miércoles, 13 de mayo de 2009

La Misión al interior de la familia



EL SIGNIFICADO DE LA COMUNION PARA EL ENFERMO

La primera condición para que un enfermo reciba la Sagrada Comunión es que la solicite a sus familiares o cuidadores.

El dolor y el sufrimiento que acompaña a las enfermedades, hace que nos acerquemos más a Dios. Entender que el Dueño de la Vida es el Señor y que somos de Él. En tal razón y en virtud de la fe un enfermo puede experimentar la sed de Dios y la necesidad de recibirlo en su lecho de enfermedad.

Sentir que Jesucristo es para él vida, incluso en su cuerpo adolorido y diisminuido por la enfermedad y el gran signo de la salvación para sí mismo y para todo el mundo. Para que el enfermo haga conciencia de esto es necesario que sus familiares más cercanos o cuidadores, no dejen solo al enfermo. Lo acompañen en su habitación de reclusión o convalescencia. Es una excelente ocasión para evangelizarlo y ayudarle a acercarse a Dios. Leerle la Palabra y compartir con él espacios de discernimiento de ella, con la correspondiente edificación espiritual. Debemos escuchar con atención y ayudar a entender la Voluntad del Señor.