lunes, 31 de mayo de 2010

Sacerdotes y el mundo digital: usos y estadística

CIUDAD DEL VATICANO, lunes 31 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- ¿Cuál es el uso que hacen los sacerdotes del mundo digital? ¿qué cambios culturales ha traído internet en la nueva evangelización? Esta mañana fue presentada en una rueda de prensa realizada en Radio Vaticano, investigación denominada Picture (Priests’ ICT use in their religious experiencie) realizada recientemente, sobre los sacerdotes en el uso de los nuevos medios.
El estudio, tuvo como objetivo investigar cómo los sacerdotes utilizan las nuevas tecnologías en su labor pastoral de acuerdo con el último mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales titulado “El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra”.

La investigación fue conducida por los laboratorios NewMinE Lab – New Media in Education Laboratory e webateiler.net de la universidad Suizo – Italiana (USI de Lugano, Suiza) en colaboración con la facultad de Comunicación Social de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y con el apoyo de la Congregación para el Clero. El estudio contó con la colaboración de la oficina de internet de la Santa Sede.
Para el cardenal Claudio Hummes, prefecto de la Congregación para el Clero, la cultura digital es “un nuevo mundo cultural”. “Hay algo que ha cambiado y cambia en la propia cultura”, dijo el purpurado. “Especialmente en las nuevas generaciones que ya están inmersas en esta nueva cultura”, aseguró.


El estudio

La encuesta sobre el uso de internet por parte de los sacerdotes se realizó entre el 15 de noviembre y el 28 de febrero pasados. La idea surgió en el marco de al celebración del Año Sacerdotal, instituido por el Papa Benedicto XVI y el cual finaliza este 9 de junio.
El cuestionario lo respondieron un total de 4.992 sacerdotes, es decir, un 1,2 % del total de sacerdotes en el mundo. La muestra se realizó de manera proporcional en diferentes países de los cinco continentes, a sacerdotes provenientes de 117 naciones diversas.

Los datos fueron suministrados por la Congregación para el Clero. Para el presidente de este dicasterio, la investigación es una especie de “fotografía del uso actual que los sacerdotes hacen de la tecnología en la propia experiencia religiosa para dar respuestas adecuadas al interior de los grandes cambios del mundo cultural”, dijo el cardenal Hummes.
El cuestionario fue traducido en siete idiomas. Para asegurar la máxima distribución se contactaron las Conferencias Episcopales de todo el mundo así como las órdenes religiosas con más miembros.

Los resultados
Sobre la pregunta de qué tan frecuentemente los sacerdotes buscan en internet el material para sus homilías, un 46 % respondió que acuden a este recurso al menos vez a la semana. Un 14.7 % lo hace diariamente, mientras que 8.7 % nunca usa los nuevos medios para ello.
Para la dirección espiritual, un 48 % busca información por internet al menos una vez al mes mientras que un 18,4 % no lo hace nunca.
El estudio muestra cómo un bajo porcentaje de sacerdotes utiliza internet para su vida espiritual. El 35.9% reza utilizando los recursos que le ofrece internet al menos una vez al mes (este punto se refiere al uso de la Liturgia de las Horas o el Oficio divino online, o a buscar en este medio lecturas espirituales u otro tipo de oraciones), mientras que un 37,7% no lo hace nunca.
Para la vida intelectual, los sacerdotes usan más frecuentemente los nuevos medios: un 60,01 % de los encuestados lo hace al menos una vez a la semana, mientras que un 9,4% no usa nunca internet para este fin. Una de las preguntas realizadas en este estudio fue si están de acuerdo con que internet permite el mejoramiento de la formación sacerdotal, a lo que un 64,4% dijo estar de acuerdo y un 6.4% dijo estar en desacuerdo con esta hipótesis.
De otro lado, el 52,5 % de los sacerdotes consideran útil o muy útil el recurso de internet para propagar el mensaje cristiano mientras que el 7% no consideran que este recurso sea útil para ello. El 56,8 % están de acuerdo o totalmente de acuerdo con que las nuevas tecnologías permiten la inculturación de la fe en el mundo de hoy mientras que el 2,7 % no está de acuerdo con este postulado.
Benedicto XVI dijo en su reciente mensaje de las Jornadas Mundiales de las comunicaciones sociales que “el sacerdote se encuentra como al inicio de una 'nueva historia'”.
“En la medida en que estas nuevas tecnologías susciten relaciones cada vez más intensas, y cuanto más se amplíen las fronteras del mundo digital, tanto más se verá llamado a ocuparse pastoralmente de este campo, multiplicando su esfuerzo para poner dichos medios al servicio de la Palabra”, aseguró en este mensaje el Pontífice.

