lunes, 27 de diciembre de 2010

Primera carta de San Juan 2, 3-11.

Queridos míos: Se sabe que conocemos a Cristo porque guardamos sus mandamientos. Quien afirma que lo conoce, pero no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero si uno guarda la Palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado en Él a ser de veras perfecto. Por esto sabemos que estamos unidos a Él. Quien afirma que permanece unido a Dios, debe proceder como procedió Jesús.

Queridos míos: No les doy un mandamiento nuevo, sino el antiguo mandamiento que recibieron desde el comienzo. Ese antiguo mandamiento esta en el Evangelio que escucharon. Y con todo les doy un mandamiento nuevo, nuevo por la forma como Jesús lo promulgó y como lo practican ustedes. Porque las tinieblas están disipándose y ya brilla la verdadera luz.

Quien afirma que vive en la luz pero odia a su hermano, sigue viviendo todavía en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y puede caminar sin tropiezo. Quien por el contrario odia a su hermano, vive en la oscuridad y camina en la oscuridad sin saber a donde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Palabra de Dios
Te alabamos Señor.
Reflexión:

Jesús es signo de contradicción pero es siempre luz para todos los pueblos. Cumplir con nuestros deberes religiosos es ser bendicion para los demás. Aunque no sea esa nuestra intención , podemos cambiar la vida de otras personas, como le sucedió a Simeón cuando la Virgen y su esposo acudieron al templo. ¿Qué ideal de familia nos presenta el Evangelio? Estos dias de Navidad son un buen espacio para que la construyamos. ¿Qué habría que hacer? Amo a mi familia, como la ama Dios?

La coherencia será nuestra salvación. ¿Vivimos de acuerdo a lo que hablamos?

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