sábado, 15 de agosto de 2009

ADORACION EUCARISTICA


El Santo Padre habló de la solemnidad del Corpus Christi, celebrada en muchas naciones el pasado jueves y trasladada litúrgicamente a este domingo, que "nos invita a contemplar el misterio sumo de nuestra fe: la Santísima Eucaristía, presencia real del Señor Jesucristo en el sacramento del altar". "Cada vez que el sacerdote renueva el sacrificio eucarístico", explicó el Papa, presta "la voz, las manos y el corazón a Cristo, que quiso quedarse con nosotros y ser el corazón palpitante de la Iglesia.

Pero también después de la celebración de los misterios divinos, el Señor Jesús permanece vivo en el tabernáculo y por eso se le alaba sobre todo a través de la adoración eucarística", que "fuera de la Santa Misa prolonga e intensifica cuánto ha sucedido en la celebración litúrgica y hace posible una acogida profunda y verdadera de Cristo". Benedicto XVI recordó después que hoy "en todas las comunidades cristianas se lleva a cabo la procesión eucarística, forma singular de adoración pública de la Eucaristía, enriquecida de manifestaciones bellas y tradicionales de devoción popular".

"Quiero aprovechar la ocasión que me ofrece esta solemnidad- prosiguió- para recomendar vivamente a los pastores y a todos los fieles la práctica de la adoración eucarística. (...) Me alegra constatar que muchos jóvenes están descubriendo la belleza de la adoración, tanto personal como comunitaria. Invito a los sacerdotes a alentar en estos a los grupos juveniles y a seguirles para que las formas de adoración comunitaria sean siempre dignas y apropiadas, con tiempos adecuados de silencio y escucha de la palabra de Dios". "En la vida de hoy, a menudo rumorosa y dispersiva, es muy importante recuperar la capacidad de silencio interior y recogimiento: la adoración eucarística nos permite hacerlo, no sólo centrándonos en nuestro "yo", sino en compañía de ese "Tú", lleno de amor que es Jesucristo, "el Dios que está cerca de nosotros".
(Tomado de www.encuentra.com.)