domingo, 30 de mayo de 2010

CONCLUYE VISITA PASTORAL

Monseñor en el momento de la Homilía

Con una solemne Eucaristía celebrada a las 9:00 a.m. presidida por Monseñor Roberto Ospina Leongómez, Vicario Episcopal de la Zona Pastoral de San Pedro, concluyó nuestro Obispo su visita pastoral a la Parroquia de San Cipriano, que se había iniciado el 23 de mayo pasado.
Durante la semana pasado Monseñor Ospina se reunió en la noche del martes con todas las Pequeñas Comunidades y las Legionarias de la Parroquia. En esta ocasión cada uno de estos grupos comunitarios hizo una presentación apoyada con diapositivas de los objetivos, misión, visión, carisma, espiritualidad, ministerio, mística y programa de acción pastoral, sobre los cuales Monseñor Ospina hizo importantes observaciones y orientaciones para el desarrollo de las actividades propuestas.
Liturgia Eucarística
El día jueves se reunió con todas las pastorales existentes en la parroquia: social, de la salud, grupos celebrativos (4), ministros extraordinarios de la Eucaristía, Ministros Lectores, Monaguillos, Pastoral Vocacional, Catequistas de adultos y de niños (Buen Pastor) y Acogida. Allí igualmente Monseñor impartió orientaciones especiales para el mejoramiento de actividad pastoral. El viernes se reunió con los Diáconos y los sacerdotes de la Parroquia.
En su homilía del domingo Monseñor Ospina destacó la festividad del mundo católico en la fecha, dirigida a la Santísima Trinidad. Entre otros aspectos, señaló cómo cuando el cristiano hace la señal de la cruz sobre su cara o su cuerpo, esta mostrando un signo y un sello inconfundible de su fe en un Dios Trino integrado por el Padre Creador, el Hijo Redentor y Salvador y el Santo Espíritu como presencia del amor entre el Padre e Hijo, que nos concede a los seres humanos los Dones y Carismas que tanto bien proveen en la vida diaria. Igualmente hizo una emotiva descripción y exaltación de cómo actúa el Espíritu Santo en la vida de los cristianos e invitó a todos los participantes en la celebración Eucarística para que reconozcan e invoquen periódicamente la acción del Espíritu Santo de Dios en sus diferentes actividades, como una via para fortalecer la fe, enfrentar las tribulaciones y perseverar en el camino de la santificación.
Monseñor y el Padre Frey con los Ministros Extraordinarios de la Eucaristía
En la parte final de misa, antes de impartir la bendición final exhortó a todos los fieles para que cada vez que el sacerdote anuncie en la parte de la liturgia Eucarística: "Este es Jesucristo, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo" toda la asamblea debe arrodillarse en señal de fe y adoración al Señor. Debe ser una respuesta natural y uniforme al anuncio de la presencia real de Jesús Eucaristía dentro de la celebración.
Explicó igualmente que los cambios en la parte litúrgica de la misa originados en el Concilio Vaticano Segundo y en posteriores decisiones del Santo Padre, tales como: la celebración del sacerdote de cara a la Asamblea, el uso del idioma de cada lugar en sustitución del antíguo latín, la recepción de pié de la comunión al comulgar, el uso de cantos en español en lugar de cantos gregorianos, y los cantos acompañados de palmas y en algunos casos de danzas, tienen el propósito de hacer de la celebración Eucarística una verdadera fiesta alegre de nuestra fe, un momento de intimidad con Dios pero en comunidad, para expresarle al Señor su centralidad en nuestra vida y pedirle ayuda en nuestras dificultades. En resumen, hacer de la celebración Eucarística una experiencia de vida.. en el Espíritu.


