domingo, 27 de septiembre de 2009

ASI CELEBRAMOS NUESTROS PRIMEROS 10 AÑOS

El día 28 de septiembre las Pequeñas Comunidades de la Parroquia de San Cipriano celebramos nuestros primeros 10 años de vida. El acto central de la celebración fue la Eucaristía dominical de las 12:00 m. a la cual asistieron los miembros de cada una de las comunidades y la Comunidad de ACOFOREC. La Eucaristía estuvo presidida por nuestro Párroco el Padre Frey Martin Mancera Lombana M.S.A., acompañado de su dos Diáconos Jaime Montealegre y Jairo Hernández, estos dos últimos frutos de las Pequeñas Comunidades en las cuales participaron antes de que iniciaran su formación y fueran instituidos como Diáconos.


Durante la celebración las Pequeñas Comunidades lucieron su nuevo logo, el cual estuvo impreso en unas banderitas que presentaron como ofrenda en el altar conjuntamente con el pan y las uvas. Así mismo cada uno de sus miembros lucieron un vistoso botón que contenía el nuevo logo, el nombre de la comunidad y el nombre del participante o miembro. De otra parte, los fieles asistentes a esta Eucaristía recibieron una “Hojita Dominical” íntegramente preparada por las Pequeñas Comunidades, en la que además se divulgaban la historia de algunas de ellas.
El Grupo Celebrativo dirigido por la Sra. Lucila de Céspedes tuvo a su cargo la animación con los cantos litúrgicos y las alabanzas.
Las comunidades a través de su Coordinador General, Sr. Héctor León, ofrecieron al Padre Martin y a los dos Diáconos unos arreglos florales y con frutas, en signo de agradecimiento por su orientación y apoyo.


Las fotos que acompañan esta nota muestran momentos de las ofrendas, una de las varias fotos que se tomaron al final, por cada una de las comunidades y, una vista parcial de los asistentes. Un hecho destacado de esta celebración fue la participación personal de miembros que se habían retirado en el pasado y que fueron invitados a este acto. Entre ellos: Lyda Inés Silva, Francy, el Ing. Alberto López, Ruth Virguez y Camilo López.
Durante la homilía el Padre Martín destacó el que las P.C. hubieran alcanzado estos primeros 10 años de vida. Reconoció que como experiencia pastoral provienen del Sistema Integral de Nueva Evangelización (SINE) con origen en Centroamérica, pero destacó igualmente que son una opción de vida cristiana y católica que está muy difundida en varias diócesis y parroquias de Colombia. Puso de relieve el testimonio de vida que representan dentro de la Parroquia y que en parte caracterizan la acción pastoral de San Cipriano como Iglesia particular. Las animó a continuar adelante y a superar las dificultades que son naturales como organización de seres humanos pero centrados en Cristo Jesús.
Ese mismo día, las ventas de alimentos a la entrada del templo estuvieron a cargo de los miembros de la Pequeña Comunidad más reciente, denominada Piedra Viva y del Grupo Vocacional.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Edificación Espiritual en la Comunidad

"Siendo sinceros en el amor,crezcamos en todo hacia Aquel que es la cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión, por medio de toda clase de junturas que llevan a la nutrición, según la actividad propia de cada una de las partes, realizando así el crecimiento del cuerpo, para su edificación en el amor". Efesios 4,15-16.





Edificarse significa ayudarse unos a otros a construir, a crecer en y hacia el Señor de donde todo el cuerpo recibe trabazón, cohesión y alimento.


Construir el Cuerpo y crecer en el Señor, hasta la talla adulta en Cristo Jesus, no quedándonos como niños pequeños y volubles, es lo que implica la edificación.



Edificarse mutuamente es tomarse de la mano, ayudándonos en todos los aspectos, sintiéndonos solidariamente responsables unos de otros, con preocupación, interés y cuidado mutuo.



