se nos ha dado la maravillosa oportunidad de profundizar en nuestro conocimiento del misterio de Cristo, que se humilló para compartir nuestra humanidad.

A medida que el curso normal de nuestra vida crece, con frecuencia nuestra capacidad física disminuye; con todo, estos momentos bien pueden contarse entre los años espiritualmente más fructíferos de nuestras vidas. Estos años constituyen una oportunidad de recordar en la oración afectuosa a cuantos hemos querido en esta vida, y de poner lo que hemos sido y hecho ante la misericordia y la ternura de Dios. Ciertamente esto será un gran consuelo espiritual y nos permitirá descubrir nuevamente su amor y bondad en todos los días de nuestra vida.
Con estos sentimientos, queridos hermanos y hermanas, me complace aseguraros mi oración por todos vosotros, y pido vuestras oraciones por mí. Que Nuestra Señora y su esposo San José intercedan por nuestra felicidad en esta vida y nos obtengan la bendición de un tránsito tranquilo a la venidera.

Que Dios os bendiga a todos!

viernes, 17 de septiembre de 2010

EL SANTO PADRE EN INGLATERRA




ENTREVISTA AL PAPA DURANTE EL VUELO AL REINO UNIDO

CIUDAD DEL VATICANO, 16 SEP 2010 (VIS).-Como es tradicional, durante el viaje apostólico al Reino Unido Benedicto XVI respondió a las preguntas de varios periodistas que le acompañan en el vuelo.

Un periodista preguntó al Papa si estaba preocupado por las polémicas durante la preparación del viaje a Gran Bretaña: "En la tradición pasada del país ha habido fuertes posiciones anticatólicas. ¿Está preocupado por cómo va a ser acogido?".

Benedicto XVI respondió: "Debo decir que no estoy preocupado, ya que cuando estuve en Francia se dijo que era el país más anticlerical, con fuertes corrientes anticlericales y con un mínimo número de fieles; cuando fui a la República Checa , se dijo que sería el país más antirreligioso de Europa y también el más anticlerical. (...) Naturalmente, Gran Bretaña tiene su propia historia de anticatolicismo, esto es evidente, pero es también un país con una gran historia de tolerancia. Estoy seguro de que, por una parte, habrá una acogida positiva de los católicos y de los creyentes, atención de cuantos buscan cómo ir adelante en este tiempo nuestro, y respeto y tolerancia recíproca donde hay un anticatolicismo. Voy adelante con gran valentía y con alegría".

La segunda pregunta fue: "El Reino Unido, como muchos otros países occidentales, es considerado un país secular, con un fuerte movimiento de ateísmo también con motivaciones culturales. Sin embargo, hay también signos de que la fe religiosa, en particular en Jesucristo, está todavía viva a nivel personal. ¿Qué puede significar esto para católicos y anglicanos? ¿Se puede hacer algo para mostrar a la Iglesia como institución más creíble y atractiva para todos?".

"Diría -respondió el Papa- que una Iglesia que busca sobre todo ser atractiva, estaría ya en un camino equivocado. Porque la Iglesia no trabaja para sí, para aumentar los propios números, el propio poder. La Iglesia está al servicio de Otro, sirve no para sí misma, para ser un cuerpo fuerte, sino para hacer accesible el anuncio de Jesucristo, las grandes verdades, las grandes fuerzas de amor y de reconciliación que han aparecido en esta figura y que vienen siempre de la presencia de Jesucristo. (...) En este sentido, me parece también que anglicanos y católicos tienen el mismo deber, la misma dirección que tomar. Si anglicanos y católicos ven que no sirven para sí mismos, sino que son instrumentos para Cristo, "amigo del Esposo" como dice san Juan, si ambos siguen la prioridad de Cristo y no de sí mismos, entonces van juntos. Porque entonces la prioridad de Cristo los une y no son ya competidores, cada uno buscando el mayor número, sino que están juntos en el compromiso por la verdad de Cristo que entra en este mundo, y de este modo se encuentran también recíprocamente en un verdadero y fecundo ecumenismo".