Al final Monseñor fué contactado por numerosos fieles y sus familias para pedirle su bendición y tomarse algunas fotografías en compañía de él. Las gráficas que ilustran esta nota testimonian esos gratos momentos de nuestra vida parroquial.

sábado, 29 de mayo de 2010

SEMINARIO SOBRE PASTORAL DEL MUNDO DEL TRABAJO

Hoy mayo 29 de 2010, bajo la organización de la Zona Pastoral de San Pedro que encabeza Monseñor José Roberto Ospina, se inició el Seminario sobre la Pastoral del Mundo del Trabajo, en las bellas instalaciones de esa Vicaría Episcopal en el sector de Prado Veraniego. Este evento formativo está programado para adelantarse en tres sesiones, las cuales están proyectadas –además de la del día de hoy- para los sábados 5 y 19 de junio próximo.


Este evento al cual concurren 30 laicos comprometidos de distintas parroquias de esta Zona Pastoral, entre ellos San Cipriano representada por Stella de Roldán y Héctor León, está dirigido por la Trabajadora Social Sandra Gómez Mendoza y participan como expositores Virginia Roncallo de la Parroquia San Manuel Morales y Carlos David Duitama, Ingeniero Industrial de la parroquia de Nuestra Señora del Campo.

La Pastoral del Mundo del Trabajo es un novedoso tema que ha abordado esta Zona Pastoral, para formar laicos interesados y comprometidos en esta rama del servicio al prójimo.

La evangelización tarea principal de la Iglesia se realiza en tres dimensiones: profética, litúrgica y social. Esta última dimensión cuenta con varias pastorales: de movilidad humana, penitenciaria, de la tercera edad, pan compartido, salud y parroquia hermana. El mundo del trabajo es una nueva pastoral que contribuye a dignificar al ser humano en todas sus dimensiones y requiere de un trabajo en equipo de laicos e Iglesia.



En la foto Virginia Roncallo

En esta primera sesión los participantes identificaron la estructura orgánica arquidiocesana. Se hizo una aproximación al estudio de la Doctrina Social de la Iglesia y se hicieron trabajos de grupo con documentos relacionados con el papel de los laicos en las actividades pastorales. Se hicieron varias reflexiones con fundamento en la Palabra relacionadas con el tema. Algunas de las citas bíblicas que ocuparon el discernimiento de los participantes son: 2 Tes 3, 10; St 5,4; Mc 8, 36, Mc 5,3; Gen 2,2; Gen 2,15; Gen 3, 17-19; 1 Cor 3,9 y Mt 25,22.

La Pastoral del Mundo del Trabajo es un tema en continua evolución, por el que se intenta responder desde el Evangelio a las nuevas realidades sociales en constante cambio. Se espera al final del Seminario contar con nuevas herramientas para hacer una pastoral que incluya las necesidades de los que sufren.

domingo, 23 de mayo de 2010

¡SE INICIO LA VISITA PASTORAL!

Con la celebración de una Eucaristía, hoy domingo 23 de mayo a las 12:00 m., presidida por Monseñor Jose Roberto Ospina, Obispo de la Zona Pastoral de San Pedro de la Arquidiócesis de Bogotá, se inició la visita pastoral del Vicario Apostólico en la Parroquia de San Cipriano.


El martes próximo las Pequeñas Comunidades, la Legión de Maria y la Comunidad de los Profesionales se reunirán a partir de las 7:00 p.m. con Monseñor Ospina. El jueves siguiente lo harán los Ministros Extraordinarios de la Eucaristía, los Ministros Lectores y los Acólitos, así como los representantes de las Pastorales de la Salud y Grupos de Música Litúrgica.