En este sentido, la edificación mutua incluye la solidaridad, las cuales son la tarea central de la comunidad ypor eso deben ser elementos esenciales de sus reuniones, en importancia jerárquica y por el largo tiempo que se dedica a ellos en cada reunión.



El motor y el vínculo es el Espiritu Santo que derrama su amor y produce la unión en la integración de al comunidad.



Muchos grupos se quedan solo en lo devocional o en lo social, dedicando tiempo de su reunión sólo a alabar a Dios y a hacer ortación de unos por otros. Esto es bueno y es parte de la reunión, pero eso sólo no forma la comunidad. La edificación y la solidaridad son lo que constituye verdaderamente la comunidad.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mensaje de Miguel Angel Aragón H., Pbro.

La siguiente es la respuesta recibida del Padre Miguel Angel Aragón Herrera, quien fuera hace 10 años, Párroco de San Cipriano y animador inicial del surgimiento de Pequeñas Comunidades dentro de nuestra Parroquia:



Apreciado Héctor y querida familia Sanciprianeña,
Cordial saludo. Me alegra mucho recibir esta invitación.


Ustedes saben que les quiero mucho en el amor del Señor. Lamento no poder acompañarles físicamente aunque les aseguro mis plegarias porque esa obra que Dios comenzó en Ustedes hace 10 años se complete de día en día.


Aquí en mi parroquia estamos en la Novena a la Virgen del Cedro, y nuestra fiesta comunitaria es el 04 de octubre… hay muchas cosas pendientes por hacer… Ustedes saben lo que es para una comunidad parroquial la fiesta patronal y la eucaristía mayor en compañía de su pastor…
Sigan adelante en la obra de la evangelización. Ella es la identidad de la Iglesia; su ser y su misión es ser portadora del Evangelio de Cristo. Continúen dando lo mejor de su testimonio en compañía de su párroco, para el bien de todo el pueblo de Dios.


No se dejen desanimar por las dificultades que puedan encontrar en el camino… al contrario, combatan el buen combate de la fe con según las fuerzas del Evangelio. (cf. 1 Timoteo 6, 12)
Dios les siga haciendo cada vez mejores discípulos y misioneros para que sus familias y su comunión de comunidades tenga la vida de Cristo.


Independientemente de los caminos que el Señor tenga para unos y otros, quisiera que por el tiempo que nos quede de vivir juntos la fe, podamos sentirnos con el mismo cariño y la misma fraternidad de cuando empezamos este sueño de hacer vida el mandato misionero al interior de los barrios y conjuntos de esa querida comunidad de san Cipriano.


Que la Virgen María, Estrella de la nueva evangelización, les ayude y les proteja siempre. Renovándoles mis sentimientos de aprecio y de gratitud, les bendigo a Ustedes y a sus familias, deseando que la paz de Dios les acompañe en todos los momentos de sus vidas.
Unidos en el amor del Señor,

Miguel Ángel Aragón Herrera, Pbro.

sábado, 19 de septiembre de 2009

LOGOTIPO DE NUESTRAS PEQUEÑAS COMUNIDADES


Presentamos a todo el grupo de seguidores de este blog, el nuevo logotipo diseñado para identificar las Pequeñas Comunidades de San Cipriano. Su autor es laico comprometido con la fe católica y nuestra Iglesia. Es miembro de la Koinonía Filadelfia desde hace más de un año, cuando el Señor le hizo un llamado que él aceptó de manera inmediata. Su nombre es Fredy Saavedra S., Diseñador Industrial y funcionario de un importante organismo gubernamental de control.

Le expresamos a Fredy nuestro agradecimiento y felicitaciones por este acertado diseño, que ha sido acogido por nuestro Párroco el Padre Frey Martín Mancera Lombana M.S.A.

Como se puede apreciar en la parte gráfica de esta imagen, hay una cruz que representa nuestra fe cristiana, la cual se haya unida a la "K" de Koinonía, un concepto teológico que alude a la comunión eclesial y a los vínculos que ésta misma genera entre los miembros de la Iglesia y Dios, revelado en Jesucristo y actuante en la historia por medio del Espíritu Santo.

