lunes, 17 de marzo de 2014

NO SE PODRÁ DAR LA COMUNIÓN A DIVORCIADOS VUELTOS A CASAR - Parte 3.

Continuación de la entrevista al Cardenal Carlo Caffarra, Arzobispo de Bolonia: (Parte final)

- Cada vez con más frecuencia se habla de la relación entre el confesor y el penitente, así como de una posible solución para el sufrimiento de quien ha visto fracasar el propio proyecto de vida. ¿Qué piensa sobre esto?
La tradición de la Iglesia ha distinguido siempre –distinguido, no separado– su tarea magisterial del ministerio del confesor. Usando una imagen, podríamos decir que ha distinguido siempre el púlpito del confesionario. Una distinción que no significa doblez, sino que la Iglesia en el púlpito, cuando habla del matrimonio, da testimonio de una verdad que no es ante todo una norma o un ideal. En ese momento interviene con amor el confesor, que dice al penitente: «Lo que has escuchado en el púlpito, es tu verdad, que tiene que ver con tu libertad, herida y frágil». El confesor conduce al penitente en camino hacia la plenitud de su bien. (...) El drama del hombre no radica en pasar de lo universal a lo singular. Radica en la relación entre la verdad de su persona y su libertad. Este es el núcleo del drama del hombre, porque yo con mi libertad puedo negar lo que acabo de afirmar con la razón. Veo el bien y lo apruebo, y luego hago el mal. Este es el drama. El confesor se sitúa dentro de este drama, no en el mecanismo universal-particular. Si lo hiciese inevitablemente caería en la hipocresía y diría: «de acuerdo, esta es la ley universal, pero como tu te encuentras en estas circunstancias, no estás obligado». (…) Hipócritamente, el confesor habría promulgado otra ley, al lado de la predicada en el púlpito. ¡Esto es hipocresía! Qué daño se causa si el confesor no recordase ya a la persona que se encuentra ante él que estamos en camino. Se correría el riesgo, en nombre del Evangelio de la misericordia, de hacer vano el Evangelio de la misericordia. (...) Al final el hombre podría convencerse de que no está enfermo, y que entonces no tiene necesidad de Jesucristo. Uno de mis maestros, gran profesor de derecho canónoco, decía que cuando se entra en el confesionario no hay que seguir la doctrina de los teólogos, sino el ejemplo de los santos.
© - FOGLIO QUOTIDIANO
Matteo Mateuzzi (intervista al Cardenal Caffarra en Il Foglio, 15 de marzo de 2014)


El Cardenal Caffarra es arzobispo de Bolonia. Fundó en 1980, por mandato de Juan Pablo II, el Pontificio Instituto Juan Pablo II sobre el matrimonio y la familia.

InfoCatólica. Traducción al español.

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