sábado, 24 de octubre de 2015

Los retos actuales de la Evangelización


En una plena identificación con el llamado misionero del PLAN E de la Arquidiócesis de Bogotá, que pide a todos los que formamos y hacemos Iglesia, el pasar de una pastoral de conservación a una Iglesia en permanente salida misionera, Mons. Jose Vicente Córdoba, Obispo de Fontibón, hace un breve análisis de los retos de evangelización en nuestra ciudad. Quizá esta reflexión aplique no solo al caso de Bogotá sino a muchas ciudades en el mundo latinoamericano.

En común identidad con el PLAN E que nos dice: "De ahí la necesidad de un cambio, de una diversificación de nuestras acciones evangelizadoras, de nuevos lenguajes, para que los instrumentos dados por el Señor para llevar a cabo la evangelización sean significativos en los nuevos tiempos que vivimos"

miércoles, 21 de octubre de 2015

EL KERIGMA (Entrevista)

En una de las revistas ALO, en la entrevista a una artista de televisión, el entrevistador le dijo: Vienes de una familia tradicional y una religión muy católica. ¿Qué tan creyente eres?
“Sí (contestó) es muy tradicional, estudié en el Eucarístico que es un colegio católico, siento que sí estuve influenciada por la religión, pero ya no soy como antes cuando era pequeña, una católica tan fanática de ir a misa todos los domingos. Mi relación con Dios es ahora diferente, creo en Él, si trato de tenerlo muy presente en mis reflexiones diarias y hablo con Él e intento tener una sensación de espiritualidad y de ser consecuente en todos mis actos, con lo que hago y con lo que digo”.