En las fotografias que ilustran esta información se aprecian dos aspectos del almuerzo ofrecido al Obispo, acompañado del Párroco de San Cipriano, de el Padre Pompilio Moreno y algunos sacerdotes visitantes, así como un Diácono peruano que adelantan estudios en el ITEPAL y celebran Eucaristías en nuestra Parroquia.

sábado, 22 de mayo de 2010

VIGILIA DE PENTECOSTES 2010












El pasado sábado 22 de mayo de 2010, celebramos en el templo de nuestra parroquia de San Cipriano, la Vigilia de Pentecostés 2010, la cual se celebró entre las 7:00 p.m. y las 9:30 p.m., presidida por el Padre Pompilio Moreno y la participación de los Diáconos Jaime Montealegre y Jairo Hernández.

En esta importante celebración de nuestra fe, participaron representantes de todos los grupos pastorales de la Parroquía, entre los cuales se destacaron los Ministerios de Música, el nuevo Ministerio de Danzas "David danzaba" bajo la coordinación de Marcela Ávila Páez, las Pequeñas Comunidades, los Ministros de la Eucaristía, los Ministros Lectores, la Comunidad de Oración, la Pastoral Social, los Catequistas y una importante participación de jóvenes en proceso de formación.

Tal como se puede apreciar en las fotografias que acompañan esta nota, la Vigilia se efectuó después de la misa de las 6 de la tarde y se inició con un mmento de Adoración Eucarística, el cual estuvo acompañado de cantos, danzas y oración comunitaria.

Posteriormente, se hizo una presentación de los distintos Dones del Espíritu Santo: Don de Ciencia, Don de Consejo, Don de Inteligencia, Don de Fortaleza, Don de Piedad, Don de Sabiduría y Don de Temor de Dios. En dichas presentaciones afloraron también los Frutos del Espíritu Santo así:

Caridad, Gozo, Paz, Paciencia, Longanimidad, Bondad, Beninidad, Mansedumbre, Fe, Modestia, Continencia y Castidad.

Al final de la Vigilia en la cual el Padre Pompilio hizo imposición de manos a numerosos partipantes, se distribuyó por parte de los jóvenes un delicioso canelazo y galletas.

viernes, 21 de mayo de 2010

La Teología del Cuerpo

Profundizando en el legado de Juan Pablo II:

ROMA, jueves 20 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Por el interés del tema, publicamos la Lectio magistralis pronunciada por monseñor Jean Laffitte, Secretario del Consejo Pontificio para la Familia, en la Facultad de Bioética del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma, el pasado 22 de abril.


El cuerpo humano y sus significados


Quisiera comenzar esta intervención mía con una primera observación sobre el título elegido: “Teología del cuerpo”. Verdaderamente la expresión es paradójica. El discurso sobre Dios, teo-logía, se refiere a la persona humana considerada en su totalidad y no sólo en una dimensión de su ser, aquí, el cuerpo. Por tanto, cuando se habla de teología del cuerpo, es necesario entender desde el principio en qué acepción se entiende la palabra cuerpo. Se trata de toda la persona humana, considerada en su dimensión corpórea.



Hablamos así de un cuerpo animado, cuyos fenómenos pueden ser estudiados en el campo de varias ciencias: fisiología, anatomía, todos los sectores de las ciencias biomédicas. No es en este restringido sentido fisiológico como la palabra cuerpo debe ser entendida en nuestra perspectiva. De hecho, el cuerpo humano tiene otros significados. En la medida en que hace presente y visible a toda la persona humana, es portador de valores simbólicos: el cuerpo es la modalidad en la que la persona se hace presente. Cada persona se deja contemplar en su cuerpo; el cuerpo es único, singular, personal. Es ciertamente una realidad carnal. Con todo, está animado no de la forma en que un robot estaría animado por movimientos mecánicos y estereotipados, sino de un modo tal que será en seguida identificado como el cuerpo de esta persona precisa. En este sentido, todos los cuerpos son distintos, porque las personas son distintas.


Si nos queremos limitar a la antropología de San Pablo, como la encontramos expresada por ejemplo en la primera carta a los Tesalonicenses, donde el Apóstol se refiere al hombre “todo entero espíritu, alma y cuerpo” (1 Ts 5,23), vemos que una realidad invisible, indicada por los dos términos “alma” y “espíritu”, sobre los que diremos luego algo, se completa con un dato material, visible, expresado por la palabra “cuerpo”. Como lo hizo observar justamente Denis Biju-Duval [1], esta antropología no debe oponerse a la clásica distinción entre alma y cuerpo, más familiar a los espíritus occidentales.