Así mismo se relaciona con la palabra Katólica (del griego καθολικός universal, que comprende todo). En el año 107, es decir, tan solo 74 años después de la crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo, San Ignacio de Antioquía le dio este nombre: katolicas en griego, que significa UNIVERSAL. Por lo tanto, pertenecemos a la Iglesia Católica o Universal.

Igualmente, la "K" también nos relaciona con la palabra Kerygma que proviene del griego κήρυγμα y significa proclamar como un emisario. Contiene la sustancia de la buena nueva de la salvación (muerte y resurrección de Cristo), fundamento de la fe cristiana. Todos los miembros de las Pequeñas Comunidades son evangelizados inicialmente a través del recibo y comprensión del Kerygma, e igualmente son misioneros, como miembros integrantes de una Iglesia Misionera (Marcos 16,15 y Mateo 28,19).

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La “cultura del ruido” en nuestros templos


Una de las características de la vida actual es la convivencia un poco ajetreada con el ruido en sus múltiples formas. Pareciera ser que una gran mayoría de las personas vivieran en una constante huida del silencio. Salir a la calle es, por razones lógicas, una permanente exposición de sonidos que en algunos casos nos resultan incómodos y en ocasiones agresivos. Ir de viaje en un bus de transporte público es algo particularmente curioso. Muchas personas llevan audífonos con su pequeño radio portátil, en ocasiones con volúmenes que le permiten a quienes van cerca oir lo que se esta escuchando por los audífonos del que los lleva puestos. En muchas oficinas y en centros comerciales se escuchan diferentes “músicas ambientales” por cuanto ya no hay en algunos casos, acuerdo para escuchar una sola melodía. En las salas de espera de los consultorios médicos y en las urgencias de los hospitales, hoy se escucha música ambiental –no siempre suave y discreta- y muy frecuentemente receptores de televisión que en nada o muy poco contribuyen al confort o bienestar de los pacientes que allí esperan atención. Es algo que resulta casi invasivo cuando se quieren buscar espacios de calma y de silencio. Y si revisamos el comportamiento de la mayoría de las personas cuando llegan a su casa, sin importar que estén solos o acompañados, una de las primeras reacciones instintivas es prender un radio, o el televisor.

Daría la impresión que el silencio fuera un problema en la vida de las personas. Incluso que fuera motivo de miedo para otros. ¿Qué hay en nuestro interior que pareciera que tenemos que ahogarlo con sonidos externos de diversa índole?


Hay una concepción generalizada acerca de que el silencio es la antesala de la reflexión y la meditación. Es muy difícil hacerlo en medio del ruido exterior.

En el campo de nuestra espiritualidad personal y comunitaria este fenómeno tiene impactos negativos muy altos. ¿Cómo hablar con Dios eficazmente en medio de ruidos y distracciones? ¿Cómo definir claramente nuestros pensamientos y reflexiones en un ambiente donde no hay un mínimo de silencio y de quietud? Orar allí es heroico! Agreguémosle a esto el carácter libertino y juguetón de nuestra mente. Con razón decía Santa Teresa de Jesús que “el pensamiento es la loca de la casa”!

En muchos templos católicos esta “cultura del ruido” está amenazando la práctica de la oración y la meditación. Se considera que la mayoría de las personas que entran a un templo lo hacen porque desean rendir culto a Dios, encontrarse con Él, poner en sus manos aquellas preocupaciones que no le dejan tener paz, presentarle sus ruegos por algún favor que requieren con urgencia. Otros, sencillamente quieren “dialogar” con Él a través de la oración y la lectura de la Palabra. Algunos quieren preparar una confesión y acudir al sacramento de la reconciliación. Son todas ellas… experiencias fuertes de una necesaria intimidad con Dios!

