lunes, 15 de agosto de 2011

Aniversario de los M.S.A.













La Sociedad de los Misioneros de los Santos Apóstoles de Bogotá, celebró sus primeros 15 años de haber sido constituidos como tal, en unos actos especiales que se llevaron a cabo en las instalaciones del Seminario Mayor de los MSA en esta ciudad. Realmente la celebración correspondió al 16 aniversario ya que la Sociedad de los Misioneros de los Santos Apóstoles fue eregida el 15 de agosto de 1995 en Montreal Canadá. Es el resultado de la unión de la Sociedad de los Santos Apóstoles, fundada en 1950, con la Sociedad de Misioneros de los Santos Apóstoles, fundada en 1962. Ambas fueron fundadas por el Padre Eusebio Menard, o.f.m.

Como es natural dentro del carisma de esta Comunidad, que de acuerdo con su fundador el Padre Menard promovió siempre el trabajo con los laicos, la celebración estuvo acompañada por delegaciones de laicos comprometidos de las Parroquias Madre de la Divina Providencia y San Cipriano y amigos del Seminario Mayor. Por la Parroquia del Divino Niño Jesús de Praga, asistió la señora madre del Padre Mario Herrera, Párroco de esta localidad.

Inicialmente, los asistentes participamos en una Eucaristía presidida por el Padre Abad, Superior de los M.S.A. en Colombia y concelebrada por sacerdotes M.S.A. de varias parroquias de Bogotá, tal como se puede registrar en las fotos que ilustran esta información.

Este acto se sumó a la festividad litúrgica de la fecha, en la que celebramos la solemnidad de la Asunción de María, quien hoy aparece vestida de sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de 12 estrellas. La homilía del Padre Abad destacó en los siguientes términos la ocasión:

“En este día que veneramos a María como Madre de la Iglesia (CN35), y conmemoramos de manera solemne la fiesta de la asunción de la Virgen María como fiesta de nuestra Sociedad (CN 35.1), recordemos que SS Pablo VI declaró a María Madre de la Iglesia (21/11/1964) y tengamos presente dos aspectos de esta realidad:

La vinculación de la Virgen María con la Iglesia en la encarnación del Verbo. En la pasión de Cristo. En la efusión del Espíritu Santo. En la conmemoración de hoy la Asunción de la Virgen.

Y como Madre de la Iglesia ejemplo de virtudes: de caridad y disponibilidad. De fé y esperanza. De gran humildad. De oración perseverante y unánime. De ser oyente, orante, fecunda y oferente (SS Pablo VI,MC). De vigilante espera.

Por ello siguiendo a María, sigamos dando testimonio en medio de la Iglesia nuestra Espiritualidad de Pentecostés en ambiente de Magnificat (P. Menard). Desde el canto de María que agradece la obra maravillosa de Dios en ella, ¡Agradezcamos las múltiples acciones de Dios en el Padre Menard, en nuestra Sociedad de Misioneros de los Santos Apóstoles, en nuestra naciente Delegación Carlos Jaramillo de la Torre y en nuestras vidas!”

Posteriormente, los participantes fuimos invitados a un ágape en el que fuimos atendidos por los seminaristas y compartimos sacerdotes y laicos en un ambiente muy fraterno.

Entre las 4:00 y 6:00 p.m. se realizaron encuentros amistosos de juego de fútbol, en el que sacerdotes, laicos y seminaristas demostraron su gusto por este deporte y como ocasión de encuentro alrededor del ejercicio y la alegría natural que produce esta actividad.
Fue muy interesante el partido jugado entre sacerdotes y mujeres laicas allí presentes. Ellas mostraron mucho entusiasmo, algunas cierto manejo del balón, otras capacidad defensiva… pero al final perdieron. La cuenta llegó a 5 goles en contra, contra uno a favor (que les fue dado de ventaja inicial!). Pero como dice el Maestro Maturana “lo importante es competir.. no ganar!”


