domingo, 17 de abril de 2011

Benedicto XVI clama por la paz en Colombia



CIUDAD DEL VATICANO, domingo 17 de abril de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI hizo hoy un llamamiento por la paz en Colombia, durante el rezo del Ángelus con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

Durante los saludos en los distintos idiomas, y tras saludar a los de habla española, el Papa afirmó su solicitud por Colombia, “donde el próximo Viernes Santo se celebra la Jornada de Oración por las Víctimas de la Violencia”.

“Me uno espiritualmente a esta importante iniciativa y exhorto encarecidamente a los colombianos a participar en ella”, afirmó Benedicto XVI.

Además, quiso mostrar su cercanía a “cuantos en esa amada Nación han sido despojados vilmente de su vida y sus haberes”.

“Renuevo mi urgente llamado a la conversión, al arrepentimiento y a la reconciliación. ¡No más violencia en Colombia, que reine en ella la paz!”, exclamó el Pontífice. La Jornada de Oración por las Víctimas de la Violencia ha sido convocada para el próximo Viernes Santo, 22 de abril, por la Conferencia Episcopal de Colombia. La Jornada fue presentada públicamente el pasado 6 de abril por el secretario general de la CEC, monseñor Juan Vicente Córdoba, obispo auxiliar de Bucaramanga, en el Congreso de la República, invitado por el senador Armando Benedetti .



El prelado afirmó que la Iglesia, con esta Jornada, no apoya “soluciones técnicas o políticas de ningún partido, pues respeta las instituciones del país”, sino que su intención es “visibilizar los sufrimientos de las víctimas del conflicto armado, reivindicando medidas jurídicas capaces de restituirles el pleno uso de los derechos que les fueron violentamente arrebatados".

"La violencia, en sus diferentes manifestaciones, ha sido una constante en la historia política y social de nuestra nación. Las víctimas de este lamentable fenómeno han sido numerosas pero han permanecido, en su mayoría, invisibles y olvidadas", explicó el secretario de la CEC. La Jornada, afirmó, tiene como objetivo mostrar la solidaridad de Colombia para con las víctimas y “acompañarlas en el camino de la reconciliación y del perdón".

“El Viernes Santo los católicos y todos los hombres de buena voluntad que quieran unirse a nuestra causa, en todo el territorio nacional, están invitados a orar y meditar, en profundidad, sobre el sufrimiento de las víctimas de la violencia, ofreciendo sacrificios y penitencias, incluso su ayuno, como actos de reparación a Dios, a las víctimas y a la sociedad colombiana por los crímenes cometidos por los diferentes actores armados”, concluyó.