Según este autor, las dos antropologías (alma-cuerpo y espíritu-alma-cuerpo) han sido opuestas artificialmente, sustantivando los términos semíticos, expresados en la Biblia en forma de adjetivos: lo espiritual (pneumatikos), lo psíquico (psychikos). Las realidades espiritual y psíquica remiten a la interioridad del hombre, al corazón, lugar simbólico tanto de la decisión (espiritual) sea de los sentimientos y de la afectividad (psíquica).



La interioridad del hombre se comprende sólo en la tensión con su exterioridad. La carne expresa lo que de algún modo sucede en el corazón del hombre. Esto es tan cierto que, para designar la realidad interior del hombre, se usan a menudo símbolos e imágenes inspiradas en la exterioridad (además del lenguaje espacial, como para el binomio interior-exterior, encontramos elementos orgánicos, el “corazón”, el “aire puro”, las “vísceras”, o incluso elementos naturales, hablando del corazón como de una “tierra fértil” o “estéril”, como de un templo”, de una casa, etc.).


Además de esta función de revelar algo escondido, el cuerpo tiene el papel de mediar entre el hombre y el mundo. Existe una cierta ambigüedad del cuerpo en la medida en que se encuentra por así decirlo a medio camino entre un objeto recibido (Körper) y un hecho asumido (Leib), entre, si queremos, el haber y el ser: “tengo” un cuerpo que me causa sufrimiento o placer, pero al mismo tiempo, “soy” un cuerpo, de forma que quien ataca o hiere mi cuerpo ataca o hiere a toda mi persona. Soy mi cuerpo. Mi cuerpo exige naturalmente respeto.


Me parece que las distinciones hechas ayudan a entender que la palabra “cuerpo” es una realidad compleja. Queda ahora algo que decir sobre el otro término de nuestro título, “teología”.
El cuerpo tiene un valor teológico por tres motivos fundamentales:
- El primero es el hecho de que ha sido querido por Dios y creado por él. Esta observación implica necesariamente que es portador de algunas finalidades intrínsecas.
- El segundo motivo es que Dios ha elegido el cuerpo humano como mediación para revelarse a los hombres: es el dato de la Encarnación. El Verbo se hizo carne.
- A estos dos elementos, Creación y Encarnación, debe añadirse un tercero, la Resurrección, que se refiere al destino final del cuerpo humano; es un dato que especifica la fe cristiana: la resurrección de los cuerpos. A pesar de su crecimiento, sus sufrimientos, su envejecimiento hasta la muerte, y su descomposición orgánica, el cuerpo humano está destinado a resucitar. En una visión de fe, este dato ha sido acreditado por el acontecimiento histórico fundamental que ha sido la resurrección de Jesús de entre los muertos.




Es sobre la base de este acontecimiento que el cristiano cree verdaderamente que habrá una resurrección de los muertos; un acontecimiento fundamental para él y para todos los hombres, que serán integrados a la fuerza del Resucitado. Podríamos en otro lugar profundizar en el hecho de que la resurrección del cuerpo, lejos de ser una creencia irracional, se funda al contrario en la eminente coherencia de la fe, expresada en este campo por el destino común entre el cuerpo de cada bautizado y el cuerpo del Señor resucitado.


Es imposible fundar una “teología del cuerpo” sin integrar la certeza de la resurrección. Nos ayuda en este sentido el texto esencial d san Pablo en la primera carta a los Corintios: “El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder (1 Cor 6, 13-14). En el contexto d una enseñanza sobre el uso equivocado y pecaminoso del cuerpo que es la fornicación, el Apóstol saca las consecuencias morales de esta forma: “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Y ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡De ningún modo! ¿O no sabéis que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues está dicho: Los dos se harán una sola carne. Más el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él (1 Cor 6, 15-17).