Para que estos encuentros de cada creatura con su creador puedan ser posibles, es deseable que al templo se concurra como a un lugar sagrado que es. Un sitio de oración. Un sitio de encuentro con Jesús que realmente está allí en el sagrario. Y su presencia requiere de nosotros la mayor reverencia. Aunque no se esté celebrando la Eucaristía.

Nuestras actitudes en el templo deben reflejar nuestra fe en la presencia real de Jesucristo allí.

Es frecuente que quienes ingresan al templo encuentren gente dialogando entre ellos, como si estuvieran en la sala de una casa. Niños correteando y jugando entre las sillas del lugar. Los miembros del coro riendo y hablando en voz alta, instrumentos probados en alto volumen, micrófonos mal graduados con sonidos estridentes que sacan al más contemplativo de los fieles de sus propias meditaciones. Es como ignorar que el templo es el lugar de encuentro con Dios!

No hablemos en voz alta dentro del templo como si estuviéramos en la plaza. En el templo no se come ni bebe, ni se mastica chicle, ni se juega. Tampoco es lugar para hablar por celulares. Jesús dijo: "Mi casa es casa de oración, y ustedes la han convertido en cueva de ladrones"(Mt 21,13). Hay muchos lugares para hablar con los demás y tratar nuestros negocios; el templo es exclusivo para hablar con Dios. No distraigamos a los demás, impidiendo que reciban bendición.


Para cambiar esta nueva realidad debemos iniciar por cambiar nosotros mismos. Algunas sugerencias al respecto son las siguientes:

· Hágase más consciente al ingresar al templo, que realmente llega a un sitio real de encuentro con Dios.
· Dirija su mirada hacia el Sagrario (o Tabernáculo) con reverencia y salude a Su Señor y Salvador.
· Evite establecer largas conversaciones con otras personas dentro del templo. Y si requiere hablar algo corto y necesario hágalo con el tono y volumen más bajo posible.
· Apague su celular al entrar o si es indispensable póngalo sólo en vibrador. Si entra una llamada no la responda dentro del templo. Respete al Señor y a los demás.
· SI lleva niños al templo no los deje libres como si estuvieran en un parque de diversiones. Usted debe ejercer control responsable sobre ellos durante su estadía en el templo.
· Cuando usted regresa a su silla después de recibir la comunión, si encuentra a alguien allí arrodillado, no le interrumpa su meditación.
· Ceda su silla a personas mayores, mujeres en estado de embarazo o enfermos que ingresan al templo.
· Si usted va a tomar fotos durante o después de una celebración Eucarística o sacramental, evite circular o caminar en el área del altar o presbiterio. Es un lugar sólo para los ministros de la iglesia.
· Si usted hace parte del coro o grupo celebrativo, pruebe los micrófonos y gradué el sonido en volúmenes adecuados. Al terminar una celebración manténgase con un comportamiento reverente y respetuoso del lugar. Evite los corrillos y las carcajadas.
· Cuando termina una Eucaristía el Señor no se va. Él continúa realmente allí. Su comportamiento debe reconocer esa presencia divina en todo momento.

No se trata de convertir el templo en un lugar sombrío, rígido y severo. Podemos estar allí celebrando con alegría pero igualmente con respeto. Aprendamos a valorar el silencio, a sentirnos cómodos en él. El templo es casa de oración.

sábado, 12 de septiembre de 2009

IV ENCUENTRO DE PEQUEÑAS COMUNIDADES (SINE)



El día 12 de septiembre de 2009, bajo convocatoria de Monseñor Rafael Cotrino B., Vicario Episcopal de la Zona Pastoral de Cristo Sacerdote, se realizó el IV Encuentro de Pequeñas Comunidades Evangelizadas y Evangelizadoras, del Sistema Integral de Nueva Evangelización (SINE), en las instalaciones del Colegio Liceo Hermano Miguel, entre la 1:30 p.m. y las 6:00 p.m.