Mirando alegre y descomplicadamente el encuentro, entre el equipo de los sacerdotes se notó algunas virtudes futbolísticas: el Padre Abad es una “versión mejorada” de Teófilo Cubillas, otrora gloria del futbol peruano. El Padre César juega con grandes y rápidos desplazamientos en el campo. El Padre Pompilio tiene “perfil de Sub-20” porque la lucha con gran tesón.. incluso hasta lesionarse!. El Padre Frey Martín es un hábil delantero que reparte juego a sus compañeros y está casi siempre en las jugadas de gol. El Padre John (que jugó con el número 13 a sus espaldas) es un volante de contención muy efectivo… pues finalmente ellos no recibieron goles. Las fotos que incluimos muestran aspectos de este encuentro.

Antes de concluir la celebración del día, nos reunimos en la recepción del Seminario, frente a la oficina el Padre Abad. Allí tuvimos la oportunidad de admirar la hermosa imagen de la “Virgen Oferente”, que fue elaborada por un artesano peruano, por encargo del Padre Menard, quien la donó a la comunidad de los M.S.A.












Al observar con detenimiento esta imagen, de la cual incluimos fotos, encontramos el porqué ella es signo de la promoción de las vocaciones en los M.S.A. En la imagen María ofrece a su hijo “Cristo Sacerdote” para la salvación del mundo. Con esta mirada cerramos el día en un ambiente muy Mariano y muy apostólico, para repetir: “Señor, danos Sacerdotes! Señor, danos muchos Sacerdotes Santos”.

miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Quienes nos visitan?

Queremos agradecer a todas las personas e instituciones que visitan y siguen nuestro Blog. Según estadísticas de Google Analytics sobre nuestro sitio en internet, recibimos visitas de un total de 32 países, de los cuales los 10 primeros en número de visitas son en su orden: Colombia, México, Argentina, Perú, España, Estados Unidos, El Salvador, Venezuela, Guatemala y el Ecuador.

Aunque el objetivo de este sitio es mostrar la experiencia de vida comunitaria de la Parroquia de San Cipriano y compartir información sobre nuestras actividades pastorales, así como divulgar documentos del magisterio de la Iglesia Católica, nos agrada conocer a través estas estadísticas que nuestra experiencia es seguida con interés por muchas personas desde diferentes países. Es un esfuerzo evangelizador que se ve recompensado poco a poco. Ello nos compromete y anima en este propósito. Agradecemos nos escriban indicándonos temas o asuntos que consideren de su interés para incluirlos en este Blog.

Mensajes recibidos:

Transcribimos a continuación algunos de los mensajes recibidos en la Administración de este Blog. Apreciamos sus comentarios y los invitamos a continuar expresándonos sus ideas y opiniones.

Mensaje desde Grecia:

Muchas gracias por toda la información de la parroquia y felicitaciones por todas las actividades que hacen, espero que toda la comunidad de San Cipriano sea muy espiritual. Eso es lo lindo. Un abrazo y bendiciones Haydee Marín

Buenos días,

Además de felicitarte por tan pronta comunicación, después de la Eucaristía, y deseamos que el Espíritu Santo nos siga guiando en este caminar.
Cordial saludo,
Abraham Pérez
P. Comunidad Jesús mi Pastor

Cordial saludo. Muchísimas gracias por el compartir de estos mensajes tan bellos que nos invitan a la reflexión, y nos llenan de esperanza. Dios los siga bendiciendo.
Nancy L. Castaño O. Comunidad Min. de Acogida

jueves, 4 de agosto de 2011

PLAN E



En la última reunión del Consejo Pastoral Parroquial, celebrada el 4 de agosto, el Padre John Henry Buitrago M.S.A. Párroco de San Cipriano, informó a los asistentes los resultados alcanzados en el Bazar Comunitario que se realizó el pasado domingo 31 de julio.



