martes, 24 de noviembre de 2009

Despedida a dos hermanos que se van...

En la última reunión de la Pequeña Comunidad Filadelfia, que se celebró con la presencia del Padre Frey Martin Mancera M.S.A., Párroco de San Cipriano, sus 18 miembros tuvieron ocasión de despedir a sus hermanos en Cristo, Miguel Angel Velasco y Stellita de Velasco, quienes después de compartir con nosotros 10 años de vida en Pequeña Comunidad, el Señor les ha mostrado un nuevo camino con su traslado de residencia y "lugar de trabajo misional" a la bella ciudad de Barranquilla.


Como es natural en esta reunión, hicimos lectura y discernimiento de la Palabra de Dios, tomando por orientación del Padre Martín las dos lecturas del Nuevo Testamento correspondientes al próximo domingo. Fué muy lindo y reconfortante las Palabras que nos regaló el Señor a traves de la Carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 3, 12-13 y 4, 1-2.:

Hermanos: Que el Señor los colme y los haga rebosar de amor unos con otros y con todos, un amor como el que nosotros les tenemos. Y les dé así firmeza de espíritu y los haga santos e irreprensibles para que puedan presentarse ante Dios nuestro Padre, cuando vuelva glorioso Jesús, nuestro Señor, con todos sus ángeles.

Por lo demás, hermanos, puesto que ya han aprendido de nosotros que camino hay que tomar para agradar a Dios, les rogamos y suplicamos por el Señor Jesús que sigan haciendo más progresos en ese camino. Ya conocen las instrucciones que les dimos en nombre del Señor Jesús.


Luégo de la proclamación del Evangelio según San Lucas 21, 25-28 y 34-36, el Padre Martin nos hizo una hermosa enseñanza sobre este texto bíblico, con características de exégesis, que nos introdujo al espíritu del Adviento y a la celebración cercana del nacimiento de Jesús. Les deseamos los mejores éxitos a Miguel y Stellita en la nueva misión que el Señor les ha señalado en su nuevo lugar de residencia, quienes nos expresaron su propósito de seguir caminando en la divulgación de la Palabra de Dios, en la conformación de nuevas comunidades y en el trabajo con la Iglesia Católica en la nueva Parroquia a donde llegarán en los próximos días.




En las fotos que acompañan esta nota, algunos aspectos de la grata reunión de la Pequeña Comunidad de Filadelfia. La nueva Responsable de la Comunidad es Piedad Lamus y como Catequistas fueron designadas Magali Blandón y Eugenia Ruiz, la primera y la última de ellas se aprecian en la siguiente fotografia.


domingo, 15 de noviembre de 2009

De Tomás de Kempis y su obra IMITACION DE CRISTO:


Hemos tomado de la obra cumbre de Tomás de Kempis "La imitación de Cristo", el contenido del capítulo 13 ¿Cómo se ha de resistir a las tentaciones? por considerar que contiene una orientaciones muy útiles para el mejoramiento contínuo de nuestra vida en comunidad:





Capítulo 13 : CÓMO SE HA DE RESISTIR A LAS TENTACIONES

1. Mientras en el mundo vivimos no podemos estar sin tribulaciones y tentaciones:Por lo cual está escrito en Job (, 1): Tentación es la vida del hombre sobre la tierra.Por eso cada uno debería tener mucho cuidado acerca de sus tentaciones y velar en oración, porque no halle el demonio lugar de engañarle, que nunca duerme, sino busca todos lados a quién tragarse. (1 Pedro 5, 8).Ninguno hay tan perfecto ni tan santo que no tenga algunas veces tentaciones, y no podemos vivir sin ellas.

2. Mas las tentaciones son muchas veces utilísimas al hombre, aunque sean graves y pesadas; porque en ellas es uno humillado, purgado y enseñado.Todos los Santos por. muchas tribulaciones y tentaciones pasaron; y aprovecharon. Y los que no las quisieron resistir fueron tenidos. por réprobos y sucumbieron.No hay religión tan santa, ni lugar tan secreto, que no haya tentaciones y adversidades.

3. No hay hombre seguro del todo de tentaciones mientras vive; porque en nosotros mismos está la causa de donde vienen, pues que nacimos con la inclinación al pecado.Pasada una tentación o tribulación, sobreviene otra; y siempre tendremos que sufrir, porque se perdió el bien de nuestra felicidad.Muchos quieren huir las tentaciones y caen en ellas más gravemente.No se puede vencer con sólo huirlas; mas con paciencia y verdadera humildad nos hacemos más fuertes que todos los enemigos:

4. El que solamente quita el mal que se ve y no arranca la raíz, poco aprovechará; antes tornarán a él más presto las tentaciones, y se hallará peor.Poco a poco, con paciencia y larga esperanza, vencerás (con el favor divino) mejor, que no con violencia y propia fatiga.Toma muchas veces consejo en la tentación, y no seas desabrido con el que está tentado; antes procura consolarle, como tú lo quisieras para ti.