A esta importante reunión asistimos cerca de 15 parroquias de Bogotá, entre ellas San Cipriano, que estuvieron representadas por cerca de 300 laicos delegados de las mismas. El tema a trabajar fue la Edificación Comunitaria.

El contenido del programa se inició con una entusiasta alabanza al Señor, la que fue seguida de una celebración Eucarística, presidida por Monseñor Cotrino.



Posteriormente, el Sacerdote Ricardo Pulido, predicador central del Encuentro, nos hizo la predicación titulada “CONSTRUIR COMUNIDAD A TRAVES DEL CUIDADO” bajo una perspectiva pedagógica.

En desarrollo de este tema y en la primera parte, la predicación abordó los siguientes temas específicos:
· La actitud que construye comunidad: el cuidado
· Modelo -. Diálogo – Práctica y Confirmación
· Una comunidad con una visión compartida
· Una comunidad que cuida al otro
· Una comunidad moral con un fuerte sentido de responsabilidad
· Una comunidad inclusiva
· Una comunidad orientada por un liderazgo compartido y que sirve a los otros
· Una comunidad donde sus miembros aprenden.

Después de un descanso, la predicación continuó tratando la siguiente temática:
· Construyendo una comunidad de cuidado según San Pablo
· Una experiencia fundante que transforma
· Una experiencia que nos hace discípulos
· Una experiencia que nos hace comunidad
· Una experiencia que nos hace reconstruir la fe.



Algunos de las ideas centrales que llamaron la atención de los participantes se resumen en las siguientes afirmaciones del predicador:

“Se construye comunidad cuidando al otro y aceptándolo en la diferencia. Aprendiendo a caminar con el otro”
“El cuidado no implica que no tengamos roces”
“Ser solidarios es mantener una actitud de cuidado con el otro”
“En la comunidad construimos una identidad plural. Un nosotros. En la comunidad debemos poder ser uno. Es decir lo que uno es.”
“La comunidad es un sitio inclusivo. Allí todos tienen un espacio y somos iguales. Los títulos allí no cuentan”.


En la experiencia comunitaria de San Pablo, el predicador destacó 4 claves así:
· Tener una experiencia profunda de Dios y comunicarla al otro
· Ser discípulo. Seguir al Señor.
· Hacer comunidad en torno a su Palabra
· Tener intimidad. En la Pequeña Comunidad vamos a la casa de los integrantes y compartimos nuestro espacio más íntimo –como es el hogar- con quienes caminan con nosotros. Esa intimidad une y podemos vivir mejor el cuidado del otro.

En la parte final del Encuentro vivimos una hermosa alabanza y unas palabras de cierre del Padre Jorge Alberto Ayala de la Parroquia de San Luis Beltrán.

La logística del Encuentro estuvo a cargo de Luz Marina Moreno, quien trabaja con la Diócesis de Cristo Sacerdote y nos brindó una excelente y cálida atención. Se nos distribuyó material de lectura muy bien editado sobre el tema de la predicación. Los refrigerios y la excelente disposición del Auditorio del Colegio Hermano Miguel, contribuyeron al éxito de este Encuentro de Pequeñas Comunidades de Bogotá.

Muy bien por Monseñor Cotrino que se ha mantenido involucrado y comprometido con las Pequeñas Comunidades de Bogotá. Él responde acertadamente al llamado de Aparecida, que identifica en las Pequeñas Comunidades el verdadero y necesario tejido eclesial de la Iglesia.
Dios continúe bendiciendo su labor pastoral.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Biografia de San Cipriano