Algunos de los temas informados son los siguientes:
· La respuesta de la comunidad parroquial en relación con su asistencia y participación personal fue considerada un éxito
· La totalidad de los alimentos y bebidas ofrecidos por el evento y que fueron donados por los miembros de los grupos pastorales, se agotaron aproximadamente a las 3:00 p.m.
· Tanto la oferta de alimentos como de actividades de entretenimiento y recreación fueron bien recibidas por los asistentes, entre ellas la animación musical, un partido de futbol en el que participaron sacerdotes y los juegos de tejo y rana.
· Los resultados obtenidos por este evento fueron de $8.369.200.oo



Se informó igualmente que el fruto de esta actividad será manejada por el Comité Financiero de la Parroquia y reforzará los recursos existentes de las administraciones parroquiales anteriores, de los Padres Miguel Ángel Aragón y Frey Martín Mancera M.S.A., estos últimos guardados a través de un CDT bajo el control de la Zona Pastoral de San Pedro.



Algunas de las actividades para el presente mes de agosto, que se anunciaron son los siguientes:

· Viernes 5 de agosto, a partir de las 4:00 p.m, Vigilia de Oración en el templo, cuya intención es por la Iglesia en la ciudad de Bogotá y el Plan de Evangelización, al cual está convocando la Arquidiócesis de Bogotá, como una acción de ejecución de la Misión de Evangelización acordada en Aparecida (Brasil), durante la V Conferencia General del Episcopado latinoamericano y del Caribe, celebrada en mayo de 2007. Se invita a todos los fieles a participar.
· El domingo 7 de agosto, todas las parroquias de Bogotá celebraremos el Día de la Transfiguración del Señor. La promesa de esta fiesta es que aquello que sólo unos pocos profetas tuvieron el privilegio de recibir en el Antiguo Testamento, y que unos cuantos discípulos pudieron ver cuando Jesús estaba en la tierra, está ahora disponible para todos y cada uno de los que integramos el Cuerpo Místico de Cristo (la Iglesia Católica).
· Lunes festivo 15 de agosto, reunión en las instalaciones del Seminario de los Misioneros de los Santos Apóstoles, para celebrar un nuevo aniversario de la creación de la Comunidad de los Misioneros de los Santos Apóstoles. Al respecto el Padre John Henry nos informó que los MSA tienen 3 fechas de referencia importantes para su creación: 1946 como año de creación de la Sociedad de los Santos Apóstoles, en Canadá, por parte del Padre Eusebio Menard; 1962 año de creación de los Misioneros de los Santos Apóstoles, por parte del Padre Menard en el Perú. En el año 1995 se unifican estas dos comunidades en la Sociedad de los Misioneros de los Santos Apóstoles. Así las cosas, realmente los MSA celebrarán 65 años de existencia desde su fundación en Canadá y, desde otro punto de vista, 16 años de creación bajo su denominación y organización actual. Se invita igualmente a quienes así lo deseen a acompañar a los MSA en este aniversario.

Se distribuyeron entre los asistentes al Consejo Pastoral 2 publicaciones: la Oración por la construcción del Nuevo Plan Arquidiocesano de Evangelización y el folleto “Construyamos juntos un nuevo Plan de Evangelización” cuyas carátulas incluimos como ilustración de esta información a todos los miembros de nuestras comunidades y grupos pastorales.

domingo, 31 de julio de 2011

BAZAR EN NUESTRA PARROQUIA

Una vista panorámica de nuestro templo a las10:00 a.m. Un dia muy soleado!


Un aspecto de la Eucaristía presidida por el Padre Miguel Angel Aragón.

El Padre John Henry Buitrago visita el toldo de la venta de postres ofrecidos por los Ministros Extraordinarios de la Comunión.







Hoy domingo 31 de julio, los integrantes de la Parroquia de San Cipriano celebramos nuestro Bazar para la recolección de fondos, destinados a financiar la obra civil de desvío de los tubos del acueducto, que pasan actualmente por debajo del predio del templo parroquial. Es la primera de varias actividades que se adelantarán para este efecto, ya que los requerimientos de capital para el efecto están sobre los $300.000.000.

El Señor nos regaló un día muy soleado y una importante participación comunitaria. La programación inició con la celebración de una Eucaristía a las 9:00 a.m., presidida por el Párroco John Henry Buitrago M.S.A. concelebrada por los Padres Humberto Zapata y Frey Martín Macera, primer párroco y último párroco de San Cipriano respectivamente.