En verdad, para ser completos, deberíamos prolongar la lectura de san Pablo, en particular recordar estas dos ideas secundarias de que el cuerpo es “templo del Espíritu Santo”, y de que el hombre ya no se pertenece, desde el momento en que ha sido “comprado a caro precio por el Señor”. El caro precio ha sido el del Calvario, de la pasión y de la muerte de Jesús en el leño de la cruz.


Para resumir en pocas palabras estos fundamentos de la “Teología del cuerpo”, es necesario no olvidar ninguno de los elementos apenas evocados: creación del hombre por Dios y por tanto creación de su propio cuerpo, asunción del cuerpo humano del cuerpo humano por el Hijo eterno del Padre, resurrección de Jesús y resurrección de los hombres en su persona, presencia del Espíritu de Dios como en un templo, dando al cuerpo humano una dignidad excelsa.

sábado, 15 de mayo de 2010

Sin un "no" a algunas cosas no hay un "sí a la vida verdadera"



Ante más de 70 mil jóvenes provenientes de diversas partes de Roma y del Lacio, el Papa Benedicto XVI alentó a un seguimiento más intenso de Cristo. Al participar ayer en un encuentro de oración, meditación y diálogo con el Santo Padre para conmemorar el aniversario de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) el Papa dio las gracias a los jóvenes por su presencia, su "maravilloso testimonio de fe" y su "entusiasmo por seguir a Jesús".


Después respondió a las preguntas de tres participantes en el encuentro. "¿Qué puedo hacer con mi vida para que sea hermosa y grande?", fue la primera cuestión, a la que el Papa, citando la parábola del joven rico, respondió: "En primer lugar, no desperdiciar la vida, vivirla con profundidad, no vivir para uno mismo". "Dios ha querido mi vida desde la eternidad -continuó el Santo Padre-. Soy amado y necesario. Dios tiene un proyecto conmigo en la totalidad de la historia. Por eso, el punto de partida es tratar de conocer a Dios. (...) Después lo esencial es el amor. (...) Los diez mandamientos son sólo una forma explícita del mandamiento del amor. (...) Son, por decirlo así, reglas del amor (...) con puntos esenciales: la familia, como fundamento de la sociedad, la vida que hay que respetar como don de Dios; el orden de la sexualidad, de la relación entre hombre y mujer; el orden social y, finalmente, la verdad. (...) La perfección, es decir, ser bueno, vivir la fe y el amor, es sustancialmente una, pero de formas diversas. (...) Encontrar la vocación y vivirla en cualquier lugar es fundamental, tanto si soy un científico como un campesino".


"¿Qué significa que Jesús nos mira con amor? ¿Y se puede vivir esta experiencia hoy?", fue la segunda pregunta". "Creo que sí -afirmó el pontífice-, el Señor está siempre presente y nos mira a todos con amor, pero tenemos que encontrar esta mirada. (...) El primer paso es conocer a Jesús (...) tal y como aparece en los Evangelios", pero además, "no sólo en el ámbito académico y teórico, sino con el corazón, hablar con él en la oración. (...) Es necesaria la razón, pero también el corazón. (...) Los elementos clave son escuchar, responder, entrar en la comunidad de creyentes, la comunión con Cristo en los sacramentos, la eucaristía y la confesión, y realizar las palabras de la fe para que sean la fuerza de mi vida"


La tercera pregunta fue: "Cómo puedo encontrar la fuerza para tomar decisiones valientes y quién me puede ayudar?". Partimos de una palabra difícil para nosotros: renuncias", dijo el Papa Benedicto XVI. "Pero incluso en el ámbito profesional la realización no se puede lograr (...) sin la preparación adecuada, que siempre requiere disciplina. (...) También el arte de ser humano exige sacrificios", que "están indicados en la palabra de Dios y nos ayudan a no caer en el abismo de las drogas, el alcohol, la esclavitud de la sexualidad, del dinero, de la pereza. (...)


Renunciar a la tentación del momento, proseguir hacia el bien, crea la verdadera libertad y hace valiosa la vida. Creo que tendríamos que pensar que sin un "no" a algunas cosas no hay un "sí a la vida verdadera", concluyó el Papa.