Obispo y mártir. +258
Fiesta: 16 de septiembre

Nacido en el año 200 en Cartago (Africa), Cipriano era un convertido. Criado en el ambiente pagano de una rica familia burguesa, buscó en su juventud la gloria y el placer, amó el mundo, estudió la elocuencia y el derecho y la enseñó a la juventud de Cartago. Él mismo dice que sus veinte primeros años fueron poco castos y que llegó a defender la idolatría en sus discursos. Pronto vio que el paganismo jamás podría satisfacer su inteligencia recta y su corazón leal, y esto le movió a estudiar la doctrina de los cristianos. Se dedicó en su juventud a la retórica. El disgusto que sentía ante la inmoralidad de los ambientes paganos, contrastado con la pureza de costumbres de los cristianos, le indujo a abrazar el cristianismo cuando era mayor de 35 años. Su mayor inspiración fue un sacerdote llamado Cecilio. Una vez bautizado descubrió la fuerza del Espíritu Santo capacitándolo para ser un hombre nuevo. Se consagró al celibato.
Tuvo un gran amor al estudio de las Sagradas Escrituras por lo que renunció a libros mundanos que antes le eran de gran agrado. Cipriano pasó a la posteridad como el dechado del cristiano. Se admiraba su vida fecunda, su elocuencia dominadora, su amor ardiente a la Iglesia, y, sobre todo esto, aquella muerte heroica que vino a coronar tan admirables virtudes. Hasta que aparezcan San Ambrosio y San Agustín, no se levantará en la Iglesia de Occidente otro hombre como él. Era africano, como Tertuliano, y cartaginés. Tertuliano fue su maestro por medio de sus libros, y sin duda le conoció en su juventud. «Dame al maestro», solía decir cuando pedía una obra suya. La huella del terrible polemista será profunda en su obra literaria y en su vida; pero jamás podrá llenar el abismo que existía entre los dos caracteres, entre Tertuliano, asceta intemperante y astuto sofista, de un lado, y de otro, Cipriano, alma noble y leal. Lo que más nos atrae en San Cipriano, la caridad, la prudencia, el gusto del orden, de la armonía y de la paz, es lo que más falta en su belicoso antecesor.

Es famoso su comentario del Padrenuestro.Fue ordenado obispo por aclamación popular, el año 248, al morir el obispo de Cartago. Quiso resistir pero reconoció que Dios le llamaba. "Me parece que Dios ha expresado su voluntad por medio del clamor del pueblo y de la aclamación de los sacerdotes". Fue gran maestro y predicador. En el año 251, el emperador Decio decreta una persecución contra los cristianos, sobre todo contra los obispos y libros sagrados. Muchos cristianos, para evitar la muerte, ofrecen incienso a los dioses, lo cual representa caer en apostasía. Cipriano se esconde pero no deja de gobernar, enviando frecuentes cartas a los creyentes, exhortándoles a no apostatar.
Cuando cesó la persecución y volvió a la ciudad se opuso a que permitieran regresar a la Iglesia a los que habían apostatado sin exigirles penitencia. Todo apóstata debía hacer un tiempo de penitencia antes de volver a los sacramentos. Esta práctica no era para el bien del penitente que de esta forma profundizaba su arrepentimiento y fortalecía su propósito de mantenerse fiel en futuras pruebas. Esto ayudó mucho a fortalecer la fe y prepararse ya que pronto comenzaron de nuevo las persecuciones.

El año 252, Cartago sufre la peste de tifo y mueren centenares de cristianos. El obispo Cipriano organiza la ayuda a los sobrevivientes. Vende sus posesiones y predica con gran unción la importancia de la limosna.