Al leer esto, al punto me ocurrió preguntar: Pero, ¿dónde está JESÜS EL CRISTO? ¿Qué pasó? No cuenta en el relato de su infancia ni en el nuevo proyecto religioso de su vida madura. ¿Qué pasó?
¿QUÉ PASA?
Millones de jóvenes de la cultura occidental cristiana, al llegar a la edad de decidir sobre el sentido de sus vidas, se acogen al ateísmo o resbalan hacia un teísmo personal donde satisface sus inquietudes espirituales. Parecería que la religión, en especial la católica, aburre o espanta.
¿QUÉ HACER?
UNA NUEVA EVANGELIZACIÓN.
Nuestros jóvenes recibieron desde niños una doctrina (catequesis) y una liturgia. En cierta forma están ya insensibilizados, vacunados. Además, la catequesis que recibieron sería de tipo un poco de edad media, fuertemente chocante con la cultura moderna. El cristianismo esencial no es una ideología, ni una doctrina, ni una liturgia, ni una ética, ni siquiera es una religión. Es la acogida al ANUNCIO (Kerygma) de un portentoso acontecimiento histórico:
“Hace unos dos mil años, el Hijo eterno de Dios encarnó de una mujer, se hizo hombre, vivió como hombre; a causa de sus enseñanzas fue crucificado y resucitó al tercer día; mediante su vida, muerte y resurrección nos alcanzó una vida eterna en la gloria de Dios.
¿Cómo una cosa de esta magnitud puede ser ignorada?
Al oir este anuncio (Kerygma) pueden suceder tres situaciones: se oye, pero no se escucha, falta la atención. Se escucha, pero el asunto se ve tan absurdo e inverosímil que es desechado de inmediato. Se escucha y se lo ve lo suficientemente importante como para acercarse e iniciar un proceso de investigación. La existencia de Jesús de Nazaret, los rasgos principales de su vida, de sus actitudes, de su doctrina y de su muerte, están sólidamente afirmados por la ciencia histórica. Igualmente es histórico el testimonio de los Apóstoles acerca de su resurrección. Ciertamente, acoger este anuncio es difícil, más cunado implica decisiones serias y profundas. Pero también es difícil arrojarlo a la caneca como si nada hubiera pasado en la historia.
¿CÓMO HACER LA EVANGELIZACIÓN?
Juan Luis Segundo S.J., en su libro El Dogma que libera, pág 386, nos ofrece una primera e importante pista: “Un año antes de abrirse el Concilio Vaticano II, un Consultor de la Congregación “De PropagandaFides”, André Seumois escribía lo siguiente a propósito del Kerygma(=proclamación) evangélica, un sinónimo de lo que hoy se llama corrientemente “evangelización”:
“Tendiendo directamente a un “primer anuncio del cristianismo”. El Kerygma constituye una predicación de un tipo muy caracterizado. Se limita a proclamar la sustancia profunda del cristianismo, los rasgos fundamentales de la religión cristiana, evitando recargamiento, lo accidental, lo adventicio, lo superfluo.  Es esta una condición absolutamente necesaria para que el mensaje cristiano pueda no solo ser asimilado por almas nuevas, sino también introducir en ellas su luz enaltecedora. El mensaje evangélico en su pureza es tan rico y revolucionario que es necesario limitarse cuidadosamente a su contenido e incluso prever una prudente progresión en su exposición”.
Aquí es oportuno señalar la recomendación del Vaticano II, UR,11: “Al confrontar las doctrinas no olviden que hay un orden o “jerarquía” de las verdades en la doctrina católica, por ser diversa su conexión con el fundamento de la fe cristiana”.
A esta jerarquía en las verdades de la fe, corresponde, como es natural, un orden en la cantidad de tiempo y “énfasis” que se debe dar a cada tema en su enseñanza.
Y esto nos introduce en el otro punto importante de la evangelización:
El anuncio kerygmático no es un simple enunciado verbal o escrito. El “kerygma” es una proclamación con voz fuerte y entusiasta, que invite y provoque acogerlo. Y sobre todo que detrás de su exposición, se adivine al testigo íntimamente convencido, que siente y vive lo que dice Sin TESTIGOS no hay fe.
Para terminar, encuentro oportuno traer la cita de una entrevista al Papa Francisco cuando era Arzobispo de Buenos Aires. La cita se encuentra en el libro EL JESUITA, la historia de Francisco el Papa argentino, págs. 88 y 89.
“La Iglesia predica aquello que cree que es lo mejor para las personas, que las hace más plenas, más felices. Pero con frecuencia se produce un reduccionismo degradante: Me explico: lo importante de la prédica es el anuncio de Jesucristo, que en teología se llama el kerygma.  Y que se sintetiza en que Jesucristo es Dios, se hizo hombre para salvarnos, vivió como cualquiera de nosotros, padeció, murió, fue sepultado y resucitó. Esto es el kerygma, el anuncio de Cristo, que provoca estupor, lleva a la contemplación y a creer. Algunos creen “de primera” como Magdalena. Otros creen luego de dudar como Tomás. Cada uno tiene su manera de llegar a creer. La fe es el encuentro con Jesucristo. (…) Después del encuentro con Jesucristo “viene la reflexión, que sería el trabajo de la catequesis”.
Estupor, admiración, contemplación, interiorización hasta el corazón, son pasos que llevan al encuentro con Jesucristo.


Gustavo Salazar G. El autor de esta nota es teólogo por autoformación y fue catequista de adultos durante varios años en la Parroquia de San Cipriano. Ha publicado varios breves escritos sobre Jesucristo y el Plan de Salvación. Animó la creación de una de las primeras Pequeñas Comunidades de San Cipriano, denominada "Antioquía" la cual coordinó por más de 15 años. 

sábado, 17 de octubre de 2015

Cardenal Rubén Salazar, (Colombia) Sínodo de la Familia, 2015





Entrevista al Cardenal Rubén Salazar Gómez, realizada durante la segunda semana del desarrollo del Sínodo de la Familia. Destaca la necesidad de un mayor y mejor acompañamiento de la Iglesia a las familias.

Sínodo: ¿qué significa que la Iglesia debe usar un nuevo lenguaje?





Esta es una breve y eficaz explicación de uno de los cambios que deben tomarse en cuenta en la nueva evangelización. El PLAN E de la Arquidiócesis de Bogotá así lo contempla e invita a todos los fieles que desean testimoniar y comunicar su fe a otras personas, considerar la necesidad de hablar un lenguaje que tome en cuenta al interlocutor.