La siguiente pregunta fue cómo restablecer la confianza de los fieles tras el escándalo de los abusos sexuales.

"En primer lugar, debo decir que estas revelaciones han sido para mí un shock, son una gran tristeza. Es difícil entender cómo fue posible esta perversión del ministerio sacerdotal. El sacerdote, en el momento de la ordenación, preparado durante años para este momento, dice sí a Cristo para hacerse su voz, su boca, su mano, y servirlo con toda la existencia para que el Buen Pastor que ama, ayuda y guía a la verdad esté presente en el mundo. Es difícil comprender cómo un hombre que ha hecho y dicho esto puede luego caer en esta perversión, es una gran tristeza, una tristeza también que la autoridad de la Iglesia no fuera suficientemente vigilante y suficientemente veloz y decidida para tomar las medidas necesarias. Por todo esto, estamos en un momento de penitencia, de humildad, de renovada sinceridad. (...) En cuanto a las víctimas, diría que son importantes tres cosas. (...) Cómo podemos reparar, qué podemos hacer para ayudar a estas personas a superar este trauma, a reencontrar la vida, a reencontrar también la confianza en el mensaje de Cristo.

La cura, el compromiso por las víctimas es la primera prioridad con ayudas materiales, psicológicas y espirituales. Lo segundo es el problema de las personas culpables: la justa pena, excluirlos de toda posibilidad de acceso a los jóvenes, porque sabemos que ésta es una enfermedad, que la libre voluntad no funciona donde está esta enfermedad y, por lo tanto, debemos proteger a estas personas contra sí mismas y encontrar la manera de ayudarlas y protegerlas y excluirlas de todo acceso a los jóvenes. Y el tercer punto es la prevención en la educación y en la elección de los candidatos al sacerdocio. Estar atentos de tal modo que, según las posibilidades humanas, se excluyan futuros casos. Quisiera en este momento también agradecer al episcopado británico su atención y su colaboración tanto con la Sede de Pedro como con las instancias públicas y la atención por las víctimas. Creo que el episcopado británico ha hecho y hace un gran trabajo. Por eso, estoy muy agradecido".

"La figura del cardenal Newman -preguntó otro periodista-, es muy significativa para usted. Y para el cardenal Newman usted hace la excepción de presidir su beatificación. ¿Piensa que su recuerdo puede ayudar a superar las divisiones entre anglicanos y católicos? ¿Y cuáles son los aspectos de su personalidad sobre los que desea poner el acento más fuerte?".

"El cardenal Newman es sobre todo, por una parte, un hombre moderno que ha vivido todo el problema de la modernidad, que ha vivido también el problema del agnosticismo, de la imposibilidad de conocer a Dios, de creer. (...) Señalaría tres elementos: modernidad de su existencia con todas las dudas y los problemas de nuestro ser de hoy; cultura grande, conocimiento de los grandes tesoros de la cultura de la humanidad, disponibilidad de búsqueda permanente, de renovación permanente; y espiritualidad, vida espiritual, vida con Dios, dan a este hombre una grandeza excepcional para nuestro tiempo y por eso es una figura de doctor de la Iglesia para nosotros y para todos, y también un puente entre anglicanos y católicos".

La última pregunta fue: "Esta visita es considerada con el rango de una visita de Estado. ¿Hay puntos importantes de sintonía con las autoridades inglesas, en particular respecto a los grandes desafíos del mundo actual?".