En todo era un gran maestro. Pero lo que más nos admira en él no es el doctor ni el polemista, siempre en la brecha, ni el espíritu atento a todos los movimientos de la opinión y dispuesto a intervenir en la lucha: bajo este aspecto se pudo engañar, y todos saben que, a pesar de su buena fe, por nadie puesta en duda, se engañó al llevar demasiado lejos su concepto favorito de la unidad de la Iglesia, poniéndose frente a Roma en la cuestión del bautismo de los herejes. Pero tratándose del gobierno de su iglesia, de la dirección de las almas en medio de las crisis más delicadas y más violentas, San Cipriano es incomparable. Dueño siempre de sí mismo y de los demás, con un sentido muy fino del matiz que debe poner en la voz o en la palabra, levanta los ánimos, abate las resistencias, despierta los heroísmos, exhorta a los mártires, pacifica al clero, somete a los confesores rebelados, se esfuerza por reunir en un haz a todos los combatientes de Cristo y logra reducir a muchos de aquellos que temporalmente habían estado fuera de la milicia divina. «El día de la prueba se acerca—clamaba a los suyos—; lo que va a venir será más terrible que cuanto hemos sufrido hasta ahora; a esta guerra nueva deben prepararse los soldados de Cristo, recordando que beben todos los días el cáliz de la sangre del Señor, a fin de derramar la suya por Él. Lo hombres se ejercitan en el combate del siglo y consideran como una gran honra ser coronados a la vista del pueblo y en presencia del emperador. He aquí el combate sublime que tendrá por testigo a Dios, y en que la corona será entregada por el mismo Cristo. Que los soldados de Dios se pongan en marcha; que cojan sus armas los que han conservado intacta la fe; que los que cayeron se armen también para conquistar lo perdido. Que el honor excite a los unos al combate, que el arrepentimiento aliente a los otros.»

Estas frases parecían presagiar los terrores de la persecución de Valeriano, inaugurada en 257 con un decreto contra los jefes de las iglesias.

El año 257 el emperador Valeriano decreta otra persecución aun más intensa. Todo creyente que asistiera a la Santa Misa corre peligro de destierro. Los obispos y sacerdotes tienen pena de muerte celebrar una ceremonia religiosa. El año 157 decretan el destierro de Cipriano pero él sigue celebrando la misa, por lo que en el año 258 lo condenan a muerte.

Acta del juicio:
Juez: "El emperador Valeriano ha dado órdenes de que no se permite celebrar ningún otro culto, sino el de nuestros dioses. ¿Ud. Qué responde?"Cipriano: "Yo soy cristiano y soy obispo. No reconozco a ningún otro Dios, sino al único y verdadero Dios que hizo el cielo y la tierra. A El rezamos cada día los cristianos".El 14 de septiembre una gran multitud de cristianos se reunió frente a la casa del juez. Este le preguntó a Cipriano: "¿Es usted el responsable de toda esta gente?"Cipriano: "Si, lo soy".El juez: "El emperador le ordena que ofrezca sacrificios a los dioses".Cipriano: "No lo haré nunca".El juez: "Píenselo bien".Cipriano: "Lo que le han ordenado hacer, hágalo pronto. Que en estas cosas tan importantes mi decisión es irrevocable, y no va a cambiar".El juez Valerio consultó a sus consejeros y luego de mala gana dictó esta sentencia: "Ya que se niega a obedecer las órdenes del emperador Valeriano y no quiere adorar a nuestros dioses, y es responsable de que todo este gentío siga sus creencias religiosas, Cipriano: queda condenado a muerte. Le cortarán la cabeza con una espada".Al oír la sentencia, Cipriano exclamó: "¡Gracias sean dadas a Dios!"Toda la inmensa multitud gritaba: "Que nos maten también a nosotros, junto con él", y lo siguieron en gran tumulto hacia el sitio del martirio.Al llegar al lugar donde lo iban a matar Cipriano mandó regalarle 25 monedas de oro al verdugo que le iba a cortar la cabeza. Los fieles colocaron sábanas blancas en el suelo para recoger su sangre y llevarla como reliquias.El santo obispo se vendó él mismo los ojos y se arrodilló. El verdugo le cortó la cabeza con un golpe de espada. Esa noche los fieles llevaron en solemne procesión, con antorchas y cantos, el cuerpo del glorioso mártir para darle honrosa sepultura.A los pocos días murió de repente el juez Valerio. Pocas semanas después, el emperador Valeriano fue hecho prisionero por sus enemigos en una guerra en Persia y esclavo prisionero estuvo hasta su muerte.

domingo, 6 de septiembre de 2009

DIA DEL ADULTO MAYOR

El próximo 26 de septiembre de 2009, la Pastoral de la Salud celebrará el Día del Adulto Mayor, con una Eucaristía, Unción de los Enfermos, actividades de recreación e integración, así como entrega de prácticos regalos a los adultos mayores que asistan al Salón Comunal de Vista Bella a partir de las 10:00 a.m.

