domingo, 5 de septiembre de 2010

VIDA NUEVA!

Tal como lo habíamos informado con anterioridad a todas las comunidades de nuestra Parroquia y a los seguidores de este blog, el sábado 4 de septiembre se realizó la segunda parte del Seminario VIDA EN EL ESPÍRITU, dirigido por la Sra. Anita de Laguna, Directora de la Comunidad Pueblo de Dios, del Minuto de Dios, y animado en los cantos y alabanzas por Faride Sánchez y Gloria Gavilán.

En esta segunda sesión de cinco horas, de un total de 10 horas, el Seminario estuvo dirigido al conocimiento del Santo Espíritu de Dios. Y para este propósito nada mejor que estudiar las Sagradas Escrituras. Previamente nos habíamos ocupado de discernir el Amor de Dios y luego los procesos de conversión, para concluir al final de la reunión anterior en la Nueva Vida anunciada en Ezequiel 36.

Un itinerario resumido del estudio del Espíritu Santo, realizado por los participantes, esta condensado en las siguientes citas bíblicas (Palabra de Dios):

· Juan 14. 15-20 – Jesús promete enviar el Espíritu Santo. Este hermoso texto bíblico es una nueva demostración de amor del Señor por todos nosotros. Particularmente alegra nuestro corazón el versículo 18, en el que Jesús nos dice “no los voy a dejar abandonados, volveré para estar con ustedes” (Con Él nuestra vida tiene sentido, sin Él… a dónde iremos?)
· 1 Cor 3. 16-17 – Aquí el Señor nos recuerda que el Espíritu Santo esta en nosotros. Algo grandioso de lo cual parece que muchas personas no se han dado cuenta. Su Palabra nos dice: “¿Acaso no saben ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y ese templo son ustedes mismos”. Este es un anuncio extraordinario! Que el Espíritu de Dios vive en ti, en mí y en todos los que le amamos! ¿Cómo ser insensibles o indiferentes a semejante regalo? ¿Qué hacemos para merecerlo
· Hechos de los Apóstoles 1. 8 – En esta Palabra Jesús nos indica que debemos dar testimonio de vida en el Espíritu a todos y en todas partes. “pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra”. ¿A quién se dirige Jesús en esta Palabra? Sólo a sus discípulos o a ti y a mí? Es decir, hay un mandato de llevar el anuncio de la Buena Nueva (y esto lo es!) a todos los que podamos!. ¿Porqué callar ante los demás la acción del Espíritu Santo en nosotros?
· Juan 4. 21-24 – Jesús nos anuncia que vendrán los adoradores en Espíritu y en verdad. Los versículos 23 y 24 nos dicen “Pero llega la hora y es ahora mismo, cuando los que de veras adoran al Padre lo harán de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios. Pues el Padre quiere que así lo hagan los que lo adoran. Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios.” Surge una pregunta natural: ¿Cómo estamos adorando a Dios?
· Rom 8. 26-27 – No siempre oramos como el Señor lo desea. Nuestras oraciones y en muchos casos nuestras alabanzas no las hacemos en Espíritu y en verdad. Con frecuencia pesan más en nuestra intención de orar, la necesidad de recibir un favor, que el verdadero reconocimiento del Señorío de Jesús y la fuerza del Espíritu Santo. En este punto la Palabra nos dice: “De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.”
· 1 de Cor. 12. 4 – Otra Palabra del Señor que no ha sido bien interiorizada. Recibimos Dones especiales del Espíritu Santo: “Una persona puede recibir diferentes dones, pero el que los concede es el mismo Espíritu.. ..Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos”. Somos conscientes del don o dones que se nos ha dado? O creemos simplemente que son cualidades nuestras y que no tienen ningún origen fuera de nosotros mismos? A cada uno el Señor nos hizo únicos e irrepetibles y nos dio dones y carismas para crecer en nuestra vida de relación con los demás. Al respecto, nos recordaba Anita de Laguna este pensamiento del cantautor Facundo Cabral: “Dios nos creó en serio y no en serie”.
· 1 de Cor. 13. 1-13 – El Señor nos enseña un camino más corto para hacer la voluntad de nuestro Padre y obtener nuestra salvación: atender el Mandamiento del Amor. “Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me sirve”. Para los que dicen que el amor es difícil de definir y entender, Jesús nos hace claridad al respecto: “Tener amor es saber soportar, es ser bondadoso, es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, soportarlo todo.” Amar nos cuesta vivirlo a plenitud, porque en el fondo hay mucho de egoísmo en los seres humanos. Siempre esperamos recibir más de lo que damos. El mundo ahí afuera nos muestra una escala de valores diferente, en la que competir por sacarle ventaja a otras personas y obtener beneficios a costa de atropellar a otros nos dicen que es normal. Hemos endurecido nuestro corazón y hasta hablar de amor algunos lo critican como debilidad. El Señor en 1 Cor. 13.13 nos recuerda: “Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor”.

La parte final del Seminario se ocupó de reflexionar la vida cristiana, utilizando un diagrama de dos ruedas unidas por un eje, en la que la primera rueda integrada por: los sacramentos, la jerarquía eclesiástica, la Eucaristía y María, articuladas a la segunda rueda integrada por: el estudio, el servicio, la oración y la comunidad, articuladas ambas ruedas por Jesucristo como su eje, nos permite convertirnos en discípulos del Señor, adoradores en Espíritu y en verdad.

Nos recordaba Anita de Laguna: “El Señor no quiere espectadores en su Iglesia, sino gente activa..” En Efesios 4, 12 el Apóstol San Pablo nos lo aclara: “Así preparó a los suyos para un trabajo de servicio, para hacer crecer el cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios. De este modo alcanzaremos la madurez y el desarrollo que corresponden a la estatura perfecta de Cristo.”

Al concluir estas reflexiones, el mismo Apóstol nos conmina a un cambio: “Ustedes deben renovarse en su mente y en su Espíritu, y revestirse de la nueva naturaleza, creada según la voluntad de Dios y que se muestra en una vida recta y pura, basada en la verdad” Efesios 4. 23-24.

Un grupo de los participantes con Anita de Laguna

El Padre Enzo presidió una bella Eucaristía para cerrar el Seminario e hizo imposición de manos a los participantes. Así concluyó el Seminario de Vida en el Espíritu. Una oportunidad de crecimiento espiritual y de fortalecimiento para la Misión.