domingo, 30 de mayo de 2010

CONCLUYE VISITA PASTORAL

Monseñor en el momento de la Homilía

Con una solemne Eucaristía celebrada a las 9:00 a.m. presidida por Monseñor Roberto Ospina Leongómez, Vicario Episcopal de la Zona Pastoral de San Pedro, concluyó nuestro Obispo su visita pastoral a la Parroquia de San Cipriano, que se había iniciado el 23 de mayo pasado.
Durante la semana pasado Monseñor Ospina se reunió en la noche del martes con todas las Pequeñas Comunidades y las Legionarias de la Parroquia. En esta ocasión cada uno de estos grupos comunitarios hizo una presentación apoyada con diapositivas de los objetivos, misión, visión, carisma, espiritualidad, ministerio, mística y programa de acción pastoral, sobre los cuales Monseñor Ospina hizo importantes observaciones y orientaciones para el desarrollo de las actividades propuestas.
Liturgia Eucarística
El día jueves se reunió con todas las pastorales existentes en la parroquia: social, de la salud, grupos celebrativos (4), ministros extraordinarios de la Eucaristía, Ministros Lectores, Monaguillos, Pastoral Vocacional, Catequistas de adultos y de niños (Buen Pastor) y Acogida. Allí igualmente Monseñor impartió orientaciones especiales para el mejoramiento de actividad pastoral. El viernes se reunió con los Diáconos y los sacerdotes de la Parroquia.
En su homilía del domingo Monseñor Ospina destacó la festividad del mundo católico en la fecha, dirigida a la Santísima Trinidad. Entre otros aspectos, señaló cómo cuando el cristiano hace la señal de la cruz sobre su cara o su cuerpo, esta mostrando un signo y un sello inconfundible de su fe en un Dios Trino integrado por el Padre Creador, el Hijo Redentor y Salvador y el Santo Espíritu como presencia del amor entre el Padre e Hijo, que nos concede a los seres humanos los Dones y Carismas que tanto bien proveen en la vida diaria. Igualmente hizo una emotiva descripción y exaltación de cómo actúa el Espíritu Santo en la vida de los cristianos e invitó a todos los participantes en la celebración Eucarística para que reconozcan e invoquen periódicamente la acción del Espíritu Santo de Dios en sus diferentes actividades, como una via para fortalecer la fe, enfrentar las tribulaciones y perseverar en el camino de la santificación.
Monseñor y el Padre Frey con los Ministros Extraordinarios de la Eucaristía
En la parte final de misa, antes de impartir la bendición final exhortó a todos los fieles para que cada vez que el sacerdote anuncie en la parte de la liturgia Eucarística: "Este es Jesucristo, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo" toda la asamblea debe arrodillarse en señal de fe y adoración al Señor. Debe ser una respuesta natural y uniforme al anuncio de la presencia real de Jesús Eucaristía dentro de la celebración.
Explicó igualmente que los cambios en la parte litúrgica de la misa originados en el Concilio Vaticano Segundo y en posteriores decisiones del Santo Padre, tales como: la celebración del sacerdote de cara a la Asamblea, el uso del idioma de cada lugar en sustitución del antíguo latín, la recepción de pié de la comunión al comulgar, el uso de cantos en español en lugar de cantos gregorianos, y los cantos acompañados de palmas y en algunos casos de danzas, tienen el propósito de hacer de la celebración Eucarística una verdadera fiesta alegre de nuestra fe, un momento de intimidad con Dios pero en comunidad, para expresarle al Señor su centralidad en nuestra vida y pedirle ayuda en nuestras dificultades. En resumen, hacer de la celebración Eucarística una experiencia de vida.. en el Espíritu.


Al final Monseñor fué contactado por numerosos fieles y sus familias para pedirle su bendición y tomarse algunas fotografías en compañía de él. Las gráficas que ilustran esta nota testimonian esos gratos momentos de nuestra vida parroquial.