Se agradece a todos los fieles de la parroquia que estén interesados en vincularse a este acto y que tengan vehículo propio, coordinarse con Luz Vive Garzón para ayudar en el transporte de los enfermos y ancianos desde sus casas al lugar de reunión y al final del acto, para el regreso a sus domicilios.

Ese día todos los grupos pastorales, ministerios y comunidades estarán participando en el evento y dando su colaboración personal en la realización del mismo. Nuestros adultos mayores merecen todo nuestro cariño y respeto. Ellos ya cumplieron una misión y es el momento de atenderlos con gratitud y amor.



SEMANA DE SAN CIPRIANO

En la semana comprendida entre los días 7 a 12 de septiembre, estamos celebrando nuestra Fiesta Patronal: la Semana de San Cipriano. El programa es el siguiente:

Lúnes 7 - Reflexión: El Sacerdocio y la familia - Responsables: D.Jaime Montealegre y Sra.
Martes 8 - Reflexión: El Sacerdocio y la comunidad - Responsable: Héctor León
Miércoles 9 - Reflexión: Sacerdocio y vocación - Responsable: Marina Lombana de L.
Jueves 10 - Reflexión: El Sacerdocio y el mundo - Responsable: C. Profesionales
Viernes 11 - Reflexión: El Sacerdocio e Iglesia - Responsable: Maruja de Herrera
Sábado 12 - Reflexión: Sacerdocio y Palabra de Dios - Responsable: C. de Oración.

Las reflexiones se expondrán a los asistentes de la Eucaristía de las 6:00 p.m. una vez concluída ésta. Es decir a las 7:00 p.m. en el Templo. Los esperamos a todos!

Los miembros de las Pequeñas Comunidades sustituirán su reunión de esta semana por la asistencia el día martes a la Eucaristía y reflexión correspondiente.

CELEBRACION

Durante el presente mes de septiembre, las Pequeñas Comunidades de la Parroquia de San Cipriano estamos celebrando nuestros primeros 10 años de vida, en los cuales bajo la orientación del Espíritu Santo y con el apoyo de quienes han sido nuestros Párrocos, los Presbíteros Humberto Zapata, Miguel Angel Aragón y en los últimos años Frey Martin Mancera Lombana M.S.A. actual Párroco.

Actualmente estamos integrados en siete (7) Pequeñas Comunidades así:

  • Antioquía - Responsable: Stella de Roldán
  • Emaús - Responsable: Maruja de Herrera
  • Agua Viva - Responsable: D.P. Jairo Hernández
  • Filadelfia - Responsable: Stella de Velasco
  • Jesús mi Pastor - Responsable: Martha Penagos
  • Pescadores - Responsable: Marcela Avila
  • Piedra Viva - Responsable: Héctor Enrique León.

Estas comunidades integran un total de 69 personas, todos ellos laicos comprometidos, incluyendo un Diácono.

Cada Pequeña Comunidad se reúne una vez a la semana, en una de las viviendas de sus miembros en forma rotatoria, durante los cuales se hace oración, alabanza, lectura y discernimiento de la Palabra, catequésis, edificación espiritual y practica de solidaridad.

Una vez cada mes celebramos una Eucaristía especial para las Pequeñas Comunidades aunque con invitación abierta a la comunidad parroquial en general.

El próximo 27 de septeimbre a las 12:00 m. vamos a celebrar una Eucaristía para conmemorar con todos los fieles de la parroquia y los grupos pastorales estos 10 anos de caminar, así como en acción de gracias al Espíritu Santo.