Los miembros de la comunidad y visitantes tuvieron la oportunidad de degustar diferentes muestras de la comida típica colombiana, tales como carne asada con guacamole, mazorca, ají, papa y ensalada, fríjoles antioqueños, sopa de mondongo, tamales, arepa de huevo, empanadas, pasteles y una amplia variedad de postres y bebidas. No se consumieron bebidas alcohólicas.



La animación musical fue estupenda y hubo la presentación de un grupo de música norteña, que hizo las delicias de los amantes de este género musical. Tampoco faltaron los juegos de mini-tejo, rana y concursos de baile. El acto estuvo acompañado por varios miembros de la policía nacional.



Con ocasión de la misa de 12:00 m. presidida por el Padre Miguel Ángel Aragón, penúltimo párroco de San Cipriano y concelebrada por el Padre Frey Martín Mancera, la comunidad hizo una presencia tan amplia que, dos horas después de la celebración en el bazar los diferentes platos se habían agotado en un 90%. La respuesta de los fieles fue muy buena y parte del aprendizaje que dejó, es que una próxima celebración de un acto de este tipo, deberá contar con una provisión mayor en toda su parte gastronómica.



Observamos también la visita de varios sacerdotes de los Misioneros de los Santos Apóstoles quienes ayudaron en diferentes actividades. El reencuentro de los antiguos párrocos con la comunidad fue muy gratificante y fueron muy calurosamente recibidos. Publicamos varias fotos de este reencuentro.



La colaboración de los Diáconos Jaime Montealegre en la Tesorería y Diego en los actos litúrgicos fue muy valiosa. Todos los grupos pastorales de la Parroquia, sus pequeñas comunidades y los Ministros de la Eucaristía y Ministros Lectores contribuyeron donando los diferentes alimentos que allí se ofrecieron. Incluso varios de los enfermitos que reciben la Comunión en sus hogares, se desplazaron ayudados por sus familiares, para hacerse presentes en el Bazar, confirmando así el lema de la Parroquia: “Comunidad de Comunidades”.

miércoles, 27 de julio de 2011

Enfrentando la muerte acompañado y con esperanza



Las circunstancias en torno a la muerte son importantes no sólo para la persona que fallece, sino también para los que se quedan
Autor: Tadeusz Pacholczyk Fuente: Catholic.net


Cuando doy alguna plática sobre las decisiones de fin vida, a veces al concluir se me acerca alguien del auditorio con algún comentario más o menos así: “Sabe, Padre, mi mamá murió hace seis años, y viéndolo ahora en retrospectiva, no estoy seguro si las decisiones que tomamos mis hermanos y yo en cuanto a su cuidado fueron las correctas”. Comentarios como éste nos recuerdan que las circunstancias en torno a la muerte son importantes no sólo para la persona que fallece, sino también para los que se quedan.

El “bien morir” generalmente implica la confluencia de muchos elementos: morir rodeado de nuestros seres queridos, preferentemente en el hogar o en un ambiente de casa hogar para cuidados terminales; recibir el tratamiento adecuado para controlar el dolor; tener los tratamientos médicos razonables (evitando aquellos injustificadamente pesados); estar en paz con la familia y amigos; estar en paz con Dios (y recibir los últimos sacramentos); y unirnos con Cristo en su momento de sufrimiento.

Cuidar de aquellos que padecen y sufren nos enfrenta a un doble reto: tomar decisiones éticas por ellos en cuanto a sus tratamientos, y asegurarles un ambiente que los apoye y enriquezca humanamente mientras se acercan a sus últimos días y horas.