5. El principio de toda mala tentación es la inconstancia del ánimo y la poca confianza en Dios.Porque como la nave sin timón la llevan a una y otra parte las olas, así el hombre descuidado y que desiste de su propósito es tentado de diversas maneras.El fuego prueba el hierro, y la tentación al hombre justo.Muchas veces no sabemos .lo que podernos; mas la tentación descubre lo que somos. Debemos, pues, velar principalmente al venir la tentación; porque entonces mas fácilmente es vencido el enemigo cuando no le dejamos pasar de la puerta del alma y se le resiste al umbral luego que toca.Por lo cual dijo uno:Atajar al principio el mal procura;si llega a echar raíz, tarde se cura (1): Porque primeramente se ofrece al alma el pensamiento sencillo; después, la importuna imaginación; luego, la delectación y el torpe movimiento y el consentimiento.Y así se entra poco a poco el maligno enemigo, y se apodera de todo, por no resistirle al principio.Y cuanto más tiempo fuere uno perezoso en resistir, tanto se hace cada día más flaco; y el enemigo contra él más fuerte.

6. Algunos padecen graves tentaciones al principio de su conversión, y otros al fin.Pero otros son molestados casi por toda su vida.Algunos son tentados blandamente, según la sabiduría y el juicio de la divina Providencia, que mide el estado y los méritos de los hombres, y todo lo tiene ordenado para la salvación de sus escogidos.

7. Por eso no debemos desconfiar cuando somos tentados, sino antes rogar a Dios con mayor fervor que sea servido de ayudarnos en toda tribulación; el cual, sin duda, según el dicho de San Pablo, nos dará, junto con tentación, .tal auxilio, que La podamos resistir(1 Cor., 10, 13). Humillemos, pues, nuestras almas debajo de la mano de Dios en toda tribulación y tentación, porque Él salvará y engrandecerá a los humildes de espíritu.8. En las tentaciones y adversidades se ve cuánto uno ha aprovechado, y en ellas consiste el mayor merecimiento y se conoce mejor la virtud.No es mucho ser un hombre devoto y fervoroso cuando no siente pesadumbre; mas si en el tiempo de la adversidad se. sufre con paciencia, esperanza es de gran provecho.Algunos no se rinden a grandes tentaciones, y son vencidos a menudo en las menores y comunes, para que, humillados, nunca confíen de sí en grandes cosas, siendo flacos en las pequeñas.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El Papa exhorta a amar a la Iglesia, a pesar de sus manchas



Al visitar la parroquia en que fue bautizado Pablo VI

CONCESIO (BRESCIA), domingo, 8 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI exhortó a amar a la Iglesia a pesar de sus sombras y manchas, como parte del compromiso asumido en el bautismo, al concluir este domingo una visita a la cuna de Pablo VI.
El pontífice quiso concluir este viaje de un día, visitando la parroquia de Concesio, pequeño pueblo situado cerca de Brescia, en la que fue bautizado Giovanni Battista Montini el 30 de septiembre de 1897.


En su homilía leída en el pequeño templo, el pontífice reconoció: "no es fácil ser cristianos".
"Se necesita valor y tenacidad para no conformarse con la mentalidad del mundo --añadió--, para no dejarse seducir de la potente llamada del hedonismo y el consumismo, para afrontar, si es necesario también, las incomprensiones e incluso persecuciones".


"Vivir el bautismo implica permanecer sólidamente unidos a la Iglesia, incluso cuando vemos en su rostro sombras y manchas".
"Ella nos ha regenerado a la vida divina y nos acompaña en todo nuestro camino: ¡amémosla, amémosla como a nuestra auténtica madre!", exhortó el obispo de Roma.
"Amémosla y sirvámosla con un amor fiel, que se traduzca en gestos concretos dentro de nuestras comunidades, sin ceder a la tentación del individualismo y del prejuicio y superando toda rivalidad y división", afirmó.
"Así seremos auténticos discípulos de Cristo", concluyó, recogiendo las enseñanzas y experiencias del Pablo VI sobre el bautismo, sacramento a través del cual tiene lugar "la transfusión del misterio de la muerte y resurrección de Cristo en sus seguidores".


El Papa concluía así una visita de casi doce horas a Brescia, dedicada a su predecesor, en la que inauguró la nueva sede del Instituto Pablo VI.
Por Roberta Sciamplicotti