domingo, 14 de junio de 2015

A propósito de la fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

Cuando contemplamos a Jesucristo como sumo y eterno sacerdote, hallamos al Hijo de Dios, único mediador entre el Padre y los hombres. El sermón a los Hebreos nos dice: “Tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios, en orden a expiar los pecados del pueblo” (Hebreos 2, 17). Jesús hizo partícipe al hombre del sacerdocio, constituyendo un pueblo sacerdotal. Su función sacerdotal no es únicamente ritual, sino que se constituye en ofrecimiento personal perfecto, siendo una ofrenda de obediencia filial a Dios y de entrega fraternal a los hombres.

Subió al monte y llamó a los que él quiso; instituyó 12 para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios” (Marcos 3, 13 -15). “Jesús les dijo, como el Padre me envió a Mí, también yo los envío a ustedes” (Juan 20, 21).

Por lo tanto la misión de los apóstoles y de sus sucesores, instituidos por Cristo, es la continuación de la misión de Cristo: “Quien a ustedes escucha, a Mí me escucha; y quien a ustedes rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a Mí, rechaza al que me ha enviado” (Lucas 10, 16).

La primera función asimilando a Cristo cabeza y pastor, es coordinar todas las funciones para que converjan al beneficio general del cuerpo. Factores de unión armónica (ligamentos en coro) convocar, congregar, evitar la dispersión; y ya congregados, pastorearlos, esto es, acompañarlos, caminar de cerca, ir de la mano con ellos, alimentarlos con buenos pastos y aguas cristalinas (Salmo 23; Ezequiel 34; Juan 10).


Alimentarlos con buenos pastos… El alimento es la Palabra de Dios y el Pan de Vida. Palara y Eucaristía que es la cumbre de la vida cristiana y eclesial, y el cúlmen de la función sacerdotal. Cúlmen no es lo primero. Lo primero es evangelizar, congregar y luego pastorear de cerca a los ya congregados. Y parte del pastoreo es el alimento de la Palabra y de la Eucaristía. “Doctrina de los Apóstoles y Fracción del pan” (Hechos 2, 42)

El trabajo de los laicos en la parroquia

Hoy 14 de junio, nuestra parroquia tuvo de manera excepcional 6 Eucaristías, a las 7:00 a.m., 9:00 a.m., 12:00 m, 3:00 p.m., 5:00 p.m. y 7:00 p.m. El motivo principal fue que teníamos, igual que todos los días 14 de cada mes, la celebración mensual del día del Señor de Milagros, que habitualmente motiva una gran asistencia de fieles a las misas del día.

Como ha venido siendo tradicional, la parroquia continúa llevando adelante la terminación de las obras de construcción y dotación de la casa parroquial, en la cual se están habilitando oficinas, habitaciones para alcoba de  los sacerdotes, sacristía, salones de reuniones y baños. Como es de conocimiento general, las obras se vienen adelantando con la colaboración de la comunidad de fieles asistentes a las Eucaristías, y a través de las ventas de empanadas, postres , tortas y bebidas, que en el caso de hoy, fueron realizadas con el aporte económico y la colaboración personal de los miembros de la pequeña comunidad Filadelfia, el grupo de Catequistas y las Hijas de María.


En las fotos adjuntas se aprecian algunos de los miembros de estos grupos pastorales, durante la actividad de ventas en la carpa. Es esta, una manera adicional de practicar la comunión de estos grupos con el Párroco y la parroquia en general.