martes, 27 de diciembre de 2016

Qué es la Misa para un católico?


La misa no es conmemoración sino celebración de la Eucaristía. Hacemos la re-presentación de la vida, pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. En la Iglesia todos somos celebrantes!
El sacerdote no celebra la misa para el pueblo sino con el pueblo. Cuando estamos en la Misa estamos tratando de exteriorizar nuestra fe y al tratar de exteriorizarla la hacemos más fuerte, nos hacemos más conscientes y contagiamos a otras personas en nuestra propia fe.
Cuando nos sentamos durante la Misa, no lo hacemos por mera comodidad.
Cuando nos sentamos expresamos la actitud interior del discípulo, del estudiante de la Palabra de Dios, del alumno del Gran Maestro para escuchar, reflexionar y meditar sus palabras.
Cuando nos paramos y permaneceos de pié, manifestamos que estamos listos para acoger el Mensaje de Dios, para practicarlo y agradecerles.
Cuando nos arrodillamos queremos manifestar la adoración más autentica al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Es como decirle: Tu eres el ser supremo y yo soy tu creatura; todo lo que soy y todo lo que tengo. Tu me lo has dado, depende de ti totalmente.

Cuando nos santiguamos hacemos un acto de fe en lo interior y exterior, en lo más sublime y misterioso de nuestra religión. Con este gesto afirmamos que las 3 personas divinas son un solo Dios verdadero.
Cuando alzamos los ojos para contemplar el pan y el vino consagrados, en el momento de la elevación, encontramos la mirada de Jesús.
Asistimos a la misa para celebrar nuestra fe luego de que la hemos vivido durante la semana, en la relación diaria con los demás. En el templo se celebra la fe… fuera del templo se vive la fe.

Participar en la celebración Eucarísitca es ser coherente con relación a lo que afirmamos creer. Basta repasar la oración del Credo y meditar cada afirmación.

Cuando afirmamos ser cristianos católicos pero no participamos de la celebración Eucarística, realmente estamos siendo incoherentes con nuestra fe, por cuanto ella se celebra en el templo, por sacerdotes de la Iglesia que estableció Cristo y recibimos el alimento de la Palabra de Dios y de su Cuerpo y Sangre en las especies Eucarísticas.  No creer en la Eucaristía como presencia real de Jesús o no aceptar a la Iglesia Católica en sus ministros y obispos, es igualmente un problema de fe, de conocimiento y de formación en la Palabra de Dios, para poder aceptar y dar razón de nuestra fe como católicos.