"Estoy muy agradecido a Su Majestad la Reina Isabel II , que ha querido dar a esta visita el rango de visita de Estado, que sabe expresar el carácter público de esta visita y también la responsabilidad común de la política y de la religión para el futuro del continente y también para el futuro de la humanidad. La gran responsabilidad común para que los valores que crean justicia y política y que vienen de la religión estén juntos, en camino, en nuestro tiempo. Naturalmente, este hecho de que jurídicamente es una visita de Estado no hace que mi visita sea un hecho político porque si el Papa es jefe de Estado esto es sólo un instrumento para garantizar la independencia de su anuncio y el carácter público de su labor de pastor. En este sentido, también la visita de Estado permanece como sustancial y esencialmente una visita pastoral".
PV-REINO UNIDO/ VIS 20100917 (1190)

lunes, 13 de septiembre de 2010

Surge nuevo Ministerio de Danza Litúrgica


El domingo 12 de septiembre pasado, en la Eucaristía de las 12:00 m., nuestro Párroco Padre Frey Martín Mancera Lombana M.S.A., consagró ante toda la comunidad de fieles al Ministerio de Danza Litúrgica "David danzaba", cuyo nombre esta inspirado en el Segundo Libro de Samuel 14 -16.

Este nuevo Ministerio esta coordinado por la Sra. Marcela Ávila y sus demás integrantes son: Nidia Cely, Carolain Espitia, Dennys Góngora, Patricia Escobar, Carolina Gonzalez, Martha Penagos, Dayana Morti, Leidy Chaparro y Diana Carolina Laguna.

Las dos danzas litúrgicas que se hicieron en esta Eucaristía se titulan: "Canta hija de Sión" y "Grandes son tus obras" que fueron muy bien recibidas por la comunidad en general.

La Danza y la Tradición Hebrea:


El Dios de los Hebreos es el Dios de los Católicos: los grandes padres de la fe Cristiana son los padres de la fe Hebrea. La historia de salvación de Dios sobre nosotros se parte en dos en el momento en que Jesús nace y cumple extraordinariamente la misión colocada por el Padre.
En la Iglesia Católica, reconocemos la importancia del pueblo de Israel como pueblo elegido, y su historia contenida dentro del denominado Antiguo Testamento, como parte de nuestra formación y como medio de entendimiento del misterio Mesiánico de Jesús.

Es por esto que las enseñanzas y mandatos establecidos dentro del A. T. son tomados, siempre, desde la mirada de Jesús, experiencia descrita dentro del denominado Nuevo Testamento (mayor información sobre esto puede encontrarse en los Documentos del CELAM, referentes a la relación entre la Iglesia Judía y la Iglesia Católica).

Partiendo de lo anterior, en varios textos del Antiguo Testamento se nos hace notar la utilización de la Danza dentro de los diferentes rituales y fiestas judías. Llaman la atención aquellos que nos invitan a Danzar como forma de Oración y Ofrecimiento de la alabanza a Dios. Todo movimiento de nuestro cuerpo expresa algo, en cualquier situación. Él habla constantemente a los demás. Apoya lo que piensas y sientes; es por esto que la Danza es tan natural para las personas, para toda cultura o credo.

La decisión que tú tomas al danzar para Dios, es la decisión de unir cuerpo, mente y sentimientos para expresarle algo a Él, es decir “oras” y ayudas a que toda una comunidad se atreva a hacer lo mismo, siendo en ese momento, instrumentos de oración.

Para que la Danza sea oración, es absolutamente y completamente necesario que el Espíritu Santo sea quien dirija nuestro cuerpo (estar en Gracia), sin Él no es posible.


Aunque desde el bautismo, el Espíritu Santo se ha depositado en nosotros y hemos sido sellados por su amor y por la Sangre de Cristo, necesitamos promover ese estado de gracia, a través de los sacramentales de Nuestra Iglesia; por tanto para Danzar en la Eucaristía se ha de cumplir un conjunto de preceptos.

· Estar en estado de reconciliación ( Sacramento de la Confesión )
· Estar en intima comunión ( Sacramento de la Comunión )
· Estar en continua oración, tanto a nivel personal como grupal
· Dedicar el tiempo suficiente a la preparación de las diferentes coreografías
· Las coreografías deben ser montadas en oración
· La danza debe estar de acuerdo con los rituales Eucarísticos
· Los vestidos y ornamentos deben ser destinados única y exclusivamente a la adoración de Dios ( Consagrados )
· El Ministerio debe ser obediente a la Iglesia Católica y en particular al Sacerdote.