Al brindarle a la persona próxima a morir un entorno de dedicación y esmero le ayudamos enormemente a superar sus sentimientos de aislamiento. La Hermana Diana Bader, O.P., nos describe muy bien el reto de hoy en la atención médica:

“En épocas pasadas, el morir era algo que se enfrentaba en comunidad. Los más allegados al paciente hacían ministerio de diversas maneras: lo cuidaban y oraban con él; lo escuchaban, conversaban, reían y lloraban con él. En solidaridad, la comunidad siempre cercana y siempre unida, se hacía cargo de la dolorosa experiencia. Hoy en día, debido a la excesiva dependencia de la tecnología médica, la muerte ha pasado a ser considerada cada día vez más como un fracaso de la ciencia médica. Los pacientes terminales institucionalizados se sienten alejados del calor humano y de la compasión, privados de la presencia humana por la tecnología que domina en el ambiente institucional, que es donde se viven casi todos los momentos particulares del proceso”.

Proporcionar un ambiente humanamente enriquecedor a quienes están enfrentando la muerte significa explícitamente poner atención a la presencia y contacto humanos, aun en medio de la abundante tecnología que pudiera estar alrededor del paciente.

Por ejemplo, gracias al impresionante desarrollo de las sondas alimenticias, el nutrir e hidratar al paciente que tiene dificultad para ingerir su alimento oralmente, se ha convertido ya en cosa relativamente simple. Estas sondas, particularmente cuando se insertan de manera directa en el estómago, son un medio altamente efectivo para asegurar la nutrición e hidratación de los pacientes en diversos tipos de instituciones. Sin embargo, la facilidad de inyectar al estómago el alimento y los líquidos con esta sonda significa que después de cada inyección el personal médico puede pasar rápida y eficientemente al siguiente paciente, descuidando tal vez la necesidad humana misma de acompañamiento. El personal tal vez prefiera la eficiencia de estas sondas, pero el contacto humano quizá se reduce con este proceso.

Si el paciente puede todavía ingerir oralmente pequeñas cantidades de alimento, sería preferible alimentarlo manualmente en lugar de recurrir a la sonda. Al dedicar tiempo, esfuerzo y amor alimentando con la mano a otra persona estamos propiciando un contacto humano muy valioso, mismo que no debiera sacrificarse en un afán de mecanizar la atención médica o de ahorro económico. Con esta atención dedicada de nuestra parte por ser verdadera presencia hacia quienes enfrentan la muerte estamos manifestando solidaridad humana, reafirmamos su dignidad de personas, expresamos benevolencia y mantenemos el lazo de comunicación humana con ellos. Esto también los ayuda enormemente a superar su sentimiento de soledad y el temor de ser abandonados.

Tener compasión hacia los que sufren es mucho más que sentir lástima sin apego. Más bien, es una verdadera voluntad de entrar en su situación. La palabra compasión (de las raíces latina y francesa com “con” y pati “sufrir”) significa “sufrir con”, sufrir junto con, participar en el sufrimiento. El Papa Benedicto XVI dejó muy en claro en 2007 la importancia de la compasión, al escribir:

“Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana. ... En efecto, aceptar al otro que sufre significa asumir de alguna manera su sufrimiento, de modo que éste llegue a ser también mío. ... La palabra latina consolatio, consolación, lo expresa de manera muy bella, sugiriendo un « ser-con » en la soledad, que entonces ya no es soledad”.

Sufrimos junto con nuestros seres queridos, conscientes de que interiormente parte de nosotros también sufre y muere cuando alguien a quien amamos sufre y muere. Nuestra comunión con ellos en cuanto humanos y nuestra solidaridad en sus sufrimientos nos conducen invariablemente, tanto a nosotros mismos como a los que se nos adelantan, a participar del misterio y la gracia del bien morir.

El Padre Tadeusz Pacholczyk hizo su doctorado en neurociencias en la Universidad de Yale y su trabajo post-doctoral en la Universidad de Harvard. Es Sacerdote para la Diócesis de Fall River, Massachusetts, y se desempeña como Director de Educación en el Centro Nacional Católico de Bioética en Philadelphia. The National Catholic Bioethics Center: www.ncbcenter.org Traducción: María Elena Rodríguez.

lunes, 25 de julio de 2011

Cuando yo ya no pueda



Hoy, un día para ponernos en contacto personal con ellos y llevarles nuestra escucha, nuestra paciencia, nuestro amor y nuestro agradecimiento. Ellos lo agradecerán!