miércoles, 9 de junio de 2010

Los Ministros Extraordinarios de la Comunión

Los laicos que reciben esta misión, dentro o fuera de la Misa, son considerados ministros "extraordinarios" de la comunión. Los únicos ministros "ordinarios" de la distribución de la comunión son los ordenados (diáconos, presbíteros y obispos). El ministro extraordinario solo puede ejercitar el encargo recibido en ausencia de los ministros ordenados, o con la autorización de estos mismos si hay una cantidad muy grande de fieles a los cuales distribuirles la comunión.

Las varias funciones incluídas en este ministerio son:

  • Dentro de la Misa, ayudar al sacerdote a repartir la comunión en las condiciones antes anotadas o ayudar a distribuirla cunado se desea hacerlo bajo las dos especies (pan y vino)

  • Fuera de la Misa, cuando en ausencia del sacerdote hay fieles que quieren comulgar, poder darse a sí mismos y repartir a los demás la Eucaristía

  • La comunión llevada a los enfermos, incluso a modo de Viático

  • Celebraciones dominicales en ausencia del sacerdote, en las que los laicos pueden recibir el encargo oficial por parte del Obispo de presidr la celebración de la Palabra y distribuir a sus hermanos la comunión

  • Facultad para purificar los vasos sagrados, después de la celebración, fuera del altar en la "credencia" y preferiblemente una vez acabada la celebración y despedida del pueblo

  • La exposición del Santísimo, caso repetido en las comunidades religiosas, masculinas o femeninas, en ausencia del sacerdote

La sola utilidad pastoral no hubiera abierto tal vez las puertas a este ministerio ejercido por laicos, sino hubiera sido por su coherencia más profunda. Con este ministerio se da otra imagen de Iglesia y se pone de manifiesto la dignidad del laico. Es la nueva imagen de la Iglesia tal como ha aparecido especialmente en Lumen Gentium, la que sirve de motivación radical de todos los servicios litúrgicos encomendados a los laicos, y la que se pone en evidencia cuando se ejercen bien.

Este ministerio no es primariamente un privilegio para ellos, sino un "servicio para bien de los demás". Debe ir unido a una actitud de disponibilidad generosa. Hasta aquí corresponde a una transcripción parcial del libro "Ministerios de Laicos" de José Aldazabal publicado por Centre de Pastoral Litúrgica.



En la foto que ilustra esta nota, los ministros extraordinarios de la Comunión de la Parroquia de San Cipriano, acompañados de su Párroco el Padre Frey Martin Mancera Lombana